ERC carga contra Bolaños y avisa al PSOE de que «sin fontaneros» peligra la legislatura
En el partido aseguran que apoyaron la reforma fiscal «por responsabilidad» ante la dejación de funciones del Gobierno
Gabriel Rufián y Félix Bolaños. | Europa Press
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha enviado un aviso al grupo parlamentario socialista. El dirigente independentista ha asegurado este jueves que por «primera vez» desde que él es diputado, el PSOE «carece de un fontanero o fontanera» que «sea consciente de la aritmética parlamentaria» y que, en función de eso, «ponga de acuerdo» a los partidos del bloque de investidura. Si bien la reforma fiscal ha obtenido la luz verde de la Cámara Baja, a ERC no se le escapa que «hay una mayoría de derechas» alternativa -con Junts y PNV– que puede tumbar la legislatura cuando quiera y que Félix Bolaños no es el perfil más idóneo para cimentar el bloque de investidura.
El jefe de filas de ERC en Madrid abordó esta situación en el Nueva Economía Fórum, donde habló de cómo el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, no entró en la negociación «hasta casi las 11 de la noche». A su juicio, el PSOE ha empezado a jugar «a un juego muy peligroso» como es confrontar a partidos muy distantes, además de competidores. «Es una locura negociar un decreto con Junts antes que con nadie y anunciarlo».
«Desorientación absoluta»
Rufián puso como ejemplo de la «desorientación absoluta» que, en su opinión, viven los socialistas la agónica negociación que tuvo lugar el pasado lunes en la Comisión de Hacienda a cuenta de reforma fiscal. Fuentes del partido consultadas por THE OBJECTIVE corroboran esta versión. Admiten que lo que le pedía el cuerpo era «tumbar» el proyecto de ley por incluir medidas fiscales beneficiosas para las energéticas, aunque vinculadas a la descarbonización. Pero que no lo hicieron por «responsabilidad política», pese a la dejación de funciones del PSOE.
Los republicanos saben que los socialistas no mantuvieron su palabra. En un primer momento, el Gobierno se abrió a mantener el gravamen a las eléctricas, aunque incluyó una enmienda exigida por PNV y Junts, que volvía la situación al statu quo ante. Es decir, a permitir a las eléctricas sortear un impuesto extraordinario que se incluyó en la pasada legislatura para hacer frente al aumento del gasto público por la covid, bajo la presión de Podemos.
Los republicanos, aun así, han logrado de Sánchez el compromiso de redactar una nueva propuesta de ley para recuperar dicho gravamen, sin excluir la presentación de un decreto ley. Pero con la elección «responsable» los republicanos revelan su dificultad estratégica a la hora descolgarse del Ejecutivo para no ser tachados de colaboradores de la derecha. Y también a descolgarse de un PSOE cada vez más salpicado por los escándalos de corrupción, y sin tener todavía los presupuestos de 2025 cerrados. Todo eso sin tener a un «fontanero» parlamentario capaz de blindar el apoyo de todos los partidos de la investidura.
