Albares mima a una misteriosa japonesa enviada por la ONU a Madrid
El ministro de Exteriores ha movido hilos hasta conseguir que Kaori Matsumoto y su hija puedan estar en la capital
El secretario general adjunto de la ONU, Vladimir Voronkov, y los ministros José Manuel Albares y Fernando Grande-Marlaska, en junio de 2023, durante la inauguración de la oficina de la ONU en Madrid
El Ministerio de Asuntos Exteriores es un hervidero de rumores desde hace meses por el interés del ministro, José Manuel Albares, en que la trabajadora de la ONU Kaori Matsumoto se trasladara a Madrid para desarrollar su carrera profesional, según aseguran a THE OBJECTIVE fuentes del departamento. Después de meses interesándose por el futuro de Matsumoto, por fin ha sido seleccionada para ocupar un puesto en el «Programme Management Officer in Madrid (P3) with the United Nations Office of Counter-Terrorism (Unoct) Programme Office in Madrid», según el documento oficial al que ha tenido acceso este periódico. Aunque fuentes de esta oficina aclaran que todavía no se ha incorporado al trabajo.
Matsumoto, que según la página web de la ONU también ha trabajado en Tailandia en la oficina de Naciones Unidas para el sudeste asiático, no se ha mudado sola a Madrid. Le acompaña su hija, K. M. S., que nació el 19 de abril de 2022, y para ambas la ONU solicitó un visado a las autoridades españolas con fecha del pasado 7 de junio.
Inmunidad para su marido
La Oficina de Lucha contra el Terrorismo en la que trabajará Matsumoto fue impulsada por el Gobierno de Sánchez tras un acuerdo con Naciones Unidas, según el texto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 3 de octubre de 2022. En el artículo X del acuerdo se asegura que tanto la Oficina de las Naciones Unidas de Lucha contra el Terrorismo (OLCT) en Madrid, como su personal, «gozan de los privilegios e inmunidades previstos en el artículo VII del Acuerdo de Sede» y añade que «en virtud del artículo XII del Acuerdo de Sede, el jefe de la oficina del programa y los funcionarios de la OLCT, destinados en la oficina, gozarán, mientras se encuentren en España, en relación con ellos mismos, sus cónyuges y los familiares a su cargo, de los privilegios e inmunidades, exenciones y facilidades que normalmente se conceden a los representantes diplomáticos».
Por tanto, Matsumoto, su hija y su marido, de estar casada legalmente con el padre de la cría, cuyo segundo apellido es claramente español, gozarían de inmunidad diplomática, lo cual quiere decir, entre otroas asuntos, que ninguno de los tres pueden ser procesados en los tribunales españoles ni siquiera acudir como testigos de otras causas, según recoge la ley orgánica 16/2015 que regula esa inmunidad.
Esa oficina fue inaugurada el 6 de junio de 2023 por los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto con el secretario general adjunto de la ONU, Vladimir Voronkov. El objetivo, según reza el comunicado de Moncloa explicando su apertura, es «facilitar la cooperación bilateral y multilateral en la lucha contra el terrorismo. Podrá aprovechar, además, la experiencia y las buenas prácticas de España en materia de lucha contra el terrorismo, para ayudar a ejecutar estos programas en los países beneficiarios».
Una parte del interés del ministro por la contratación de la trabajadora de la ONU en la oficina de Madrid, según fuentes del ministerio, podría estar vinculada a la dirección de un proyecto en Mauritania, puesto que España acordó antes del verano de 2023 una contribución de 453.000 euros «para un proyecto en Mauritania» con el objetivo del «fortalecimiento de la seguridad y resilencia de las infraestructuras críticas y objetivos blandos frente a amenazas terroristas».
Una vez que se aprobó esa contribución a la ONU, «inmediatamente empezaron las presiones desde el Ministerio de Asuntos Exteriores para la contratación de la señora Matsumoto para dirigir el proyecto en Mauritania». La funcionaria de la ONU no podía situarse al frente del proyecto porque no formaba parte de esta oficina en Madrid. Por ello, siempre según estas fuentes, «al ser una oficina de Naciones Unidas la plaza la tenía que convocar la sede central. Finalmente, la plaza salió a concurso, aproximadamente en noviembre de 2023, con un nivel P-3. Y la señora Matsumoto ganó el concurso, que se resolvió en febrero-marzo 2024».
