El Podemos de Irene Montero se estanca en los sondeos y no rompe la barrera del 5%
Los últimos estudios demoscópicos siguen señalando que Sumar le saca una diferencia de al menos dos puntos
Este año debe ser el del sorpasso a Sumar. Es la consigna de Podemos para 2025, después de haber logrado el año pasado sobrevivir al ejercicio tal vez más complicado de toda su historia. Tras la decisión de Yolanda Díaz de echar a Irene Montero y otros referentes de su partido de las listas electorales, la formación morada ha entrado en una travesía del desierto que, sin embargo, todavía no ha acabado. Podemos ha pasado en un año de tener una estimación electoral alrededor del 1% al 4% o 5%. En términos de supervivencia es un éxito, pero ahora hace falta apuntalar la venganza con un sorpasso demoscópico de Sumar.
El problema es que según las últimas encuestas, Podemos tiene dificultades para romper la barrera del 5% de votos. Sumar logró un 12% en las elecciones del 23-J, y a partir de entonces cayó en picado, hasta el 6% o 7%. Pero en las filas de la coalición de Díaz creen que ese es su suelo, y que el 5%, como mucho, sería el techo de Podemos. Es decir, que confían en que no cristalice ningún tipo de sorpasso formal o virtual en las encuestas. Así lo revelan los estudios más prestigiosos, afirman fuentes de Sumar, aunque en Podemos insisten en que estos datos revelan un empate técnico.
Sea como fuere, lo cierto es que Irene Montero logró con su candidatura europea lanzar un mensaje dentro y fuera del partido, algo así como que Podemos está vivo y seguirá luchando. Los morados tienen en su hoja de ruta otra operación encubierta, que consiste en alejar a Izquierda Unida de Sumar para reeditar una alianza parecida a la de Unidas Podemos. Pero IU sigue sin decantarse por uno u otro aliado. Su coordinador federal insiste en buscar frentes comunes y amplios, pero las probabilidades de que Podemos vuelva a pactar con Yolanda Díaz son escasas.
Dos puntos
Así que hay que acudir a los sondeos para determinar cuál es el verdadero «motor» de la izquierda alternativa al PSOE, porque eso decantará la balanza de las futuras alianzas, según mantienen en Podemos. GAD3, en su estudio publicado el 23 de enero, ubica a Podemos alrededor del 4% de votos, y a Sumar en el 6,9%. El Instituto DYM es algo más generoso con los morados: asigna a Podemos una estimación electoral del 5% de votos, y a Sumar el 6,4%. Esa encuesta es la que acerca más a Podemos a un sorpasso o empate con la formación de Díaz.
Las encuestas publicadas en diciembre por Sociométrica, 40dB. y SigmaDos dan a Podemos entre un 4,2% y un 4,6% de votos, y a Sumar le asignan entre un 5,1% y un 6,4%. El último estudio del CIS del mes de enero otorga a los morados una estimación electoral del 3,9% y a Sumar un 6,5% de votos. El instituto que dirige José Félix Tezanos es el que mantiene la mayor horquilla entre los dos bloques.
En Podemos creen tener margen de crecimiento a lo largo de este año. Su posición díscola y más «autónoma» en el Congreso les permite competir en términos de visibilidad pública con los ministros de Sumar. Es cierto que Díaz goza de una ventaja al ejercer de vicepresidenta del Gobierno, pero Podemos cree que con el debate presupuestario aumentará su visibilidad, y que eso se traducirá en más apoyos en las encuestas.
Regreso de Iglesias
Esta es la lectura más optimista que se puede escuchar en el bando de Podemos. Aunque también hay otra, algo más pesimista, que señala la necesidad de que Pablo Iglesias se encargue de finiquitar la venganza con Sumar. Iglesias ha ganado de momento visibilidad, e internamente circula la tesis de un posible regreso a la primera línea, tal y como adelantó este diario en varias informaciones.
La clave estará en si el Gobierno tiene o no la capacidad de cerrar la legislatura. En función de que se celebren elecciones adelantadas o no, Podemos decidirá qué estrategia emplear. Desde las filas moradas aseguran, al menos de momento, su intención de ir por libre, o como mucho en alianza con IU, y con Irene Montero de candidata. Aunque eso no excluye que Iglesias juegue igualmente un papel de protagonista en la campaña.