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Política

Desconcierto en el PP por las "contradicciones" del venezolano Edmundo González

Dirigentes consultados por TO aseguran que sus palabras fueron «totalmente innecesarias» y que les perjudican

Desconcierto en el PP por las «contradicciones» del venezolano  Edmundo González

Imagen filtrada por el Gobierno de Venezuela de la reunión con Edmundo González en la embajada de España en Caracas.

La actitud del presidente electo de Venezuela, Edmundo González, desde que llegó a España para pedir asilo político, ha terminado por desconcertar al Partido Popular e incluso a indignar a dirigentes de esta formación política consultados por THE OBJECTIVE. El punto álgido de este malestar se produjo la noche del jueves, cuando González emitió un comunicado negando haber sido coaccionado en la Embajada española en Venezuela para salir del país. Horas antes, los populares habían denunciado las circunstancias que se reflejan en las fotos difundidas por el Gobierno venezolano de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, y su hermano, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea, en la embajada española en Caracas obligando a firmar a Edmundo González un documento.

La rocambolesca salida de Edmundo González hacia España, en un avión de la Fuerza Aérea y con la complicidad del Gobierno de Pedro Sánchez, sigue sin aclararse y arroja cada día que pasa más dudas sobre cómo se produjo esa negociación. El Partido Popular se ha posicionado claramente a favor del presidente electo de Venezuela, llegando a comprender los motivos personales que le han llevado a abandonar el país. De hecho, el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ha apoyado públicamente a Edmundo González y ha mantenido un encuentro con él después de que lo hiciera con Pedro Sánchez.

Sin embargo, la aparente sorpresa inicial por la complicidad de Edmundo González con el Gobierno español y el presidente Pedro Sánchez ha dado paso a un profundo malestar: «Es totalmente innecesario que Edmundo saliera a aclarar lo que se estaba diciendo, no tendría que haber salido», aunque dijera que «el Gobierno español no le ha coaccionado. El embajador no coaccionó a Edmundo, porque tenía dos matones delante, ellos hicieron el trabajo. El embajador lo que hizo es ponerle el escenario para que hicieran su trabajo. Eso es para que dimita el ministro de Asuntos Exteriores».

Este parlamentario sí arremete contra el Gobierno afirmando que «hemos pillado al Gobierno en una mentira flagrante y se ha metido en un berenjenal tremendo» y respalda las declaraciones del vicesecretario de temas internacionales, Esteban González Pons, que acusó al Ejecutivo español de haber apoyado un golpe de Estado: «Fue brillante».

Otros dirigentes populares admiten su sorpresa al afirmar que «no entendemos nada» y que no tienen información suficiente para valorar una actitud, la de Edmundo González, que puede perjudicar a su formación política. En este sentido, las fuentes consultadas reiteran que les «sobraron por completo las declaraciones de anoche de Edmundo, y son a las que se acoge el Gobierno, pero eso no quiere decir que nosotros hayamos hecho las cosas mal porque supongo que alguien lo llamaría para preguntarle por qué lo dice, ya que nos ha dejado mal a nosotros».

Estas fuentes consideran «normal» que el Partido Popular saliera «en tromba» cuando aparecieron filtradas las fotos en la Embajada española en Venezuela «para decir que era intolerable» y apuntan que «si los hermanos Rodríguez han entrado en la residencia del embajador, José Manuel Albares lo sabe; yo no digo que Pedro Sánchez lo supiera, pero el ministro de Asuntos Exteriores, por supuesto. Con lo cual, él es el que permite que esa negociación se produzca».

Desde el Partido Popular se denunció que la coacción a Edmundo González se ha realizado dentro de la Embajada española y en presencia del embajador, como así lo aseguró el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo: «Bajo ningún concepto se puede tolerar que en una Embajada española se coaccione a nadie». Además, reclamó explicaciones inmediatas del presidente del Gobierno, y que se asuma que España no es equidistante entre la civilización y la extorsión, ni entre la democracia y la dictadura. «No puede ser ni equidistante ni colaborador».

La indignación porque se haya producido esta coacción a Edmundo González en la Embajada también se ha extendido a diplomáticos españoles, como este viernes recogió THE OBJECTIVE. La Embajada española en Caracas cuenta con «un estricto protocolo» cada vez que una persona ajena a la legación entra en la residencia oficial de Ramón Santos, señalan fuentes diplomáticas. Básicamente, consiste en dejar los móviles en la entrada para evitar posibles casos de espionaje.

Esta regla «sacrosanta» se ha aplicado con celo en los últimos años por parte de los policías españoles y «sin excepciones», por muy alto cargo del régimen que fuese un invitado. De ahí que dicha prohibición se les debió aplicar a los hermanos Rodríguez, salvo que hubiese una decisión contraria del propio embajador. La incógnita es saber quién era la tercera persona de la delegación chavista que hizo las fotos después de pasar el control de los agentes y si colocó -o ya estaban- los micrófonos que captaron las voces de Edmundo González y los enviados de Nicolás Maduro en el interior de la vivienda.

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