Sánchez impulsa a Óscar López para forzar la retirada de Lobato en el PSOE de Madrid
Fuentes socialistas adelantan que el presidente ha elegido y ofrecido su apoyo a su candidato a las primarias
Juan Lobato está visto para sentencia y tiene sustituto. Y no será el madrileño Félix Bolaños, sino el segoviano Óscar López. Es el candidato que ha elegido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para optar a la secretaría general del PSOE de Madrid, según adelantan fuentes socialistas a THE OBJECTIVE. Una apuesta personal del secretario general del PSOE, que confía en aunar una ola de adhesiones de los alcaldes socialistas madrileños, con Javier Ayala (Fuenlabrada) y Sara Hernández (Getafe) a la cabeza, y forzar la retirada del actual secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, que ha prometido que dará la batalla.
Los rumores sobre el actual ministro de Transformación Digital y Función Pública empezaron hace semanas en diversos sectores del socialismo madrileño, donde llevan meses organizándose para la batalla por la secretaría general ante la constatación de que su titular actual «está amortizado». Tras meses de rumores y metas volantes en forma de candidatos (Javier Ayala, Fran Martín, Pilar Sánchez Acera…), los indicios cristalizaron en hechos concretos hace 15 días, cuando se produjeron los primeros «tanteos» al afectado. De ahí a «la conversación» con el responsable del dedo divino pasaron pocos días. Las fuentes consultadas por este periódico confirman que Sánchez ya ha hecho su ofrecimiento y López ya ha manifestado su posición favorable a concurrir como candidato a la secretaría general del PSOE de Madrid.
El plan de Pedro Sánchez para Madrid siempre fue que su ‘bendición’ como líder del PSOE fuera lo suficientemente «potente» como para forzar la retirada del actual líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, con el que se acumulan los enfrentamientos y tensiones con la dirección socialista. Como apuntaban fuentes socialistas hace semanas, «tiene que quedar claro que es el candidato del secretario general y no del secretario de Organización», en clara alusión a la cercanía de Javier Ayala con el número tres del PSOE, Santos Cerdán. Con la elección de Óscar López, fuentes socialistas concluyen que se trata de «un mensaje muy claro a la militancia» que viene a decir que «es una apuesta personal del presidente».
Objetivo: retirar a Lobato y recuperar Madrid
En consecuencia, lo que esperan en el PSOE de Madrid es «que Lobato no se presente, que asuma que no tendrá apoyos suficientes y piense en una salida», quizá centrándose en su función de senador, abriendo una puerta a la política nacional. Aunque existe un problema: el handicap de Óscar López es que no es diputado en la Asamblea de Madrid, por lo que no podría ejercer de líder de la oposición ni fiscalizar a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. En el grupo parlamentario consideran que «no puede dejar a Lobato como un portavoz muerto», y habría que designar a alguien que cubra esas funciones.
La intención de Sánchez es mantener a Óscar López como ministro de Transformación Digital tras la próxima crisis de gobierno por la salida de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. Son los usos y costumbres del presidente: el patrón repetido de utilizar la atalaya de Moncloa para promocionar a sus barones territoriales, como hizo con Salvador Illa, e intenta hacer ahora con la secretaria del PSPV y ministra de Ciencia, Diana Morant; con la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en Aragón; o como pretendió en algún momento hacer en Andalucía y Madrid, con María Jesús Montero y Félix Bolaños, respectivamente.
El plan inicial de Sánchez siempre pasó por el actual Ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, militante de la agrupación de Latina en Madrid. Pero Bolaños nunca quiso ser secretario general, y está volcado en sus tareas como negociador del Gobierno, en el difícil contexto de bloqueo legislativo al que se enfrenta el Ejecutivo, a las puertas de la negociación presupuestaria. López, por contra, «tenía ganas» de volver a la política activa y salir de las sombras del gabinete del presidente del Gobierno. Como revelaron las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, «Óscar quería salir de Moncloa desde que entró».
Desde su nombramiento como ministro el pasado mes de septiembre, quienes más conocen a Óscar López sospechaban que «era un ministerio que, en realidad, era una secretaría de Organización». Los recelos en torno a López, ex secretario general en Castilla y León y ex secretario de Organización del PSOE, radicaban en su intención de recuperar las riendas del partido. Su designación como candidato por Madrid es interpretada entre los socialistas madrileños como una forma de «buscar asideros para el futuro», tanto para buscar cobijo en unas listas autonómicas como pensando en el postsanchismo.
«Otra vez vuelven los apaños a Madrid»
Sus detractores sostienen que «es imposible que sea secretario general quien ya lo fue en Castilla y León, donde también fue secretario de Organización». Y denuncian que «otra vez vuelvan los apaños a Madrid, y el retorno de los simanquistas», habida cuenta de que en el pack de López viene quien fuera su número dos en Moncloa, la simanquista Pilar Sánchez Acera, hoy asesora de López en el Ministerio y llamada a ser su secretaria de Organización en el PSOE de Madrid. Moncloa y Ferraz dan por hecho que junto a ellos estarán los alcaldes del cinturón rojo del sur, entre quien se encuentra el regidor de Fuenlabrada, Javier Ayala, que tenía aspiraciones de repetir su enfrentamiento contra Lobato para la secretaría general, aunque esta vez con resultado vencedor.
No obstante, los dirigentes consultados no tienen duda alguna de que «Ayala estará el primero en la línea de saludo» y que su objetivo, conjuntamente con Sara Hernández, alcaldesa de Getafe, siempre fue moverle la silla a Lobato: «Les vale cualquier cosa con tal de quitarlo». A día de hoy, «no suma el 40% de la federación» contando con Fuenlabrada, Getafe, Rivas y Villaverde y Vallecas. Motivo por el cual creen que sabrá negociar su integración en la candidatura de Óscar López, con quien mantiene una relación cercana. De hecho, fue precisamente el alcalde fuenlabreño el que ofició la boda del ministro de Transformación. En definitiva, se trata de una «buena jugada de Pedro», al tirar de un candidato de peso con el que «recuperar el control en Madrid», que, a nivel electoral, se ha convertido en un «agujero negro» sin el cual el PSOE no tendrá opciones de gobernar nuevamente. Tras las elecciones europeas, Sánchez puso a Madrid y Andalucía en su diana. Tras el 41º Congreso Federal, Sánchez pretende anunciar su decisión para encumbrar a Óscar López al liderazgo del PSOE de Madrid en el mes de febrero.