PSOE y ERC lo tienen claro: Junts no romperá con Sánchez si pactan investir a Illa
Los dos partidos tienen claro que los neoconvergentes no se aliarán con PP y Vox, aunque Puigdemont presione
El PSC sigue negociando con ERC para que Salvador Illa pueda ser investido presidente de la Generalitat. Los socialistas han puesto toda la carne en el asador para que los republicanos no sucumban a la presión de Junts per Catalunya y entidades como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en contra de cualquier pacto con partidos constitucionalistas. Además, según fuentes del PSOE como de ERC consultadas por THE OBJECTIVE, están convencidos de que «Junts no romperá el bloque progresista» que sostiene al Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. A su juicio, los de Puigdemont tienen más a perder que a ganar si suman sus votos a los de PP y Vox en una eventual moción de censura.
La vuelta este viernes de Marta Rovira, secretaria general de ERC, a España, tras decaer por un error formal la causa de Tsunami Democràtic, puede, paradójicamente, allanar el acuerdo entre los dos partidos y dejar a Carles Puigdemont sin opciones de presentarse a la investidura. Aunque Rovira ha explotado la retórica de la «unidad» independentista, la división en el seno del partido y sus propias previsiones internas de que se agravarían sus malos resultados en caso de repetición electoral puede facilitar una abstención de los de ERC en favor de Illa. Si bien los socialistas catalanes también estarían dispuestos a explorar un tripartito junto a los Comunes, la opción que ahora mismo parece más probable es un apoyo externo de ERC.
El Gobierno también ha dejado claro que están dispuestos a desplegar todo el Estatuto catalán y ceder la recaudación del 100% de los impuestos a la Generalitat, pero además, creen que los de Puigdemont no tienen más opción que seguir en el mismo bloque. En ERC, según estas fuentes, también consideran que señalar la incongruencia de Junts de criticar los pactos con el PSC, pero sostener al Gobierno puede beneficiarles en su pugna por ocupar la hegemonía en el espacio nacionalista. No obstante, en ERC aseguran que solo alcanzarán un pacto con el PSC si encima de la mesa hay una propuesta de calado en materia de fiscalidad.
Junts y Puigdemont
Después de las elecciones generales del 23 de julio, Carles Puigdemont y su entorno más cercano transmitieron la idea -opuesta a la de ERC- de que su cometido no era sumarse a un bloque progresista contra la «amenaza de la ultraderecha» de Vox, sino que ellos iban a negociar con cualquiera de los dos partidos -PP o PSOE- que pusiera sobre la mesa una solución para el conflicto en Cataluña.
Posteriormente, una vez investido Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, y tal y como avanzó este periódico, Puigdemont aseguró que no tendría inconveniente en sumarse a una moción de censura contra Sánchez si incumplía los compromisos adquiridos con su partido. Los números dan, ya que los siete escaños de los neoconvergentes en el Congreso suman 176 con PP y Vox ante un hipotético pacto para echar al líder socialista de La Moncloa.
No obstante, en el PSOE descartan esta posibilidad y no ven peligrar la estabilidad de la legislatura. Incluso si agunos sectores afines a Puigdemont pudieran estar tentados a hacerlo, la dirección de Junts cree que alinearse con PP o Vox les penalizaría fuertemente en Cataluña. Por esta razón, los socialistas buscan que ERC no dude ante las presiones de pactar con Salvador Illa.
Puigdemont presionará el 27 de julio
El líder de Junts también ve acercarse un pacto entre ERC y el PSC para que Salvador Illa esté al frente de la Generalitat. Y ha emplazado a sus simpatizantes en el sur de Francia el próximo 27 de julio para exhibir fuerza. Junts fletará autobuses y pondrá todas las facilidades para que sea un acto masivo a favor de la figura del «presidente legítimo».
La celebración de este acto el sábado 27 de julio coincide con la afirmación de Marta Rovira de «no alargar las negociaciones con el PSC» más allá de finales de julio. En su última entrevista en Rac1, la secretaria general de ERC admitió que los contactos con los socialistas estaban yendo bien, y con su vuelta ya a España todo puede ser más fácil para que Rovira se entienda también con el PSOE tras el archivo de la causa de Tsunami.