Clamor de fondo en Cataluña para obligar a Ayuso a poner impuestos verdes
En mentideros catalanes se dice que a la «financiación singular» de Cataluña se añadirá poner frenos a la capital
Hay una corriente de fondo en Cataluña que pide al Gobierno de Pedro Sánchez acabar con la autonomía fiscal de la Comunidad de Madrid. ERC es el partido que, de forma explícita, ha abanderado la demanda de una «armonización fiscal» para finiquitar lo que consideran «privilegios» de la región presidida por Isabel Díaz Ayuso, al entender que practican una suerte de «dumping fiscal» con su política competitiva de bajos impuestos. Pero, ahora, también los medios catalanes empujan hacia esta dirección en medio de las negociaciones para formar gobierno en Cataluña. Quieren una España descentralizada en Educación o Sanidad, pero no en política fiscal.
En los mentideros catalanes se empieza a hablar de que, junto a la «financiación singular» que el PSC y ERC negocian para sellar un acuerdo que facilite la investidura de Salvador Illa, se abordará también poner coto al laissez faire del Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid. Como informó THE OBJECTIVE, el PSOE ya ha tentado a los republicanos para recuperar la propuesta contra al «dumping fiscal» de la región madrileña, que quedó en un cajón al priorizarse otras medidas, como la ley de amnistía.
El marco de debate se ha movido siempre sobre los ejes de que la Comunidad Madrid se beneficia del «efecto capitalidad» al tener la capital del Estado, y que está vaciando las regiones del resto de España subiendo su índice del PIB a costa de otras comunidades fronterizas. También se ha criticado que bonifique al 100% su Impuesto sobre el Patrimonio porque «beneficia a las rentas más altas». Este impuesto está cedido de forma completa a las autonomías y, en el caso catalán, el tipo de este tributo que se tiene que pagar en Cataluña es de los más altos de España (oscila desde un tipo del 0,21%al 2,75%).
«La contaminación no tiene fronteras»
No obstante, ahora también quieren obligar a que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso tenga impuestos sobre el medio ambiente, lo que se conoce como «impuestos verdes o ambientales», porque la «contaminación no conoce fronteras». Este tipo de impuestos verdes se han convertido en una fuente de financiación de muchos gobiernos autonómicos, como el de la Generalitat de Cataluña. Pero no para el ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso. De media, estos impuestos representan un 59,9% de los que crean las comunidades.
El diario Ara, por ejemplo, cercano a algunas de las tesis de ERC, publicó un editorial, titulado Tomarse en serio la financiación y el medio ambiente, en el que pedía «resolver situaciones como la de los impuestos ambientales» y «tomar medidas» en los territorios que no lo hacen:
«El modelo de financiación autonómica será un debate clave para los próximos meses, o debería serlo. Pero más allá de que por aritmética política es previsible que no quede más remedio que abordarlo, habría que hacerlo para resolver situaciones como la de los impuestos ambientales. Y también es necesario que, si el Estado se toma en serio los retos ambientales, tome medidas respecto a los territorios que no lo hacen. La contaminación no tiene fronteras y nos afecta a todos por igual. La crisis climática es una realidad innegable y los objetivos de desarrollo sostenible marcan un camino que en teoría España se ha comprometido a seguir», esgrimían.
Para reforzar sus datos, se basaban en el informe Panorama de la fiscalidad autonómica y foral, que anualmente hace el Registro de Economistas Asesores Fiscales. En este documento se refleja que Cataluña recaudó 525 millones de euros en impuestos ambientales durante 2022 mientras que la Comunidad de Madrid no recaudó ni un solo euro en impuestos ambientales durante el mismo ejercicio.
«Madrid hace trampas»
La emisora Rac1, del Grupo Godó, en los últimos años también ha abordado la política impositiva de Madrid. Y algunos economistas, como Xavier Sala i Martín, ya discreparon de la propuesta de ERC de igualar todos los impuestos en cada comunidad autonómica. No obstante, defendió hacer una excepción en el caso de Madrid: «Cada comunidad autónoma deberá tener libertad de elegir sus tipos impositivos excepto Madrid. Ellos ya tienen sus beneficios de tener la capitalidad», explicó.
Su argumento era que Madrid, como capital del Estado, «tiene una serie de beneficios como tener sus ministerios y sus funcionarios». «Los salarios los pagan todos los contribuyentes, pero el gasto lo hacen en Madrid. Eso la permite hacer trampas», concluía.
En su última visita a Madrid, el ahora president en funciones, Pere Aragonès, también dejó clara sus intenciones ante un público también conformado por ministros y diputados del PSC. Afirmó que se debía poner fin al modelo de Madrid por ser «casta extractiva». En la misma línea, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, tachó a la región de «paraíso fiscal». En medio de las negociaciones con los socialistas, no hay que descartar que se aborde esta carpeta.