La debilidad de Sánchez aboca al fracaso su intento de investigar al PP por las mascarillas
Necesita sumar apoyos de sus socios antes del 2 de octubre para prorrogar la comisión del Congreso
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. | Agencias
La debilidad de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados puede tener una consecuencia inesperada: la finalización de la comisión de investigación por la compra de mascarillas por parte de las comunidades autónomas durante el covid. Esta comisión fue la respuesta del PSOE y la mayoría de investidura a la intención del PP de investigar el caso Koldo. Los trabajos de la comisión finalizan el 2 de octubre, y por ahora, el Grupo Socialista no tiene apoyos para prorrogarlos. Los populares están a la espera de saber el futuro de esta comisión y de las declaraciones ante el juez de los citados para activar la del caso Koldo en el Senado, según ha podido saber THE OBJECTIVE de fuentes populares.
La alarma sobre el futuro de la denominada comisión de investigación de las irregularidades en la compra de mascarillas y material anticovid por parte del Gobierno y otras administraciones durante la pandemia del coronavirus saltó en la reunión de este martes, cuando el PSOE la canceló tan solo 15 minutos antes de su inicio. El motivo de esta suspensión es que los socialistas no han conseguido el respaldo de todos sus socios de investidura, como es el caso de la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, para poder solicitar una prórroga. Ahora tendrán que hacerlo en solitario en los próximos días, antes de que finalice el plazo de seis meses aprobado a final de marzo.
Las decisiones de la comisión se toman mediante voto ponderado, y dado que Valido representa en este caso a los ocho miembros del Grupo Mixto si sumaba su voto a los noes del PP y Vox, se habrían impuesto con 178 -dos por encima de la mayoría absoluta- a los grupos que apoyaran la solicitud de esa prórroga, según informa Europa Press.
Los socialistas quieren forzar la continuidad de la comisión para intentar involucrar al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. La intención es investigar la concesión de contratos por parte de la Xunta de Galicia a «empresas en las que hay familiares» del líder popular, según admitió este lunes el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.
El precio que pueden poner los grupos de la oposición puede ser muy caro para dejar que el PSOE cumpla su objetivo de citar a los presidentes autonómicos, la mayoría del Partido Popular, y extender una sombra de sospecha sobre todas las administraciones. A día de hoy están pendientes de citación varios presidentes autonómicos populares además del gallego Alfonso Rueda, como son Juan Manuel Moreno Bonilla (Andalucía), Fernando López Miras (Murcia) e Isabel Díaz Ayuso (Madrid), y varios de sus consejeros.
En la reunión de este martes no solo se tendría que haber acordado una prórroga del plan de trabajo, sino también sustituir a la vicepresidenta de la Mesa de la comisión, la diputada socialista Mercedes González, que ha dejado su acta para ocupar de nuevo la Dirección General de la Guardia Civil. Si esta prórroga no se aprueba, el 2 de octubre finalizarán los trabajos y se tendrán que entregar las conclusiones.
La continuidad o no de esta comisión es fundamental para que el Partido Popular tome una decisión sobre reactivar ya o más tarde la comisión del caso Koldo que sí se pudo crear en el Senado, como consecuencia de la mayoría absoluta del PP. Como ya publicó este periódico, los populares también están pendientes de las declaraciones de los testigos y citados por el juez que investiga el caso vinculado a Koldo García, asesor del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, por si aparecieran nuevos datos que puedan modificar el plan de trabajo o la lista de comparecientes.
El PP denunció el desprecio del PSOE, señalando fuentes de esta formación política que «se trata del enésimo abuso del Grupo Socialista en el desarrollo de una comisión que impulsaron con el único afán de aplicar su rodillo parlamentario y de embarrar la agenda política y el debate público. A lo largo de estos meses, los socialistas han hecho gala de su nulo respeto por el Congreso y el control parlamentario, escudándose en una falsa urgencia para amoldar sin pudor la agenda de esta comisión al interés exclusivo del partido de Sánchez. Así se pudo comprobar cuando impusieron las comparecencias de Salvador Illa, Francina Armengol y Ángel Víctor Torres el lunes siguiente a las elecciones vascas, catalanas y europeas, con la evidente intención de que estas declaraciones tuvieran el menor foco mediático posible».
Los populares recuerdan que «a lo largo de estos meses, se han saltado todos los procedimientos convocando a los comparecientes con pocos días de antelación, en lugar de atenerse al plazo de 15 días que marca el trámite ordinario, o evitando que los letrados de la comisión evacuen informes sobre peticiones de documentación. Desde el minuto uno, el PSOE ha manipulado este instrumento parlamentario para intentar contraprogramar la comisión impulsada por el PP en el Senado. Exigimos al PSOE que explique a los españoles de qué tiene miedo y por qué han anulado de forma tan precipitada y arbitraria la convocatoria de hoy y que deje de entorpecer las labores de investigación en torno a la corrupción que cerca al PSOE, al Gobierno y la familia de Pedro Sánchez».
