Condenan a Ciudadanos a pagar 45.000 euros a su ex 'número dos' por despido improcedente
Un juez amplía de 20 a 33 días por año trabajado la indemnización final para Carlos Cuadrado
Carlos Cuadrado junto al cargo que se le asignó en febrero de 2023 en Ciudadanos como coordinador del área de Finanzas. | Agencias
El magistrado del Juzgado de lo Social número 36 de Madrid, Agustín Serrano de Haro, ha condenado a Ciudadanos al pago de 45.072,83 euros a su histórico tesorero y vicesecretario general con Inés Arrimadas hasta la fallida moción de censura de Murcia, Carlos Cuadrado, por despido improcedente en febrero del año pasado.
La sentencia, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, estima parcialmente la demanda presentada por Cuadrado contra su partido. En este sentido, el juez amplía de 20 a 33 días por año trabajado la indemnización total. La cifra resultante, sobre la base de su última nómina que fue 15.212,76 euros, es de 118.284,42 euros. De dicha cantidad, el extesorero naranja ya percibió 73.211,59 euros en el momento de su despido, por lo que ahora Ciudadanos tiene que abonarle los restantes 45.072,83 euros.
Serrano de Haro incide en la sentencia en las «específicas causas» que Ciudadanos puso por escrito en la carta de despido de su dirigente. En concreto, «las relativas al declive económico y patrimonial del partido, a que el actor era el cargo que más cobraba, y con diferencia, y a que su departamento, con funciones ya mucho menores por la menor expansión del partido, no se había visto aún reducido en el número de integrantes».
«Por supuesto, la causa principal o nuclear es el paulatino declive patrimonial y económico del partido, que derivado de sucesivas elecciones en las que ha obtenido o muy escasa representación, o no representación en absoluto, ha visto menguados sus ingresos y recursos económicos», esgrime el magistrado para indicar que el despido está «sobradamente justificado» en un contexto, el de Ciudadanos, de «compromiso económico agudísimo» ante sus reveses electorales.
Sin embargo, Serrano de Haro constata que la «indemnización fue incorrectamente calculada», aunque no por la cuestión de la antigüedad que se dirimió durante el juicio. Cuadrado quería que fuese desde la fundación del partido en 2006, si bien finalmente quedó fijada en la sentencia en el 1 de enero de 2016, fecha de su primer contrato como tesorero de la formación naranja.
El extesorero llevó como testigo a José Manuel Villegas, secretario general con Albert Rivera, para que explicase que en 2016 había aceptado que figurase la antigüedad desde el momento de la fundación del partido, pero no convenció al magistrado ante «la imprecisión» de tales aseveraciones. «En el contrato no consta el reconocimiento de ninguna antigüedad en absoluto», se zanja en la sentencia.
«Si el testigo querría haber reconocido al actor una antigüedad mayor, que lo hubiera hecho, bien en el contrato, bien en adendas contractuales posteriores, bien aunque sea en documentos que contuvieran la mera declaración de voluntad del empleador de reconocer al trabajador una antigüedad mayor; pero nada de ello se produjo», apunta el juez en su extenso escrito de 43 páginas remitido a las partes el pasado 18 de agosto.
Todo ello, tras admitir que «desde luego es cierta» la realización «efectiva de labores contables y financieras» por parte de Cuadrado en Ciudadanos «durante toda la década que transcurre desde 2006 hasta 2016». Sin embargo, aquel trabajo en los inicios del partido naranja, cuando solo estaba implantado en Cataluña, «obedeció a una dedicación gratuita y altruista» por parte del demandante.
Culpa a Arrimadas y Vázquez del despido
Este último había pedido al magistrado la nulidad del despido y para ello responsabilizó a Inés Arrimadas y Adrián Vázquez de estar detrás de ello, pero Serrano de Haro desestima de plano tal pretensión y le impone a Cuadrado una multa de 5.000 euros por «manifiesta temeridad y mala fe» en su argumentación, al construir «artificiosamente una narrativa de fraude masivo en el seno de su propio partido, con argumentos tanto fácticos como jurídicos, del todo inanes».
El magistrado critica que el extesorero expusiese «argumentos irrazonables o carentes de prueba» contra sus superiores jerárquicos y se pregunta por qué buscó la nulidad del despido por dicha vía. «No se entiende en absoluto por qué no pudo limitarse, como hacen tantos trabajadores despedidos, a impugnar la improcedencia de su despido y consideró más conveniente, en cambio, disparar en todas las direcciones posibles, tanto hacia personas físicas como jurídicas, articulando relatos que han estado tan huérfanos de prueba, como han resultado también nulamente convincentes», concluye Serrano de Haro. Sin embargo, Cuadrado no está de acuerdo con el veredicto y ya lo ha recurrido.
