El Cervantes gasta más de 6.000 euros en la impresión del penúltimo libro de su director
El organismo cultural de Exteriores promociona la obra de García Montero con una tirada de 1.000 ejemplares
Luis García Montero. | Agencias
El Instituto Cervantes ha desembolsado un total de 6.230,76 euros en el penúltimo libro de su director, Luis García Montero. Se trata de la edición de Más flexibles que el mar son las palabras, un libro de 213 páginas publicado el año pasado, en el que se recopilan poemas incluidos en las intervenciones y artículos escritos por el escritor desde que a mediados de 2018 asumió la dirección del Instituto.
Con este dinero público se procedió a la impresión de una tirada de un millar de ejemplares, según admite este organismo adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores en una respuesta en el Portal de Transparencia a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. En la actualidad, cada ejemplar se vende en las principales librerías online y centros comerciales por 17 euros.
La institución cultural puntualiza que García Montero no percibe derechos de autor por la venta de este libro. «No hay pago de derechos de autor de ningún texto cuya autoría sea del personal del Instituto, ya se trate de artículos del anuario o de otras publicaciones y, en concreto, la recopilación de artículos publicados en Más flexibles que el mar son las palabras fue cedida sin ningún coste».
Lo mismo ocurrió con los textos del catálogo de la exposición sobre Benito Pérez Galdós, que el propio García Montero escribió de su puño y letra en 2020 con motivo del centenario de la muerte de uno de los mejores novelistas españoles del siglo XX. «Con carácter general, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, no percibe los honorarios habituales por conferencias, artículos, etc. desde su nombramiento» hace seis años, se subraya en la respuesta.
La citada publicación forma parte de la colección Los Galeotes, que se elaboró con motivo del Congreso de la Lengua celebrado en Cádiz y en la que participaron otros escritores. «El diseño es el de la colección y solo se hace la adaptación», prosigue el Instituto Cervantes sobre el libro de García Montero. «Por tanto, el coste de la publicación corresponde exclusivamente a la impresión, que en este caso ascendió a 6.230,76 euros para una tirada de 1.000 ejemplares», concluye esta institución cultural.
Fuentes del Cervantes consultadas por este periódico muestran su «perplejidad» con este gasto que sale de las arcas públicas, concretamente para la «promoción» de un libro recopilatorio de poemas de García Montero que ahora está a la venta del público. Además, hacen hincapié en que no hay precedentes de un hecho así con los directores que le han precedido y se preguntan por qué el poeta no recurrió «a su editorial de confianza» para la impresión de unos ejemplares que se pueden adquirir por venta electrónica en la actualidad.
En último lugar, recuerdan que la propia institución es «reacia» a la venta de libros a los alumnos que estudian el castellano en su red de centros en el extranjero, ya que «se pierden o extravían con facilidad», por lo que «choca» la edición impresa de Más flexibles que el mar son las palabras al «contravenir» las directrices oficiales sobre este tipo de material didáctico.
Una portavoz de este organismo replica que se trata de una impresión «testimonial» y que una parte de los ejemplares -«entre 300 o 400»- se regalaron a los asistentes al cónclave de la lengua española en Cádiz. Asimismo, justifica que el Cervantes sufrague la impresión al ser un recopilatorio de poemas incluidos en intervenciones públicas en el ejercicio de su cargo como director de la institución.
Sin embargo, dicha explicación es refutada de plano por un antiguo director del Cervantes. «Jamás ningún director publicó un libro suyo de esa manera. Cada uno de nosotros hemos tenido siempre nuestras editoriales y ni se nos hubiera ocurrido. Pero este elemento tiene bula para todo. Es el poeta del régimen. Premios, doctorados, medallas, de todo», sentencia uno de los predecesores de García Montero que prefiere guardar el anonimato.
