Las exenciones fiscales prometidas a la FIFA por el Gobierno anticipan problemas con la UE
El Consejo de Ministros aprobó en julio un acuerdo para otorgar a la FIFA privilegios por el Mundial 2030
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la Copa del Mundo y la bandera de la UE. | Ilustración de Alejandra Svriz
El Mundial de fútbol de 2030 puede generar un choque entre España y la UE. El Gobierno se ha comprometido a favorecer a la FIFA, otorgándole ventajas para conseguir visados, permisos de trabajo y la exención de impuestos. Aunque esta fórmula es habitual en acontecimientos de excepcional interés público, los juristas consultados señalan que este privilegio vulnera principios de la igualdad fiscal. No obstante, el principal escollo será Europa, ya que el acuerdo incluye el IVA.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 30 de julio un acuerdo en el que asume unas garantías específicas requeridas por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para la celebración del Mundial de 2030. El documento al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE no es vinculante, ya que necesita de un desarrollo normativo. El Gobierno se compromete con la FIFA a no exigir permisos de residencia, visados de entrada o de salida a sus miembros y a realizar «exenciones extraordinarias» en materia laboral.
La fricción con Europa puede surgir con el punto quinto del acuerdo, dedicado a las exenciones fiscales. El Gobierno libra a la FIFA y a sus filiales de pagar cualquier impuesto, aunque reconoce que la Directiva 2006/112/CE puede restringir la implementación de la exención prevista en relación con el IVA, un impuesto comunitario que grava la compra de bienes y la prestación de servicios en la UE. Este impuesto obliga a todos los Estados socios y las autoridades comunitarias son inflexibles en ese sentido.
Los compromisos del Gobierno
«En tales circunstancias, se cooperará amistosamente con la FIFA para encontrar una solución que proporcione esta exención del impuesto en la medida en que sea posible de conformidad con la Directiva», insiste el acuerdo. El Gobierno también se compromete a garantizar la implementación de un sistema preferencial de devolución de IVA para las entidades exentas. Además, subraya que las exenciones fiscales no estarán condicionadas a la creación de sociedades instrumentales.
Miguel Javaloyes, socio director del despacho Javaloyes Legal, sostiene que el texto vulnera «principios básicos de igualdad fiscal» y afecta de forma sustancial al Derecho comunitario. Una opinión que comparte César García Novoa, catedrático de Derecho Tributario y Financiero en la Universidad de Santiago de Compostela.
García Novoa reconoce que el Gobierno puede renunciar a cobrar impuestos, pero admite que puede encontrarse obstáculos con algunos convenios de doble imposición y tratados internacionales, como la Directiva 2006/112/CE. «Como el propio acuerdo indica, el problema puede estar con el IVA, porque la directiva europea establece que las exenciones deben estar incluidas en la ley y un Mundial de fútbol no está entre los supuestos», insiste este prestigioso profesor.
«El propio documento indica que se buscará una solución con la UE. Seguramente exista una directiva específica para eximir del IVA determinadas actividades deportivas. No veo inconvenientes», subraya García Novoa. Esaú Alarcón, profesor de Derecho Tributario en la Universidad Complutense de Madrid, incluye un nuevo elemento en la ecuación.
Una nueva directiva
Alarcón recuerda que la exención de impuestos puede entrar en conflicto con una nueva normativa europea, la Directiva 2022/2523. España está obligada a transponerla en las próximas fechas bajo riesgo de sanción. El texto requiere a los Estados miembros de la UE que exijan una imposición mínima del 15% para multinacionales y grandes grupos. Algo que se contrapone con los privilegios que se pretende dar a la FIFA.
Jesús Ruiz, experto en Derecho Tributario y socio director de Ruiz Ballesteros Abogados, considera que el Mundial de 2030 podría considerarse como evento de especial relevancia pública. De esa forma, el Gobierno podría elaborar una ley que garantice las exenciones a través del artículo 20. Uno. 13º de la Ley del IVA, que especifica las actividades que están exentas de pagar impuestos. El problema es que el último punto del precepto afirma que las exenciones «no se extienden a los espectáculos deportivos».
«El acuerdo del Consejo de Ministros pretende dar una exención fiscal absoluta a la FIFA. Afectaría al IVA y al impuesto de sociedades, que son los dos tributos más importantes», insiste Ruiz. Pero este tipo de exenciones no son nuevas, ya se han dado con anterioridad en eventos como la Copa América de Vela en Barcelona o la fase final de la Eurocopa de fútbol en 2021.
La mayoría de los países de la UE ofrecen exenciones del IVA a pequeñas empresas que operan por debajo de un determinado límite económico anual. En ese caso, no deben abonar el impuesto, pero tampoco pueden deducirlo ni incluirlo en las facturas que emitan. También existen bonificaciones degresivas, aunque estas disminuyen gradualmente a medida que el volumen de negocio aumenta. Algunos bienes y servicios como la educación, la asistencia sanitaria y los servicios financieros están exentos de IVA.
La FIFA anunció en octubre del año pasado que España acogerá el Mundial de 2030 junto a Marruecos y Portugal, aunque los partidos inaugurales se jugarán en Uruguay, Paraguay y Argentina. El torneo supondrá una importante inyección económica para nuestro país, ya que reportará más de 10.000 millones de euros. Eso, en un país en el que el fútbol profesional ya genera casi 200.000 empleos, 8.390 millones de euros en impuestos y supone el 1,4% del PIB.
