Exteriores se prepara para un aplazamiento 'sine die' de las negociaciones sobre Gibraltar
Francia, Alemania y Países Bajos comunican a Bruselas que no tienen listos los controles biométricos en sus fronteras
El Gobierno español se está preparando para un posible aplazamiento de las negociaciones con el Reino Unido sobre la relación de Gibraltar con la Unión Europea tras el Brexit, después de que Francia, Alemania y Países Bajos hayan explicado a sus socios europeos que aún no tienen lista la instalación de controles biométricos en sus puntos fronterizos para el 10 de noviembre. Es la fecha prevista para la puesta en marcha del nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES) del espacio Schengen.
Los tres países citados, que reciben el 40% de los pasajeros aéreos que llegan a la UE, avisaron a principios de octubre a la comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, que no tendrían a punto los controles biométricos a principios de noviembre. Además, no fijaron una fecha concreta como alternativa, por lo que el aplazamiento se considera sine die.
La Policía española está instalando el SES en la Verja como si el Peñón se tratase de un país tercero, por lo que su entrada en vigor multiplicará exponencialmente las colas para cruzarla si continúa el paso fronterizo, al ponerse fin al limbo que ha disfrutado la colonia británica desde que se produjo el Brexit. De ahí la urgencia que tienen Madrid y Londres para lograr un acuerdo sobre la Roca si no quieren perjudicar a los ciudadanos de un lado y del otro.
Precisamente tras la comunicación de Francia, Alemania y Países Bajos a la Comisión Europea, se ha producido un bloqueo en las negociaciones sobre Gibraltar, con cada parte emplazando a la otra a moverse hacia su terreno en aras de un acuerdo. Por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, recalcó la pasada semana que un acuerdo sobre la colonia debe ser parte del acercamiento que busca Reino Unido con la UE para retomar las relaciones tras el Brexit.
En declaraciones desde Luxemburgo, donde se celebró la última reunión de ministros de Exteriores de la UE, Albares aseguró que «no se comprende» el intento de Londres de «acercarse» a la UE sin abordar la cuestión de Gibraltar, que «evidentemente hay que resolver». Y volvió a extender la mano a la contraparte británica para alcanzar un acuerdo. «No existe ningún motivo para que Reino Unido no dé ya su ‘sí’ a este acuerdo. Sin ese ‘sí’, no comprenderíamos un acercamiento a la UE, cuando no se acepta un acuerdo que es respetuoso con la UE, el espacio Schengen y la unión aduanera», insistió, elevando así la presión sobre las autoridades británicas.
El jefe de la diplomacia española reiteró que España y la Comisión Europea han puesto sobre la mesa una propuesta de acuerdo «equilibrada y generosa» y que va en línea con el acervo comunitario en materia de circulación de personas y bienes. En este sentido, ha declarado que cerrar el acuerdo del Peñón es una «parte muy importante» de las renovadas relaciones que Reino Unido pretende con el bloque europeo, insistiendo en que Madrid quiere ese acercamiento de Londres, pues le interesan unas relaciones «lo más estrechas posibles».
Las palabras de Albares llegaron después de que el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, endureciese el tono contra España en la sede de la ONU en Nueva York y colocase «en el tejado de España» la posibilidad de cerrar un pacto con el Reino Unido sobre la relación del Peñón con la Unión Europea tras el Brexit. Lo hizo ante el comité de descolonización de la Asamblea General de la ONU tras la decisión del Reino Unido de ceder la soberanía del archipiélago de Chagos a Mauricio salvo los terrenos de la base militar de Diego García en el océano Índico, cuyo uso comparte con Estados Unidos. Se trata de la última colonia que los británicos mantenían en territorio de África.
El ministro principal de la Roca insistió en que la devolución a España del territorio «no equivaldría a una descolonización, sino a la recolonización de Gibraltar por una potencia colonial diferente». En este sentido, advirtió de que el «único factor determinante» del Peñón será «la expresión de la libre voluntad del pueblo de Gibraltar, ejercida exclusivamente de conformidad con nuestro derecho de autodeterminación».
Sobre las negociaciones a tres bandas por Londres y Madrid para evitar un Brexit duro en la Verja, Picardo hizo hincapié en que ahora hay tres delegaciones «socialistas» que tienen «la oportunidad de demostrar cómo podemos resolver los problemas de la gente, no agravarlos» y emplazó a la parte española a cerrar «un proceso complejo» como el actual. Eso sí, con la condición de que las partes sigan centradas «en dejar de lado la soberanía, y nos concentramos en las soluciones prácticas».
«Gibraltar desea que se acuerde un Tratado entre el Reino Unido y la UE lo antes posible. Para lograrlo, hemos estado proponiendo soluciones equilibradas, imaginativas y neutrales desde el punto de vista de la soberanía para los elementos más difíciles de la negociación en todo momento. Pero ahora corresponde a las autoridades españolas, como parte del equipo negociador de la UE, decidir si quieren aceptar estas soluciones imaginativas y equilibradas que nos ayudarán a todos a alcanzar los acuerdos definitivos que deseamos», explicó en la sede la ONU.
El ministro principal subrayó que la oferta a España «es justa y equilibrada», casi las mismas palabras que Albares, y que se ha diseñado pensando «en el interés superior» de los habitantes de Gibraltar y la región circundante española. «Respeta totalmente los sistemas y la seguridad del espacio Schengen y la integridad del Mercado Único. Por lo tanto, la pelota está ahora en el tejado de España», sentenció.