La ruptura con Podemos convierte a Sumar en el partido con menos fidelidad electoral
El último barómetro del CIS catalán señala que la marca Sumar solo garantiza el 43% de sus tradicionales votantes
Los votantes de Sumar son de los menos fieles hacia su partido, según se desprende de un análisis electoral elaborado por el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat de Cataluña, también conocido como CIS catalán. El barómetro publicado el pasado 18 de julio por la entidad pública revela que el apoyo electoral a los Comunes-Sumar, candidatura capitaneada en las últimas autonómicas catalanas por Jéssica Albiach, retuvo menos de la mitad de sus tradicionales votantes. Tan solo un 43% de ellos volvió a depositar la papeleta de los Comunes después de que los de Yolanda Díaz rompieran con Podemos (que retendrían un 20% del voto de la candidatura). Y todo ello a pesar de que los morados no se presentaron en los comicios.
El CEO catalán realiza un estudio sobre el recuerdo de voto en las últimas elecciones y recoge una caída de fidelidad de los votantes de los Comunes en los comicios autonómicos. El informe del CEO reza que «ERC, Vox y Sumar presentan una fidelidad más baja» si es comparada con partidos como el PP y PSOE/PSC, que confirmaron siete de cada diez de sus votantes. El choque con Podemos llevó, por ejemplo, a una pérdida de votos hacia las papeletas en blanco. Es más, casi uno de cada diez votantes de los Comunes prefirió al PSC.
Los Comunes perdieron en los pasados comicios catalanes dos escaños con respecto a las elecciones anteriores. Pasaron de ocho a seis diputados, por lo que los dirigentes del partido han admitido la derrota y el «mal resultado» y han abierto un proceso de renovación interno para después del verano. En otoño los Comunes celebrarán una asamblea interna para redefinir equilibrios y liderazgos. Actualmente, los Comunes tiene una troika al mando formada por Albiach, Ada Colau y Candela López. Pero de la asamblea de otoño el partido cuenta con promover «nuevas caras».
Cargos en el Govern
La debilidad electoral de los Comunes ha hecho que el partido de Colau y Albiach, vinculado a Sumar, confíe en un pacto de Gobierno entre ERC y el PSC de Salvador Illa como clavo ardiendo para evitar una repetición electoral. El temor de la formación de izquierda es que de repetirse los comicios su resultado electoral sería peor. Podemos ya ha anunciado que quiere si se vuelve a votar no se echará atrás. Abre la puerta a debatir sobre una nueva confluencia con los de Albiach, aunque fuentes de la formación morada apuntan a que se deberían revisar las listas electorales.
Podemos podría aspirar a ocupar la mitad de los puestos más altos de dicha lista, sugieren en el partido morado, lo que inevitablemente conllevaría un choque con la parte de los Comunes y Sumar, que se verían desplazados. Pero los datos del CEO abren muchas incógnitas dentro del partido de Colau. Y una de ellas atañe al hecho de que su electorado es más volátil que el de otros partidos, y todo ello a pesar de una tradición en la izquierda catalana poscomunista (sobre todo de Iniciativa) de elevada fidelidad electoral.
La caída de los Comunes y de Sumar se confirmó en las pasadas elecciones europeas. El pasado 9 de junio, Sumar logró poco más de 100.000 votos, es decir, 80.000 menos que en las autonómicas. Es más, la formación quedó incluso por detrás de Podemos, que le ganó por un puñado de votos.
La fidelidad electoral de la formación afiliada a Sumar, por lo tanto, se redujo incluso en el mismo ciclo electoral. Todos problemas por resolver para una formación que experimenta una situación de objetiva debilidad después de la salida de Colau del Consistorio de Barcelona, y que lo fía a todo a la opción Illa para ocupar algún cargo en el Govern e intentar levantar cabeza.