La nueva hoja de ruta de la ANC prevé la independencia de Cataluña para 2028
La Asamblea Nacional Catalana vaticina un escenario económico negativo que impulsará la secesión «en tres años»
Lluís Llach, presidente de la ANC. | ANC
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) no tira la toalla. En uno de los momentos de mayor desafección ciudadana hacia las tesis independentistas y los partidos que la defienden, la entidad de referencia de la causa secesionista ha presentado su nueva hoja de ruta para reactivar el llamado procés. En el documento estratégico hecho público, aseguran que hay margen y capacidad organizativa para consumar la independencia «en tres años», es decir, en 2028. Este documento recibió el apoyo del 83% de los socios que participaron en las votaciones de la nueva estrategia.
El plazo de tiempo fijado por la entidad que dirige Lluís Llach coincide con el final de la actual legislatura. El Gobierno de Salvador Illa se impuso en las urnas al resto de partidos, y los independentistas no lograron retener la mayoría parlamentaria que les había acompañado desde el inicio del procés. Sin embargo, la ANC quiere buscar una nueva coyuntura propicia para «paralizar y controlar» Cataluña con huelgas como las del 3 de octubre de 2017, con las que recuperar «la desobediencia civil y la lucha no violenta».
A juicio de la ANC, cuentan con una «estrategia viable» para materializar su hoja de ruta. Algo que contrasta con el escenario político de la región: el Ejecutivo del PSC ya ha dicho por activa y por pasiva que ni el referéndum ni la vuelta al procés está en la agenda política y que la «sociedad catalana ha pasado página» de aquellos años convulsos. Hasta el punto de que están empezando a regresar algunos de los bancos y empresas que se fueron por el desafío secesionista.
Acompañados por Junts y ERC
En el acto celebrado en el Ateneo barcelonés el pasado sábado, su presidente ha explicado los «pasos a seguir en el frente civil, institucional e internacional para desencadenar el nuevo embate por la independencia y defender la república catalana».
Como se observa en el vídeo difundido por la propia entidad, han hecho acto de presencia algunas figuras destacadas de Junts, ERC y la CUP, como el secretario general de Junts, Jordi Turull. También la entidad Òmnium Cultural, el sindicato de los funcionarios independentistas, la Intersindical, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y el Consell de la República, ente controlado por Puigdemont y que Toni Comín aspira a liderar.
La entidad, aseguran, no actuará como «muleta» de las formaciones independentistas y no participarán en la «gestión autonomista de la colonia ni en el sometimiento» que comporta. De hecho, son muy críticos con la política de pactos de ERC y Junts con los socialistas, tanto en el Congreso como en el Parlament.
La nueva ANC ante los problemas sociales
La posibilidad de una sentencia dura del Tribunal Constitucional sobre las llamadas leyes del catalán para sortear el 25% de castellano en los colegios puede ser un punto de tensión para volver a agitar las aguas, junto a los problemas del Cercanías -que sigue sin transferirse a Cataluña- y de la vivienda.
De alguna manera, la entidad espera una coyuntura económica negativa que reactive el movimiento. Por esta razón trabajan para despojarse de la imagen de entidad «cercana a Junts» que habría virado hacia la derecha. Y buscan centrarse en las preocupaciones que los catalanes identifican cuando se les pregunta en los sondeos de la Generalitat. En esta línea, su última campaña se ha enfocado en afirmar que la independencia es la única manera de disponer de unos «trenes dignos».
