Lío ante la Jefatura de Policía: un antropólogo dice que nunca hubo 'indepes' represaliados
«Entre 1964 y 1976, el 3% de represaliados fueron anarquistas, el 7% socialistas y el 90% comunistas»
Los independentistas más irredentos son cada vez menos, pero siguen en pie de guerra contra el «Estado opresor». Una de sus performances periódicas es la que tiene lugar ante la Jefatura de la Policía Nacional, en la Vía Layetana de Barcelona, para pedir la expulsión del cuerpo policial de todo el territorio catalán y el cierre de dicha comisaría.
La sede en cuestión de la Jefatura de Policía se ha convertido en uno de los últimos chivos expiatorios del separatismo por las «torturas» que se produjeron en la dictadura. Además, durante el procés, fue un emplazamiento de protesta, donde tuvo lugar la llamada «batalla de Urquinaona» tras las movilizaciones contra la sentencia a los líderes independentistas en el Tribunal Supremo. El hecho de que estuviera ya operativa durante el franquismo lleva ahora a los indepes a pedir su clausura.
El pasado 11 de junio, el antropólogo Manuel Delgado fue invitado a intervenir por parte de la Comissió per la Dignitat que de forma quincenal hace acto de presencia ante la comisaría para dar voz a esta reclama de cierre. En esa concentración estaba el recién elegido presidente de la ANC, Lluís Llach, y la media de edad no bajaba de lo 50 años. Es decir, la gran mayoría de los asistentes era gente que vivió el franquismo. Otra cosa es si se opusieron o no al régimen.
Represión franquista
Quizás por esto el discurso del antropólogo disgustó a la mayoría de los presentes por recordar que ningún partidario de la independencia de Cataluña fue represaliado por este motivo, es decir, por ser independentista. Y que el «100% de los ahí represaliados fueron comunistas».
«No quiero molestar a nadie y creo en la emancipación de nuestro pueblo. Indiscutible. Pero el cien por cien de las personas que pasaban por aquí y terminaban en La Modelo eran comunistas. Tenemos que ser justos. Entonces, los únicos que luchaban contra el franquismo eran los comunistas». Delgado tuvo que interrumpir su discurso por los silbidos y abucheos. Una de las señoras que protestaban incluso le reclamó que lo dejará: «¡Déjalo!», se oyó de fondo.
«Provocación»
Ante la incredulidad de su discurso, también hubo algunas risas (¿nerviosas?), sorprendidas de que alguien invitado por el independentismo tuviera un discurso a favor de «la memoria colectiva» que no dejaba en muy buen lugar a su movimiento en la etapa franquista. En cualquier caso, él no negó que algunos activistas antifranquistas fueran independentistas, pero concretó que fueron represaliados por su condición de comunistas.
De hecho, muchos destacados catalanistas, como los fundadores de Òmnium Cultural, Lluis Carulla, Joan Baptista Cendrós o Fèlix Millet i Maristany, tuvieron más afinidad con el franquismo que con la oposición republicana. Por varias razones, desde su catolicismo a su actividad como hombres de negocios. Su compromiso con la cultura catalana convivió sin problemas con la dictadura. La propia entidad Òmnium se fundó en 1961, en pleno franquismo, y no sufrió apenas la censura.
Ahora, no obstante, el independentismo intenta borrar esta parte de su historia. Pero el antropólogo y profesor de la Universidad de Barcelona se lo ha recordado. Después del alboroto causado, en sus redes sociales ha lamentado que «recordar [lo que pasó]» sea visto «una provocación».
Tribunal de Orden Público
Delgado ha compartido un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid, titulado La represión política a través de la jurisdicción de guerra y sucesivas jurisdicciones especiales del franquismo, donde se recogen todas las sentencias del Tribunal de Orden Público franquista.
Entre 1964 y 1976, el 3% de represaliados fueron anarquistas; el 7% socialistas y el 90% comunistas. «Los independentistas procesados fueron prácticamente todos de organizaciones marxistas», ha añadido Delgado, quien también se ha disculpado por si había ofendido a los independentistas.
Comisaría de Vía Layetana
El cierre de la Jefatura de Policía es una demanda de los partidos independentistas y soberanistas. ERC ya pidió al Gobierno de Pedro Sánchez la cesión del edificio para ubicar la sede del Memorial Democàtic.
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona, cuando gobernaba Ada Colau, también aspiraba a quedarse con el inmueble para dedicar un «espacio a recordar la represión política, la franquista y también la tortura que hay en todo el mundo».