El Gobierno nombra un agregado militar en Ucrania ... y lo manda a vivir a Turquía
Defensa lo confirma al PP en la respuesta a una pregunta parlamentaria sobre la ausencia de este cargo
El Gobierno de Pedro Sánchez ha nombrado un agregado militar para Ucrania, pero la sorpresa de este nuevo nombramiento es que tendrá la residencia en Ankara (Turquía), alejado de la zona donde tiene que desempeñar su trabajo. Así consta en la respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE a una pregunta de los diputados del Grupo Parlamentario Popular Pablo Hispán y Carlos Rojas.
Estos parlamentarios registraron una pregunta el pasado 17 de septiembre sobre la que reclamaron una respuesta por escrito. Las cuestiones que planteaban eran dos. Por una parte, se interesaban por saber «a qué se debe que España carezca de agregado militar en la embajada de Ucrania». Y, por otra, preguntaban si la ausencia de este representante militar era debido «a la escasa entidad de la ayuda aportada por España o porque la ministra de Defensa desconoce la situación por la que atraviesa el país».
La respuesta ha sido enviada a los populares el pasado 24 de octubre y asegura, por un lado, «que el Ministerio de Defensa está plenamente comprometido con la defensa y el apoyo a Ucrania, siendo perfectamente conocedor de la situación bélica que atraviesa el país». La segunda contestación es lo que ha causado sorpresa, ya que este departamento ministerial afirma que «los trámites necesarios para la acreditación del agregado de Defensa, Militar, Naval y Aéreo han quedado finalizados, estando acreditado en la embajada de España en Kiev, con residencia en Ankara».
Las fuentes parlamentarias consultadas por este periódico apuntan que la pregunta se realizó ante las dudas que le suscitaba el hecho de que España es uno de los países aliados que no tiene agregado militar en un momento de especial dificultad en la zona, por la guerra que mantiene con Rusia. Sobre todo, teniendo en cuenta que Ucrania sí que cuenta con agregado militar con sede en Madrid desde hace al menos diez años.
El Ministerio de Defensa arrastra una polémica sobre los nombramientos de agregados militares desde que se decidió, para recortar gastos, a prescindir de algunos de estos representantes militares en las embajadas. En el punto de mira estuvo el entonces subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre, que ocupó el cargo hasta 2020 y al que culpan de ejecutar el recorte, entre ellos, del militar que ocupó el cargo en Egipto.
Esta merma en la representación ha provocado malestar en el estamento militar, como así lo indican estas fuentes: «En muchos casos, cuando las relaciones políticas son malas, el cordón umbilical siempre es el militar. En los peores momentos de desacuerdo, políticamente hablando, de las relaciones entre Estados Unidos y España, el hilo siempre ha sido la relación militar».
Asimismo, aseguran que esta reducción de agregados militares «a la larga es una mala política porque el contacto diario, la confianza que se ganan entre agregados con residencia en ese país, y sobre todo la capacidad de influencia, hace que se pierda. El hecho de que haya menos representantes militares va en contra del prestigio de España porque son agentes de cooperación».
La paradoja, siempre según estas fuentes militares, es que la disminución de los agregados no se corresponde con los diplomáticos, que dependen del Ministerio de Asuntos Exteriores, al que acusan de «cicatero» con el Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles. «Hay un catálogo de puestos en el extranjero que lo maneja Exteriores, y ahí están también los agregados culturales, policiales, los dan los respectivos ministerios, pero tienen que estar dentro de este catálogo».
Un caso que ponen como ejemplo estas fuentes del favoritismo que desde los ministerios practican con estos cargos es el del exdirector de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, que, tras dimitir el pasado mes de septiembre, ha sido nombrado por segunda vez consejero de Información en la embajada de España en Washington. Paradójicamente, Marcos ha sido acusado en la trama Ábalos de ser el autor del chivatazo a Koldo García de que la Guardia Civil le estaba investigando. De hecho, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) anunció una querella por «revelación de secretos». El exdirector de la Guardia Civil tuvo que comparecer, aunque lo hizo desde Washington, ante la Comisión de Investigación del caso Koldo en el Senado.