El otro ‘caso Malinche’: la Justicia ignoró a los mexicanos que trabajaron para Podemos
La UDEF avisó en 2021 de la presunta situación irregular de los colaboradores que llegaron con la consultora Neurona
El caso de la investigación sobre la presunta situación laboral irregular de los estudiantes mexicanos que colaboran con el musical Malinche dirigido por Nacho Cano choca con otros casos que se dieron en España, concretamente con la investigación que afectó a Podemos por su contrato con Neurona en la campaña electoral de 2019. Entonces, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) envió un informe al juez en el que recogía que trabajadores mexicanos de Neurona se habían trasladado a Madrid para colaborar con el partido morado. Señalaron que no encontraron la documentación necesaria para que desempañaran sus tareas en un marco laboral adecuado. El juez que investigó el asunto, sin embargo, ignoró por completo estos indicios de supuesta irregularidad y acabó archivando la causa.
En 2019, en plena campaña electoral, un grupo de mexicanos se trasladó a Madrid para ayudar a Podemos en sus tareas de propaganda, haciendo vídeos y trabajando en las redes sociales. Podemos había firmado un acuerdo con una filial de la consultora Neurona creada ad hoc en España y que no tenía trabajadores en plantilla. Los mexicanos viajaron a España y colaboraron con Podemos en una de las sedes del partido, en la calle Maudes de la capital, según determinó la UDEF y confirmaron otros testigos.
Estos mexicanos, tal y como explicaban fuentes de Podemos y que los medios de comunicación recogieron en aquellos años, se instalaron en un principio en un piso de Leganés. Desde allí desempeñaron algunas labores de campaña en la sede de Maudes, conocido como el big data room de Podemos, bajo las órdenes de uno de los principales dirigentes de la ejecutiva morada, Juanma del Olmo. El propio Del Olmo declaró ante el juez que en esa sede de la calle Maudes fueron pasando mucha gente de la consultora, aunque dijo haber tenido contacto solo con cuatro de los altos cargos de la empresa, puesto que otros se encargaban de «supervisar» el día a día, según declaraciones recogidas por El País. «Por allí pasó mucha gente de Neurona que yo no recuerdo porque no tuve trato con ellos», afirmó entonces Del Olmo.
«Grupo grande de origen mexicano»
El representante legal de Yugen Media, otra empresa que trabajó para Podemos durante la campaña electoral de 2019, sostuvo que «estuvo un tiempo yendo y viniendo de la sede del partido en la calle Maudes». Y añadió que «había bastante gente trabajando allí, todos a la vez, de distintas empresas, externos y demás». Entre ellos, «un grupo grande de personas de origen mexicano, con las que tampoco tenía trato porque él se dedicaba a lo suyo», según declaraciones recogidas por Europa Press.
En junio de 2021, la UDEF acusó a Podemos de haber presentado ante el magistrado que instruía el caso Neurona un listado de supuestos trabajadores de la consultora mexicana que «no cumplieron con el requisito obligatorio de obtener un visado de trabajo para ejercer dicha actividad». «Las personas que figuran en los listados como personal supuestamente integrante de Neurona, y que se desplazaron para ejercer una actividad laboral o profesional en España, al acceder al espacio Schengen y en otros casos al territorio nacional, no cumplieron con el requisito de obtener un visado de trabajo para ejercer dicha actividad», señalaron los investigadores.
Podemos entregó al juez dicho listado de trabajadores de Neurona para justificar el gasto de 363.000 euros pactados con la consultora creada en México y que había asesorado antes a Nicolás Maduro y Andrés Manuel López Obrador, entre otros. Algunos de estos trabajadores, sobre cuya colaboración y permisos laborales la UDEF tenía sospechas de irregularidades, estuvieron en actos de campaña de la formación morada, tal y como comprobaron los investigadores. En Podemos se comentaba por aquel entonces que los mexicanos carecían de dichos permisos, pero el juez evitó ahondar en ese aspecto, a pesar de las advertencias de la UDEF.
Visados y contratos laborales
El juez Juan José Escalonilla, encargado de la investigación del pago de Podemos a Neurona, no centró sus pesquisas en la presunta irregularidad laboral de estos trabajadores. Fuentes judiciales sostienen que ese aspecto fue ignorado por completo por el magistrado: «No hizo nada de nada», comentan. Otras fuentes también activas en el juicio afirman que estos trabajadores «no tenían visado y la Policía no hizo nada, ni el juez ni la fiscal, ni la fiscalía de trabajo». «El juez no quiso aceptar las diligencias de prueba que pidió la acusación popular», agregan. Escalonilla, en efecto, acabó centrando su investigación en el pago a Neurona y si éste estaba justificado según los precios de mercado, dejando de lado los demás asuntos sospechosos.
Finalmente, el magistrado acabó archivando la investigación tras contratar a un perito externo para que confirmara que el precio pagado por Podemos a la consultora correspondía a los precios de mercado. Este diario desveló después que el perito técnico elegido, en teoría independiente, había trabajado en las campañas electorales del PSOE. De allí que las acusaciones populares del caso Neurona sostienen que el archivo se debió a que Sánchez dependía de los votos de Podemos en la pasada legislatura. La Fiscalía, en efecto, siempre se opuso a investigar la situación laboral de los mexicanos que viajaron a España para colaborar con Podemos y sus contratos de trabajo. Y los morados, que siempre defendieron su inocencia, sostuvieron que el archivo del caso demostraba la existencia de una trama político-mediática contra ellos.