Proponen un código ético del Gobierno para evitar casos como el de Begoña Gómez
Pretenden que sus principios se apliquen «a la Presidencia del Gobierno, Vicepresidencia o Vicepresidencias y Ministerios»
La fundación Hay derecho y la ONG España Mejor, liderada por Miriam González, han elaborado un Código Ético del Gobierno con la finalidad de que sirva de base para aclarar los límites y las condiciones que, desde su punto de vista, deben ser de aplicado cumplimiento en el Ejecutivo. Una petición que se produce justo cuando la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, está siendo investigada por delitos de corrupción y tráfico de influencias.
En este contexto, en el Código Ético se específica -entre otras cosas- cómo deben comportarse los ministros respecto a sus familiares, cónyuges y amigos. Según indica el propio escrito, este documento «tiene como objetivo elevar los compromisos con la exigencia ética y de integridad del Gobierno con la finalidad de reforzar la calidad institucional y la confianza que la ciudadanía tiene en dicha institución».
Pretenden que sus principios se apliquen «a la Presidencia del Gobierno, Vicepresidencia o Vicepresidencias y Ministerios», ya que cuando hace referencia a la palabra «ministro», incorpora al presidente del Gobierno, los vicepresidentes y las personas titulares de las Secretarías de Estado.
Dicho documento especifica las Pautas de conducta generales que deben cumplir los ministros, y cómo tendrían que ejercer sus funciones, «cumpliendo las normas establecidas en el ordenamiento jurídico español, y en otros instrumentos de autorregulación».
Conflictos de interés
Además, también especifica cómo actuar en situaciones susceptibles de generar «un conflicto de interés o que pueda razonablemente ser perciba como tal». «Se entiende que se produce un conflicto de intereses cuando un interés personal influye o pueden influir en el desempeño independiente de las funciones de los ministros o generar dicha apariencia. Los intereses personales incluyen cualquier posible beneficio o ventaja para los propios ministros, sus cónyuges, parejas, amigos íntimos o familiares cercanos», dice el documento, que se publica en plena polémica con la mujer del presidente del Gobierno.
En tal caso, dejado claro que se deberá «establecer procesos preventivos para prevenir el acceso a la información y garantizar que el ministro no participe en discusiones y decisiones relacionadas con intereses de sus cónyuges/parejas, amigos íntimos y/o familia cercana que den o puedan dar lugar a un conflicto«. E incluye: «quedan incluidos los intereses de personas jurídicas o entidades privadas vinculadas a los anteriores por cualquier tipo de relación laboral o profesional». Si no es posible evitar este conflicto de interés, el susodicho deberá renunciar a él o, por el contrario, el ministro «deberá dejar de ocupar su cargo ministerial».
En este sentido, se especifica que la información personal -del ministro y sus cónyuges, amigos o familiares cercanos- «que los ministros revelen a quienes les asesoran sobre conflictos se tratará de manera confidencial«. «Los ministros no deben aceptar invitaciones para ofrecer apoyo a grupos de presión u organizaciones privadas fuera del ámbito de actuación propio de su cargo. Si los cónyuges/parejas, amigos o familiares de estos ofrecen apoyo a tales grupos de presión y organizaciones privadas, el ministro deberá abstenerse de cualquier deliberación o decisión sobre tales entidades», aseguran en dicho escrito.
Asesores y protección
Los ministros «pueden nombrar hasta a cinco asesores» pero estos deben evitar cualquier situación «susceptible de generar un conflicto». En este sentido, si se entiende que se produce un conflicto de intereses cuando un interés personal influye en el desempeño de las funciones, indica: «Los intereses personales incluyen cualquier posible beneficio o ventaja para los propios asesores, sus cónyuges, parejas, amigos íntimos o familiares cercanos».
Además, «los Ministros tienen derecho a que se garantice su seguridad, no así sus cónyuges y familiares -a excepción de las parejas de los presidentes mientras ejerzan su cargo».
Gastos, regalos y hospitalidad
«Los gastos del cónyuge/pareja de un ministro cuando acompañan al ministro en sus deberes oficiales pueden correr a cuenta excepcionalmente de los fondos departamentales si es de interés público que lo acompañe», explica, y asegura que «en cualquier otro supuesto, las parejas correrán ellas mismas con todos los gastos de sus viajes».
Y en cuanto a regalos, dádivas, hospitalidad y servicios, el documento asegura que los ministros no deben aceptar este tipo de entregas de personas físicas o jurídicas ya que pueden «comprometer de forma efectiva o aparente su libertad de criterio», aplicable tanto para los ministros, como para sus parejas, amigos o familiares, concluye el texto.