La hija de Albert Boadella se alía con el navarro Carlos Pérez-Nievas para dirigir Ciudadanos
Ambos encabezarán la candidatura oficialista al congreso naranja que se celebrará en octubre en Ciudad Real
Mariana Boadella (i) y Carlos Pérez-Nievas (d). | Montaje de THE OBJECTIVE.
Ciudadanos celebrará los próximos 26 y 27 de octubre un congreso extraordinario del que saldrá una nueva dirección política tras las sucesivas debacles electorales de los últimos años que han dejado a la formación naranja al borde de la desaparición. El plazo para la presentación de candidaturas empieza el 30 de septiembre y acabará el 2 de octubre. La lista oficialista la encabezará el actual coordinador nacional, el navarro Carlos Pérez-Nievas, junto a otras cuatro personas, entre las que destaca Mariana Boadella, hija del dramaturgo y fundador del partido Albert Boadella, según revelan fuentes de la dirección naranja a THE OBJECTIVE.
Boadella hija fue de número tres en la papeleta centrista en las últimas elecciones europeas del 9-J. Además, la VII Asamblea General se celebrará en la localidad de Ciudad Real, precisamente la capital de provincia en la que ella trabaja como veterinaria y donde mantiene su acta de concejal Eva María Masías, quien en la pasada legislatura ostentó la alcaldía entre 2021 y 2023. En la actualidad, Masías es el principal cargo orgánico a nivel municipal que Ciudadanos tiene en toda España.
El resto de puestos de la candidatura de Pérez-Nievas y Boadella lo ocuparán Kevin Romero, actual número dos de las juventudes del partido, concejal catalán en Santa Perpetua de Mogoda y que se encargaría del área de Comunicación, y dos afiliados que hasta ahora no habían estado en primera línea: Carlos Rodríguez Alemany y María Vázquez.
El primero pasó por el Centro Democrático Social (CDS) y luego por el Centro Democrático Liberal (CDL), una formación que se integró en Ciudadanos durante la etapa de Albert Rivera. Es ingeniero naval por la Universidad Politécnica de Madrid, tiene un máster en Dirección Comercial y Marketing por el Instituto de Empresa y ha dirigido una firma de cazatalentos –Alemany & Partners– hasta su reciente jubilación. Vázquez, por su parte, es economista y experta en comunicación política. En los últimos años ha trabajado en la delegación naranja en Bruselas y de salir elegida, sería el enlace de la dirección nacional con los liberales de Renew Europe.
Las listas que se postulen al congreso deberán reunir avales entre el 4 y 9 de octubre. Las posibles candidaturas alternativas a la oficialista no lo tendrán fácil ya que los estatutos naranjas establecen un mínimo del 10% de apoyos entre la militancia. Es decir, hay que conseguir las firmas de alrededor de 290 militantes, según las citadas fuentes, ya que la formación naranja no llega a los 3.000 afiliados en la actualidad.
Desde el equipo de Pérez-Nievas se subraya que en la nueva etapa se quiere «potenciar» los trabajos de la fundación del partido, en un momento en el que Ciudadanos apenas tiene visibilidad pública ante la falta de representantes. Sin embargo, descartan que entre sus planes esté la disolución del partido como critican algunos afiliados en las redes. «Queremos dejarlo vivo, no matarlo», resumen.
Ciudadanos mantiene una estructura mínima, con una única sede nacional en Madrid en régimen de alquiler y una decena de trabajadores. Desde su desaparición del Parlamento catalán en mayo y de la Eurocámara en junio, apenas ha terciado en el debate político. Jordi Cañas se mantiene como portavoz político pero ultima su paso a la actividad privada aprovechando los contactos que recabó en Bruselas como eurodiputado. Por su parte, Carlos Carrizosa dimitió el 18 de junio como líder en Cataluña, la comunidad autónoma en la que nació la formación naranja y donde más afiliados tiene ahora.
Unas pérdidas de más de 2,3 millones
Pese a su difícil situación, mantiene aún una hucha con la que sobrevivir un tiempo. Pero la caída de ingresos y las previsiones económicas son sombrías. Ciudadanos terminó el año 2023 con un patrimonio neto de 5.333.014,10 euros, la mitad de los 11 millones con los que contaba en enero del año pasado cuando Inés Arrimadas dio el relevo a Adrián Vázquez. Hay que recordar que la formación naranja cerró 2022 con un superávit de 430.000 euros.
Más preocupantes son los presupuestos de este año (ver abajo), que se subieron a la página web en junio tras las debacles de las catalanas del 12-M y las europeas del 9-J. En ellos se prevén unas pérdidas de más de 2,3 millones de euros después del ciclo electoral ya que los ingresos -poco más de 750.000 euros- se quedarán muy lejos de los gastos -3,1 millones-. Solo en sueldos de personal -un millón de euros después del ERE del año pasado- se gastará más que las aportaciones de grupos institucionales y las cuotas de afiliados y cargos electos.
