El 'New York Times' sugiere que la tele de Pablo Iglesias forma parte de la desinformación rusa
El reportaje señala a Canal Red como uno de los medios que toma el relevo a RT para difundir propaganda pro-Putin
El New York Times señala el canal fundado por Pablo Iglesias por difundir propaganda rusa. El rotativo estadounidense ha incluido al Canal Red en una pieza sobre cómo el Kremlin ha logrado mantener una red de desinformación en países de todo el mundo a pesar del veto de sus canales habituales, Sputnik y RT, en la Unión Europea.
En el artículo, el medio neoyorquino hace hincapié en que, a pesar de negar vínculos con Rusia, el canal de Iglesias difunde informaciones de RT y cuenta con al menos una presentadora de este canal favorable a Putin, ya extinto en España.
En marzo de 2022, la Unión Europea suspendió la emisión de RT en territorio comunitario como parte de las sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania. Un año más tarde, en marzo de 2023, el exlíder de Podemos –que ha recuperado recientemente su voz en RTVE– lanzó su propio canal de televisión y lo hizo de la mano de caras conocidas del medio ruso como la presentadora Inna Afinogenova.
Una de las fuentes citadas por el New York Times es el consultor Douglas Farah, autor de un informe que analiza la influencia de RT en Latinoamérica. Este especialista pone el foco en teleSur, la red televisiva creada por los régimenes de Venezuela o Cuba, que distribuye contenido de RT en todo el continente. «También lo hace una cadena digital, Canal Red, fundada el año pasado en España, que también se hace eco de contenido de RT y ha contratado a al menos un presentador destacado que había trabajado previamente para el canal ruso», apunta el periódico estadounidense.
El periodista que firma la información, Neil MacFarquhar, precisa que Canal Red «niega vínculos con Rusia, definiéndose como neutral». Por otro lado, destaca el giro que han dado en los últimos meses los medios prorrusos en Latinoamérica, con una línea editorial cada vez más «agresiva» y representando a Ucrania como «un nido de nazis», a la vez que se intensifican las críticas contra Estados Unidos y las políticas occidentales.