Albares abre un frente con la Zarzuela por ocultarle gestiones internacionales de Felipe VI
El ministro se queja de que la polémica de Notre Dame no es aislada y que la Casa Real no le informa de iniciativas del Rey
Choque sin precedentes entre la Casa Real y el Ministerio de Asuntos Exteriores. La polémica ausencia de los Reyes y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en la reapertura de la catedral parisina de Notre Dame ha desembocado en graves acusaciones del departamento que dirige José Manuel Albares contra el Palacio de La Zarzuela, al no informarle de la invitación que Emmanuel Macron cursó a Felipe VI y de la decisión del monarca de no ir a París por problemas de agenda. Un reproche que no es fruto de un hecho excepcional, sino que se ha convertido en habitual, advierten fuentes gubernamentales.
Exteriores se enteró por los medios de comunicación de que ningún representante español había estado en Notre Dame. Es más, Albares desconocía que Macron hubiese invitado a los Reyes y que la titular francesa de Cultura, Rachida Dati, hubiese hecho lo mismo con su homólogo español. Como las invitaciones a la ceremonia eran «nominales e intransferibles», en palabras de la portavoz Pilar Alegría, y nadie confirmó su asistencia, España se quedó sin una silla dentro de la catedral parisina.
Las citadas fuentes subrayan en que la última omisión de Casa Real a Exteriores no es puntual, sino que se está dando cada vez con mayor asiduidad para desesperación de Albares, que en los últimos meses se ha quejado que desde Zarzuela no se le informa de algunas gestiones internacionales del Rey. Una situación que el ministro ha transmitido al equipo de Felipe VI y que volvió a poner sobre la mesa este martes en el avión oficial que le llevó junto a los Reyes a Roma para la visita de Estado de dos días a Italia.
Desde el Palacio de la Zarzuela se guardó silencio hasta la última hora del martes. Durante más de 72 horas no hubo una explicación oficial sobre el motivo por el cual los Reyes declinaron la invitación. De hecho, el acto no figuraba en la agenda de la familia real que la Casa del Rey difunde todos los viernes. Fuentes consultadas por THE OBJECTIVE señalan que cuando se recibió la invitación de Macron, hace unas dos semanas, se descartó la presencia de Felipe VI y doña Letizia en París por cuestiones de agenda ante una semana «repleta» de actividades públicas.
En el avión que llevó a los Reyes y a Albares a Roma, fuentes de la Casa Real quisieron apagar el incendio diciendo que no existía ningún tipo de desencuentro con el Gobierno y que tras la invitación para asistir a la ceremonia, el Rey envió un telegrama a Macron en el que agradecía la misma, excusaba su ausencia y mostraba su deseo de que la ceremonia fuera un éxito. Sin embargo, no se aclaró si la queja del ministro de que no se le había informado del evento era cierta o no.
El evento de Notre Dame cobró inusitada importancia internacional cuando Donald Trump anunció su presencia en el templo parisino unos días antes de la reinaguración. En ese momento, la Zarzuela ya había rechazado la invitación de Macron y decidió mantener la negativa, por lo que el viaje de los Reyes nunca estuvo en la agenda.
En Exteriores se mira con recelo al nuevo jefe de la Casa del Rey, el diplomático Camilo Villarino, quien tuvo un serio encontronazo con Albares durante la pasada legislatura. Fue cuando el ministro decidió apartarle del destino que había pensado Arancha González Laya para él -embajador en Moscú- y tras varios meses sin ninguna tarea en Exteriores por sus problemas judiciales en el caso Ghali. A raíz de aquello, Villarino tomó la decisión de alejarse del foco mediático y encontró en Bruselas una salida profesional en el Servicio Exterior Europeo (SEAE) como jefe de Gabinete de Josep Borrell.
Villarino ejerció como jefe de Gabinete con cuatro ministros de Exteriores de diferente signo político, un récord en el ministerio. Primero con Alfonso Dastis y luego con los citados Borrell y Laya. Entre medias de estos últimos, también durante la interinidad de Margarita Robles en la que esta última compaginó su cargo de ministra de Defensa con el de jefa de la diplomacia tras la marcha del alto representante de la UE a Bruselas. Una hoja de servicios sin tacha que se vio emborronada por el polémico ingreso hospitalario del líder del Frente Polisario en España en abril de 2021 y que le colocó en el punto de mira judicial.
Esa experiencia de Villarino en la sala de máquinas de Exteriores durante tantos años, en los que tuvo línea directa con la Zarzuela, provoca que Albares desconfíe ahora de él y que no se crea que la omisión de Notre Dame fue fruto de un olvido o un descuido, sino más bien que se trató de una decisión premeditada, señalan las citadas fuentes.
Albares extiende los reproches a Urtasun
En cuanto a la ausencia del titular de Cultura, un compromiso familiar hizo que Urtasun descartase ir a París, cuyo acto tuvo una parte civil seguida de una ceremonia religiosa católica. Además, el ministro mantuvo en su agenda del sábado un acto público en un circo instalado en el espacio IFEMA.
Precisamente, el hecho de que Cultura echase balones fuera tras la polémica, con el argumento de que es Albares quien coordina la política exterior, llevó a este último a descolgar el teléfono y llamar a su compañero de gabinete exigiéndole explicaciones. Las citadas fuentes hacen hincapié en que Exteriores no podía coordinar ninguna presencia española en París sin saber que existían invitaciones de por medio.
Se da la circunstancia de que el portavoz de Sumar es diplomático de carrera, por lo que conoce perfectamente cómo se tiene que canalizar a Exteriores este tipo de cuestiones. De ahí que las fuentes gubernamentales vean roces y una preocupante incomunicación entre ambos ministros. Precisamente, la pasada semana se conoció el nombramiento del también diplomático Álvaro Albacete, jefe de gabinete del titular de Cultura, como nuevo embajador en Venezuela. Una decisión promovida por Albares que ha dejado a Urtasun sin su principal asesor dentro de su departamento y sin un sustituto a día de hoy, pues Albacete aún no tiene relevo.