Alerta en Vox por el posible espionaje de Maduro tras la detención de un exdiputado
El partido ve una «gravísima amenaza» el hecho de que el Sebin venezolano requisase el teléfono de Víctor González
Víctor González (i), Nicolás Maduro (c) y Santiago Abascal (d). | Ilustración: Alejandra Svriz
Vox ha enviado a sus máximos dirigentes una carta en la que les traslada su «enorme preocupación» por el hecho de que se haya podido ver «comprometida» la seguridad de las comunicaciones «de todas aquellas personas que tengan o hayan tenido contacto» con el exdiputado nacional Víctor González Coello de Portugal «a través de su teléfono móvil». ¿El motivo? Su detención en el aeropuerto de Caracas un día antes de los comicios presidenciales del 28 de julio, donde miembros de la inteligencia militar venezolana le requisaron su teléfono durante unas horas.
«El pasado 27 de julio del año en curso, Víctor González fue retenido/detenido durante unas horas en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela (Sebin) en el aeropuerto de Caracas», indica de inicio el director nacional de Seguridad, José Hidalgo Serrano, en la misiva a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE (leer abajo).
«Allí le fue requerido su teléfono móvil, asumiendo por nuestra parte que los miembros del SEBIN hayan procedido a realizar un volcado de toda la información disponible en dicho dispositivo, obteniendo de esta manera información de contactos, relación de llamadas, datos de aplicaciones de mensajería como WhatsApp, Signal, Telegram, correos electrónicos, archivos multimedia, audios, archivos compartidos y/o cualquier otra información generada en las eventuales comunicaciones que se hayan mantenido con él», prosigue Hidalgo en la misiva enviada el pasado 3 de septiembre.
Tras su deportación a España, el propio Víctor González subió un vídeo en el aeropuerto de Barajas en el que explicó que había sido «desnudado e interrogado en una celda del Sebin», después de que varios agentes venezolanos le impidiesen ingresar en el país sudamericano un día antes de los comicios del 28-J. «Mi teléfono ha sido reseteado. Mis contactos, redes sociales y emails suplantados. No tengo acceso a ninguno. Los gestionan el Sebin», admitió el exdiputado, quien viajó a Caracas por iniciativa propia con la intención de apoyar a la candidatura opositora de María Corina Machado y Edmundo González.
Vox considera ese posible espionaje por parte del régimen de Maduro como una «gravísima amenaza» en la seguridad de las comunicaciones con Víctor González, por lo que Hidalgo se vio en la «obligación» de informar de ello a los destinatarios de la carta por si hubieran tenido contacto con el exdiputado «a través de cualquiera de las vías mencionadas, la relación de tus llamadas y/o número de teléfono, chats e información intercambiada en aplicaciones de mensajería o cuentas de correo», ya que eran, a su juicio, «susceptibles de haber sido comprometidas e incluso intervenidas» por parte del Sebin venezolano.
El máximo responsable de Seguridad dentro de Vox hizo hincapié a los dirigentes en que, gracias a su «dilatada experiencia» en este terreno, era su «deber» compartir con ellos su «certeza absoluta» de que la inteligencia militar venezolana «dispone de los sistemas y herramientas necesarias para intervenir y acceder a datos y aplicaciones contenidas en un dispositivo móvil, así como poder obtener información relevante y hacer uso de ella».
Por todo ello, Hidalgo les emplazó a revisar «cualquier información que por razón personal o profesional hayas podido intercambiar con Víctor González» y, en su caso, se le traslade «hasta qué punto se ha podido ver comprometida la seguridad de tu información, para de esta manera, poder tomar las medidas oportunas». Además, recordó a los destinatarios de su carta que su departamento cuenta con «un área de ciberseguridad especializada», un hecho desconocido hasta ahora, «con herramientas para la comprobación, monitorización, análisis y supervisión de los dispositivos portátiles o dispositivos móviles».
Víctor González fue elegido como cabeza de lista de Vox por Salamanca en las generales de julio del año pasado, pero no logró repetir escaño. En enero de este 2024 fue apartado de la dirección nacional, donde ostentaba el cargo de vocal como ideólogo económico de la formación conservadora. Su salida supuso la última baja del ala liberal de Vox tras la marcha de Iván Espinosa de los Monteros y las caídas en desgracia de Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso.
Su mujer, entre las destinatarias de la carta
Después de salir de la cúpula de Vox, González dejó la primera línea política y cedió el protagonismo a su mujer, la eurodiputada Margarita de la Pisa. En la actualidad, se mantiene únicamente como afiliado de base, aunque ha criticado la situación interna de su partido en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando a mediados de agosto se supo que la exvicepresidenta segunda y una de las primeras militantes de la formación, Mazaly Aguilar, se había dado de baja tras la «traición» de Santiago Abascal a la primera ministra italiana, Georgia Meloni, cuando en julio se decidió que Vox abandonase el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) para ingresar en las filas de Patriotas por Europa, la nueva formación impulsada por el húngaro Viktor Orban.
Fuentes próximas a Víctor González han expresado a este diario su sorpresa por esta carta interna que le deja en una «incómoda situación» a ojos de los que hasta hace poco eran sus compañeros en la dirección política de Vox. El vicesecretario de Presidencia y ‘mano derecha’ de Abascal, Enrique Cabanas, le adelantó por teléfono la iniciativa, pero las citadas fuentes subrayan que la misiva «le deja en mal lugar», incluso ante su esposa, que fue una de las destinatarias de la misma.
En la dirección de Vox, fuentes consultadas por THE OBJECTIVE confirman que al exdiputado se le comunicó previamente que se iba a enviar ese escrito interno «para garantizar la seguridad de todos» los dirigentes y subrayan que «se le avisó» de la decisión que se había adoptado. «Como es natural, se tuvo que anteponer el criterio de garantizar la seguridad», esgrimen desde Bambú, la sede nacional del partido de Abascal.
