La 'vice' de Milei invitó a la vieja guardia de Vox en vez de a Abascal a la Embajada argentina
Victoria Villarruel no invitó a ningún miembro de la cúpula de Abascal para marcar diferencias con el presidente argentino
Rocío Monasterio (i) y Victoria Villarruel (d), vicepresidenta de Argentina, en la recepción del pasado 9 de octubre. | Foto: RRSS V.Villarruel
La presidenta del Senado argentino y vicepresidenta del país sudamericano, Victoria Villarruel, invitó el pasado 9 de octubre únicamente a dirigentes de Vox que ya no están en su cúpula a la recepción celebrada en la Embajada de su país en Madrid. Villarruel, según ha podido saber THE OBJECTIVE, no se reunió con Santiago Abascal ni su entorno. Esto es porque la número dos del Ejecutivo argentino quiere un perfil político propio, distinto al de Javier Milei.
Villarruel ha estado varios días de visita oficial en España, donde se entrevistó con su homólogo español en el Senado, Pedro Rollán, en plena crisis diplomática entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Ejecutivo de Milei. Una situación que nos remite a mayo y que aún está por cerrar. También participó en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Víctimas del Terrorismo, celebrada en Vitoria bajo la presidencia de Felipe VI. Allí criticó el cambio legislativo en España que permite acortar las penas de prisión a los etarras que hayan pasado por las cárceles francesas. «Mientras estamos aquí reunidos, decenas de terroristas etarras se benefician de la reducción de sus penas gracias a acuerdos políticos», lamentó.
Por la legación diplomática desfilaron Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio, Javier Ortega Smith -con su esposa Paulina Sánchez– y Víctor González Coello de Portugal. Todos ellos han desempeñado cargos orgánicos en la dirección nacional de Vox hasta hace poco tiempo. En el caso de Monasterio, se da la circunstancia de que su asistencia a la recepción de Villarruel se produjo la misma tarde en la que se conoció su destitución al frente de Vox Madrid para colocar a José Antonio Fúster. Al día siguiente entregó su acta como diputada en la Asamblea madrileña y abandonó la primera línea política.
Si bien Ortega Smith aún forma parte del Comité Ejecutivo Nacional como vocal, en la práctica no asiste regularmente a Bambú, la sede nacional, ni participa en los debates internos sobre los que se fundamentan las decisiones importantes. Fuentes diplomáticas confirman a THE OBJECTIVE que las invitaciones fueron elegidas personalmente por la vicepresidenta argentina y que el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid no fue en representación de la actual dirección.
El hecho de que Villarruel invitase a Espinosa de los Monteros, Monasterio, Ortega Smith y González se debe a que los conoce de los primeros años de andadura de Vox como partido político. La actual presidenta del Senado argentino fue la persona que puso en contacto a Milei con Abascal gracias a sus gestiones. Espinosa de los Monteros desempeñó el cargo de vicesecretario de Relaciones Internacionales dentro de Vox mientras que González también ha estado volcado en este área durante la pasada legislatura y fue portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.
También es debido a que, tal y como informa el diario argentino La Nación, Villarruel quiere «alinear su estilo», que sería uno «sin gritos ni discusiones mediáticas», así como «sin participar de actos de partidos», en clara referencia al Viva Europa 24 en el que Milei llamó «corrupta» a Begoña Gómez.
«Es un honor asistir a la recepción de la Vicepresidente de la Argentina, mi buena amiga Victoria Villarruel. Una mujer valiente, de principios firmes, y una gran patriota que lucha incansablemente por todos los argentinos, especialmente por las víctimas del terrorismo marxista montonero», señaló Ortega Smith en su red social X, acompañando el mensaje de varias fotos en el interior de la embajada.
Monasterio, por su parte, hizo hincapié en que Villarruel es un «ejemplo» de mujer que defiende valores. «Siempre nos tendrá a su lado», dijo la política madrileña tras conocerse su reunión con el secretario general, Ignacio Garriga, en la que se le ofreció la posibilidad de continuar como portavoz parlamentaria hasta el final de la legislatura, oferta que declinó tras ser sustituida al frente de Vox Madrid. La propia vicepresidenta argentina le respondió en las redes sociales: «Qué gusto enorme encontrarme con personas tan talentosas como vos, tu esposo Iván y otros que engrandecen España».
González coincidió con Ortega Smith en elogiar de Villarruel su «infatigable luchadora por la memoria, la reparación y la justicia de las víctimas del terrorismo, en especial del montonero». Además, equiparó a la vicepresidenta argentina con la opositora venezolana María Corina Machado. «El día de mañana podré contar a mis nietos que las dos eran amigas mías», subrayó el economista tras apartarse de la política después de perder su escaño por Salamanca en las generales de hace un año, si bien mantiene la afiliación en Vox como el resto de invitados a la recepción en la embajada argentina.
Precisamente, la formación de Abascal envió una carta a principios de septiembre a sus máximos dirigentes en la que les transmitió su «enorme preocupación» por el hecho de que se haya podido ver «comprometida» la seguridad de las comunicaciones «de todas aquellas personas que tengan o hayan tenido contacto» con González Coello de Portugal «a través de su teléfono móvil». ¿El motivo? Su detención en el aeropuerto de Caracas un día antes de los comicios presidenciales del 28 de julio, donde miembros de la inteligencia militar venezolana le requisaron su teléfono durante unas horas.
«El pasado 27 de julio del año en curso, Víctor González fue retenido/detenido durante unas horas en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela (Sebin) en el aeropuerto de Caracas», indicó el actual director nacional de Seguridad en Vox, José Hidalgo Serrano, en la misiva a la que tuvo acceso este periódico. Tras su deportación a España, el propio González subió un vídeo en el aeropuerto de Barajas en el que explicó que había sido «desnudado e interrogado en una celda del Sebin», después de que varios agentes venezolanos le impidiesen ingresar en el país sudamericano un día antes de los comicios del 28-J.
