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La diputada laborista que denunció el 'caso Rotherham' en 2003 fue acusada de racismo

Ann Cryer mostró su preocupación sobre el escándalo de las niñas británicas violadas pero fue silenciada

La diputada laborista que denunció el ‘caso Rotherham’ en 2003 fue acusada de racismo

Ann Cryer, la diputada laborista que denunció el escándalo de violaciones en el Reino Unido. | X

El escándalo de abusos y violaciones que afectó a 1.400 niñas en el Reino Unido a cargo en su gran mayoría de hombres de origen paquistaní vuelve a estar de actualidad. El último informe policial publicado por The Telegraph, y su difusión en redes sociales por parte de destacadas figuras como Elon Musk le ha dado mayor notoriedad a lo que ya se conoce como caso Rotherham, porque afectó a esta ciudad de 250.000 habitantes y a otras urbes posindustriales del norte de Inglaterra y las Midlands. En su momento fue difícil romper el espiral de silencio. Lo hizo la diputada laborista Ann Cryer, y fue acusada por ello de racismo por su propio partido y por los medios de comunicación.

El caso se remonta a 1970. En esta zona del Reino Unido se establecieron numerosos inmigrantes procedentes de Paquistán y Bangladés a lo largo de los años 60. El periodista de GBNews, Charlie Peters, que ha seguido el escándalo de cerca, ha querido explicar en un hilo en sus redes sociales que pese a que se trata de un asunto conocido con anterioridad, en su momento no se le quiso dar la trascendencia que tiene y se tachó de «racistas» algunas de las personas que rompieron el silencio en torno a estas violaciones.

«Vilipendiada» en su partido

La diputada laborista Ann Cryer fue una de ellas. «El caso cobró importancia por primera vez cuando la diputada laborista Ann Cryer expresó su preocupación por el acoso a niñas por parte de ‘hombres asiáticos’ a las puertas de los colegios», señala Peters. Esta diputada del Partido Laborista por Keighley ha explicado que «lloró» cuando conoció el informe policial. Tanto las fuerzas del orden como los servicios sociales, los políticos y, obviamente, los imanes, la rechazaron cuando trató de que se hiciera justicia.

Era 2003 y «muchos miembros de su propio partido la acusaron de racismo» y de generar una alarma injustificada de pánico. «Cryer fue vilipendiada por intentar ayudar a niñas que se enfrentaban a abusos atroces por parte de hombres predominantemente paquistaníes. Fue la primera en sufrir este trato, pero de ninguna manera la última», indica.

Censura en medios

Un año después, en 2004, Channel 4 hizo el documental Edge of the City, sobre los trabajadores sociales de Bradford. Pero horas antes de su emisión fue retirado de la programación. Tanto los movimientos Unidos Contra el Fascismo, The 1990 Trust y la Asamblea Nacional Contra el Racismo como el jefe de policía de West Yorkshire presionaron a la cadena para que lo eliminara.

A juicio del periodista, «se acercaban las elecciones locales» y la película narraba por primera vez la existencia de estas bandas de acosadores, formadas principalmente por hombres del sur de Asia, que abusaban de chicas blancas adolescentes: «Les preocupaba que el Partido Nacional Británico (BNP por sus siglas en inglés), que estaba haciendo mucho ruido sobre las bandas de abusadores, se beneficiara». De modo que el documental fue cancelado y «se perdió otra oportunidad de hablar de niñas de tan solo 11 años que eran violadas en grupo».

‘Mea culpa’ de periodistas

Peters también recuerda cómo el periodista Andrew Norfolk, de The Times, fue el siguiente en retomar la historia. Según explica, Norfolk había informado sobre Ann Cryer, pero no profundizó entonces, y reconoció después: «No quería que la historia fuera cierta porque me hacía sentir profundamente incómodo».

«La sugerencia de que hombres de origen étnico minoritario estaban cometiendo delitos sexuales contra niñas blancas siempre iba a ser la fantasía de la extrema derecha hecha realidad». Pero en 2010 Norfolk consideró que no podía seguir ignorándolo. Se puso en contacto con familiares de las víctimas, que le explicaron cómo se habían sentido defraudados por la policía, los políticos y los medios. Investigó más a fondo e informó a partir de 2011 de los abusos generalizados en Rotherham y de cómo la policía y el ayuntamiento eran conscientes desde hacía mucho tiempo. Sus artículos, además de la primera condena por violencia sexual de un grupo de cinco hombres en 2010, llevaron a la Cámara de los Comunes a interesarte en el asunto.

Tras numerosas investigaciones, 19 hombres y dos mujeres fueron condenados por delitos sexuales. En agosto de 2014, la Cámara de los Comunes concluyó que aproximadamente 1.400 menores habían sido abusados sexualmente en Rotherham entre 1997 y 2013, por hombres predominantemente británicos de origen paquistaní, aunque también estaban involucrados hombres de origen kurdo y kosovar.

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