Vox cree que los datos del CIS respaldan su apuesta por la inmigración y la ruptura con el PP
Los de Santiago Abascal consideran que la salida de los gobiernos regionales no les ha perjudicado electoralmente
El último barómetro del CIS ha sentado bien en Bambú 12. En la sede nacional de Vox siguen cogiendo los pronósticos del socialista José Félix Tezanos «con pinzas», pero consideran que este, que coloca la inmigración como principal problema para los españoles y les da una subida de 0,9 puntos con respecto al mes de julio, ratifica una realidad: «La salida de los Gobiernos autonómicos no nos ha castigado, y poco a poco los españoles se dan cuenta de que somos el único partido que se toma en serio el problema».
«La coherencia, en ocasiones, se premia», celebran fuentes cercanas a la dirección nacional, que ven cómo el creciente problema migratorio les comienza a aupar electoralmente. Desde que los de Santiago Abascal decidieran romper los pactos regionales con el Partido Popular, este ha caído 1,7 puntos en intención de voto, mientras que ellos se han alzado hasta el 13,1%, que es su mejor dato desde junio de 2022, cuando se les pronosticaba un 16,5%. Aquel julio los conservadores cayeron a 12 y nunca habían vuelto a superar la barrera del los 13 puntos. Hasta ahora.
La formación ha comenzado el curso político con una directriz clara: explotar el problema migratorio, tildando de «estafa» cada amago del PP de adoptar una postura más proteccionista. Están convencidos de que crecerán conforme el problema de seguridad relacionado con la inmigración descontrolada se vaya agudizando en España. «Cuando nos encontremos en cada barrio, en cada esquina, con el problema, espabilaremos; la gente se irá dando cuenta», creen.
Ese punto, aunque aún lejano, está cada vez más cerca. Por primera vez la inmigración se ha convertido en el principal problema de los españoles: el 30,4% lo señalan como primera, segunda o tercera preocupación en el sondeo del CIS relativo a septiembre. Hace justo diez años, en el barómetro de este mes correspondiente a 2014, sólo el 3,6% la veían con gran inquietud.
Y de ahí que desde Vox apelen a la «coherencia», pues, como ha señalado Santiago Abascal, «sólo había que escuchar lo que Vox viene diciendo hace diez años» para saber que «ese problema, muchas veces esa tragedia, se podía haber evitado».
El PP amaga
Al calor de las encuestas, el PP parece estar reconsiderando su posición migratoria, amagando con disputar la bandera del proteccionismo a los conservadores al haber llevado al Congreso una moción para «declarar la emergencia migratoria». Vox tilda este empeño popular de «ceremonia de la confusión»: «Es una estafa política. Su propuesta no habla de deportaciones masivas, ni de cortar la financiación irregular de las mafias, ni denunciar el grave problema de la islamización».
Para «retratar» al PP, Vox ha anunciado que presentará mociones y proposiciones no de ley contra la inmigración ilegal en todos los municipios donde aún gobiernan en coalición. Estas contemplarán medidas como las consultas populares, el cierre de los centros de acogida y las deportaciones «masivas». «A ver qué dicen…», retan.
Lo que está claro es que Vox lo ha apostado todo a la cuestión migratoria, que cada vez preocupa más a los ciudadanos. A su ofensiva parlamentaria contra la inmigración ilegal y descontrolada -también «incompatible», en su argumentario- se ha sumado esta semana la creación de la portavocía nacional de inmigración, que tendrá al frente al policía Samuel Vázquez, una eminencia en la materia.
El PP, por su parte, ha decidido acercarse a Giorgia Meloni. Alberto Núñez Feijóo se reúne este jueves con la presidenta italiana con el objetivo de aprender de su modelo migratorio. Desde Vox recuerdan a este medio que «Fratelli d’Italia ha dicho que Vox es su aliado en España». «Sólo Vox», enfatizan.