Junqueras rompe el tabú de la inmigración en ERC: «¿Cómo creamos referentes comunes?»
En ERC abordan el asunto de forma interna, entre militantes, para no hacerle el juego, dicen, «a la extrema derecha»
El líder de ERC, Oriol Junqueras.
Oriol Junqueras lleva tiempo trabajando para volver a liderar ERC. En verano empezó una gira por Cataluña para «escuchar» a los militantes de a pie y sumar adeptos para su candidatura. En estos encuentros, que han tenido mayor recepción de la prevista inicialmente, Junqueras se ha atrevido a abordar cuestiones incómodas que su partido mantenía en un segundo plano al considerar que entrar en ellos solo podía pasarles factura frente a Junts y otros competidores. Como el de la inmigración, que ahora el dirigente independentista presenta como un reto de la sociedad catalana de los últimos 20 años.
El expresidente de ERC, en un acto de su candidatura Militància Decidim, ha hablado sobre la nueva inmigración que ha llegado a Cataluña en los últimos años y sus diferencias con la inmigración de los años 50 y 60, procedente de otros puntos de España. Junqueras deja entender cómo hay un problema de fondo para sumar a los recién llegados en un «espacio» de «referentes compartidos». «Para nosotros Lluís Companys es importantísimo, no para ellos», abundó.
Uno de los objetivos de ERC desde el inicio del procés ha sido sumar a las comunidades árabes en el proyecto separatista. Nunca han cuestionado el velo islámico, han fomentado el catalán en las mezquitas, y ERC es el partido que en las últimas elecciones municipales tenía a más candidatos árabes en sus listas. Pero nunca planteaban el asunto como un reto, tal y como ha hecho ahora Junqueras.
La inmigración, un reto
En ERC, de momento, abordan este tema de forma interna, entre sus militantes. Públicamente, mantienen el discurso de siempre para no hacer el caldo gordo a la «extrema derecha», pero es una cuestión que Junqueras tiene entre sus cálculos.
De hecho, en su discurso explica que había un denominador común entre las personas procedentes de Andalucía o Extremadura con la tierra de acogida que representó Cataluña. Afirmó que no solo venían por «motivos económicos», sino que también eran «exiliados políticos» que venían a buscar libertad. «Estaban enamorados de la libertad», apostilló.
«Crecimiento de la población»
En sentido contrario, deja entender que es un reto mayor integrar a los llegados en los últimos años: «Una de las cosas que nos pasa como país es que en los últimos 20 años, nuestra población ha crecido un 33%. Hemos pasado de seis millones a ocho millones de habitantes. Este incremento de la población, de 100.000 personas cada año, es aún más relevante si tenemos en cuenta que el crecimiento vegetativo de los que ya estaban es negativo o se acerca a negativo. Es normal que no haya muchos referentes compartidos. ¿Cuáles son? ¿Lluís Companys? Para nosotros es importantísimo, pero para ellos… ¿Jaime I? ¿Cuáles son los referentes compartidos?».
A su juicio, esta falta de referentes compartidos hace muy difícil crear «cohesión social» y que se puedan «enganchar» a su discurso. Es un reto que, según las palabras de Junqueras, tarde o temprano deberán abordar. La primera parada, no obstante, será el congreso del partido del 30 de noviembre. Su candidatura parte como favorita, pero la guerra interna está más viva que nunca.
