Rebelión en Vox Salamanca contra su líder: cargos del partido piden «democracia interna»
El ex ‘número dos’ del partido reúne a alcaldes y concejales críticos que piden volver a «los principios fundacionales»
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Cargos de Vox en Salamanca, liderados por el procurador Javier Teira, posan frente al consistorio salmantino. | Cedida
Un grupo de militantes y cargos de Vox de los municipios más importantes de Salamanca, liderados por el ex número dos del partido en la provincia, Javier Teira, se han rebelado contra el Comité Ejecutivo Provincial (CEP), dirigido por Carlos Menéndez, hombre de confianza de Santiago Abascal. Los rebeldes se reunieron este martes, según ha podido saber THE OBJECTIVE, con el objetivo de pedir una «renovación e impulso» a la dirección nacional.
Para mandar un mensaje contundente, Teira, que dimitió en noviembre como número dos pero sigue como procurador en las Cortes de Castilla y León, reunió a cargos de Vox que dicen representar al 80% de los votantes en la provincia. Estos son Celestino del Teso (diputado provincial), Ignacio Hernández (alcalde de Sotoserrano), Roberto Guinaldo (alcalde de Madroñal), Crescencio Martín (alcalde de Valdelageve), Juan Antonio Pascual (teniente de alcalde de Alba Tormes), Alejandro Pérez de la Sota (concejal de Salamanca), María Carpio (concejal de Salamanca), Patricia Martín (concejal de Ciudad Rodrigo), Ana Carmen Toledano (concejal de Santa Marta), Roberto Sánchez (concejal de Carbajosa de la Sagrada), Carlos Hernández (concejal de Villamor) y Eusebio Sánchez (concejal de La Hoya).
Los rebeldes reafirman que su compromiso es «con España y con los votantes», y no con el CEP, y piden volver a los «principios fundacionales de Vox»: «La defensa de la vida, la libertad y la propiedad; de la legalidad en la vida pública y privada; de la transparencia y la democracia interna como guías fundamentales de la acción política». También lanzan un dardo a Menéndez, indicando que «el sentido del honor y el compromiso personal son los únicos motivos válidos y legítimos para el ejercicio de la política, por encima de cualquier personalismo e interés particular».
Contra Menéndez
En un manifiesto al que ha tenido acceso este medio, los firmantes han ratificado también su convicción de que «la grave situación por la que atraviesa España sólo puede ser afrontada contando en los puestos de responsabilidad con personas que acrediten capacidad, experiencia, valor y conducta intachable, en las que la ciudadanía pueda verse representada y reflejada, y que devuelvan la confianza en la Política y en las personas que la ejercen, desde la concejalía de un pequeño municipio hasta las Cortes Generales y el Gobierno de la Nación».
Este grupo de críticos señala en todo momento a Menéndez, que actúa con «menosprecio» e «imposiciones» a sus cargos. Unas imposiciones que vendrían desde Madrid, pues Menéndez es el hombre de Abascal en Salamanca. Pese a ello, manifiestan su «absoluta confianza en los órganos nacionales de Vox», y su convicción de que, en las actuales circunstancias, «tomarán las decisiones adecuadas en consonancia con todos los principios y compromisos manifestados».
Crisis en Salamanca
Es el último episodio en la larga crisis que atraviesa Vox en Salamanca, y que todavía no ha sido atajada por la dirección nacional, que ha blindado a Carlos Menéndez y al actual CEP. En octubre, varios afiliados y cargos públicos ya transmitieron por carta al máximo órgano del partido que la actual dirección de Salamanca está «secuestrada» por antiguos militantes del PP, que Menéndez tiene paralizado el partido, que no cuenta con los afiliados, y que desde el actual CEP se están intentando «tapar» presuntos casos de mala gestión de dinero público, señalando como ejemplo lo sucedido en el Ayuntamiento de Sotoserrano.
Pero el problema viene de lejos. En abril de 2023, cinco miembros del CEP dimitieron ante la «deriva personalista» del partido, denunciando que la candidatura municipal había sido «confeccionada a espaldas» del órgano provincial por parte del candidato, Ignacio Rivas; del presidente, Carlos Menéndez; y de la entonces vicepresidenta, Teresa Rodríguez, que también abandonó el partido este verano tras la salida abrupta del Gobierno de coalición con el PP.
Pese al evidente «incendio» del que hablan los distintos cargos municipales consultados por THE OBJECTIVE, estos recalcan que «no es un movimiento partidista para hacer daño a Vox», sino que simplemente quieren poner en evidencia «el funcionamiento del partido en la provincia», dando la cara por primera vez. Fuentes de Vox a nivel nacional admiten que ha habido contactos para calmar las aguas, pero se niegan a hacer más declaraciones sobre este asunto.