La jefa de organización de Sumar gana enteros para suceder a Díaz al mando del partido
Lara Hernández, que militó en IU, busca proyección mediática para consolidar su candidatura tras el veto de IU a Urtasun
Lara Hernández. | Agencias
El terremoto que estalló en Sumar al día siguiente de las pasadas elecciones europeas sigue removiendo por dentro la formación que nació hace tan solo un año. Sumar decidió resolver el problema de la sucesión de Yolanda Díaz en la coordinación del partido (Movimiento Sumar) con una dirección colegiada formada por cuatro dirigentes. El objetivo consistía en dejar a la vicepresidenta centrarse en las tareas gubernamentales y recuperar fuelle electoral, tras una caída en los sondeos. Pero internamente estalló el caos, y el incendió amenaza con propagarse hasta la asamblea de la formación que se celebrará en otoño.
En la próxima asamblea, Sumar aclarará algunos puntos para el futuro del proyecto de Yolanda Díaz. En primer lugar, elegir a un dirigente que asuma el cargo de coordinador y se convierta en el rostro visible de la marca. Por el otro, establecer qué tipo de alianza se debe llevar adelante con los socios. La palabra clave es conciliación. Y Lara Hernández, actual secretaria de Organización del partido, se ha convertido en un referente interno que destaca en las quinielas como heredera de Díaz.
Hernández es la única integrante de la dirección colegiada (Txema Guijarro, Elizabeth Duval y Rosa Martínez) que está concediendo entrevistas a los medios de comunicación. Pero es más. Suele hablar en nombre del partido y se está encargando de impulsar una mesa con los aliados de Sumar, como Compromís, Izquierda Unida, los Comunes y Más Madrid. También debate asuntos como una reunificación con Podemos, en un momento en el que todos mencionan su nombre para dar respuesta la incógnita sobre el futuro de Sumar.
Nuevas caras
Esta madrileña licenciada en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid suena internamente como la principal candidata para convertirse en coordinadora de Sumar. Es decir, en jefa política del partido Sumar, y, por lo tanto, en principal interlocutora con las demás formaciones de la coalición homónima. Hernández estuvo en Izquierda Unida cuando el partido debatió sobre cómo asimilar las peticiones del 15-M. Pertenecía al grupo que pedía un giro renovador, con acuerdos estratégicos con Podemos y la defenestración de muchos críticos, entre ellos la anterior federación madrileña.
Alberto Garzón acabó sellando el pacto del botellín con Pablo Iglesias en 2016. Pero Hernández desapareció de la primera línea de la política, hasta que Yolanda Díaz la rescató en el primer congreso fundacional de Sumar. Las fuentes consultadas aseguran que la dirigente goza de la confianza de la política gallega, y representa una de las «nuevas caras» después de una reorganización interna que se llevó por delante, entre otros, a Josep Vendrell, principal estratega de Díaz en los comienzos de Sumar.
Uno de los méritos de Hernández es que muestra comprensión con las exigencias expuestas por algunos socios de coalición, aunque reivindica fijar primero los ejes de la propuesta política y después hablar de cómo se reparten las cuotas de poder. Todavía no se conoce la fecha exacta de la asamblea de Sumar donde se deberá decidir al sucesor de Díaz. Pero Hernández suena como clara favorita, según explican fuentes del partido de la vicepresidenta del Gobierno.
La opción Urtasun
Díaz, añaden estas fuentes, está dispuesta a abordar un encaje con más colegialidad y horizontalidad en el proceso de toma de decisión de la coalición de Sumar. Y delegará en el próximo coordinador de su partido, el Movimiento Sumar, la negociación con los demás socios. Lo que Díaz, al menos de momento, no está dispuesta a debatir es su liderazgo sobre la coalición. La vicepresidenta sigue presumiendo de fuerza política, gracias a su papel en el Gobierno. Este es el «poder real» que en Sumar consideran que Díaz todavía tiene y que la mantiene en la cúspide de todas las jerarquías.
Otras fuentes, sin embargo, sostienen que formaciones como Más Madrid ya barajan escenarios posteriores a Yolanda Díaz. Creen que, antes o después, se deberá abrir el debate sobre tener otro candidato para las elecciones generales. Y abren, por ejemplo, a que Mónica García lidere la lista en Madrid. Si bien el futuro sigue incierto. En el trasfondo queda la búsqueda de una entente con Podemos, que Izquierda Unida empieza a pedir con fuerza, y que partidos como Más Madrid rechazan.
En definitiva, quien sustituya a Díaz al mando del partido Sumar tendrá por delante muchos retos y muchos problemas que resolver, y Hernández destaca ahora como una figura de enlace entre todas las instancias. Su procedencia de IU puede contentar, por ejemplo, a los de Antonio Maíllo, que rechazan, por ejemplo, al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, por su excesiva cercanía a los postulados ecologistas. Entre los demás miembros de la dirección colegiada destaca otro nombre, el de Txema Guijarro, más cercano a Compromís, pero de momento el diputado sigue ejerciendo de enlace parlamentario, sin tener mucha proyección mediática. Así que Hernández se va consolidando como la apuesta de Díaz para el futuro liderazgo de Sumar, hasta que la asamblea de otoño ratifique esa opción.
