Vox anuló una licitación en Valencia para favorecer al marido de la delegada del Gobierno
Una gerente presentó su dimisión tras el bloqueo del pliego de la campaña de publicidad por parte de Juanma Badenas

Juanma Badenas, líder de Vox en Valencia. | Europa Press
El ya exlíder de Vox en Valencia, Juan Manuel Badenas, bloqueó en marzo del año pasado una primera licitación de la campaña de publicidad de la fundación Valencia Activa, con el fin de lanzar luego en julio el pliego amañado que garantizase la adjudicación a favor del Instituto Mediterráneo de Desarrollo Sostenible (Imedes), la empresa del marido de Pilar Bernabé, la actual delegada del Gobierno de Pedro Sánchez en la Comunidad Valenciana.
La paralización de la primera de las licitaciones provocó un terremoto interno dentro de la concejalía de Badenas que se saldó con la dimisión de la entonces gerente de Valencia Activa, Isabel Rubio, quien a los pocos días fichó como directora general de Relaciones Institucionales de la alcaldesa, María José Catalá. Meses después se produjo el despido de la directora de Comunicación de la fundación por no validarla. En un audio desvelado por THE OBJECTIVE, el vicealcalde confesó que veía a la citada ‘dircom’ como un obstáculo para sus planes: «Hay que quitarla porque es una persona que está pasando la información a los otros», les advirtió a los directivos de la fundación con los que se reunió el 30 de julio. El despido se produjo a las pocas semanas.
La primera licitación, publicada en el Portal de Contratación del Sector Público el 20 de febrero de 2024, seguía el esquema habitual de años anteriores: contaba con el visto bueno tanto de la responsable de comunicación de Valencia Activa como de su gerente. Además, tenía un presupuesto sin IVA de 138.000 euros, el mismo que aparecería luego en julio. Sin embargo, Badenas ordenó la anulación del expediente el 4 de marzo, apenas quince días después, preparando el terreno para introducir una licitación con cambios clave que beneficiaron finalmente a Imedes.
El vicealcalde firmó la orden de anulación del contrato (ver abajo) con el argumento de que constaba un informe de Gerencia sobre «la falta de claridad y la ambigüedad de los pliegos de prescripciones técnicas y administrativas», lo que había originado «numerosas peticiones de información de las empresas interesadas en participar en el proceso, con el objeto de clarificar distintos aspectos técnicos y administrativos de la licitación». Este dato es cuestionable ya que en la segunda licitación de julio solo se presentó una compañía al margen de Imedes. Fue la empresa Tower Bridge SL, que perdió de calle la licitación en la parte más subjetiva: apenas logró 2,5 puntos, mientras que la consultora del marido de Bernabé cosechó 25 con su propuesta amañada.

Además, en la primera licitación se marcaba la exigencia de presentar servicios o trabajos «de igual o similar naturaleza» que se hubiesen realizado «en el curso de como mínimo los tres últimos años». Por tanto, los aspirantes al contrato debían acreditar la gestión de campañas «en medios con, al menos, tres entidades públicas o privadas por importe igual o superior al del valor del presente contrato» -los citados 138.000 euros sin IVA- y realizados «en un único ejercicio de los últimos tres años».
Tal y como reveló THE OBJECTIVE, el nuevo pliego fue redactado directamente por la empresa del marido de Bernabé, Javier Cebrián, quien entregó en mano la propuesta final al Ayuntamiento el 21 de junio, tres días después de haberla terminado en su ordenador, como evidencian los metadatos del documento. A partir de ahí, todo se aceleró: el 27 de junio, Valencia Activa elaboró la memoria justificativa para dar base legal al contrato; el 1 de julio, la licitación se subió al Portal de Contratación con plazos mínimos para restringir la competencia; el 10 de julio finalizó el plazo para obtener los pliegos; y el 16 de julio se cerró el período para presentar ofertas. Solo se presentaron dos empresas y la adjudicación a favor de Imedes, por un importe de 156.030,71 euros (IVA incluido), se aprobó el 8 de agosto en plenas vacaciones de verano.
La diferencia entre ambas licitaciones radicaba en los cambios amañados introducidos en el segundo pliego. El objeto del contrato dejó de ser campañas de publicidad para convertirse en «organización de eventos con medios de comunicación», un truco para sortear la legislación en publicidad institucional y evitar que la adjudicación dependiera de criterios objetivos de audiencia. Además, se manipularon los criterios de adjudicación reduciendo el peso del precio del 75% al 45%. Con ello, se permitió que la valoración dependiera de criterios subjetivos, un hecho que fue determinante en julio. También se incluyeron requisitos específicos copiados palabra por palabra del documento original de Imedes, como la necesidad de contar con un jefe de Proyecto con 10 años de experiencia en comunicación, un ejecutivo de Proyecto especializado en campañas institucionales y un gestor técnico con experiencia en publicidad y medios.
El resultado fue el esperado: Imedes arrasó con 100 puntos, los máximos posibles, frente a los 77,5 que obtuvo Tower Bridge SL, gracias a la ventaja en la parte de los criterios subjetivos. La implicación de Badenas en el amaño no acabó ahí. De acuerdo con los audios a los que tuvo acceso este periódico, el todavía vicealcalde reconoció en una reunión interna que el destino de los fondos publicitarios estaba acordado de antemano con la empresa adjudicataria para excluir a medios críticos y garantizar que los beneficiarios fueran afines a sus «ideas».
Vox toma cartas en el asunto
En la misma reunión, Badenas arremetió contra dirigentes de su propio partido como el ex vicepresidente de Vox en la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, o el secretario general nacional, Ignacio Garriga. El escándalo provocó que la formación de Santiago Abascal abriese una investigación interna sobre el contrato de Imedes. Sin embargo, Badenas se ha atrincherado y ha roto los primeros puentes con la dirección nacional, lo que ha elevado la tensión dentro del partido. En este sentido, el viernes decidió fulminar a su jefa de prensa, un movimiento que fue interpretado en Bambú, la sede nacional de Vox, como una purga interna para intentar mantener el control del grupo municipal.
Desde Vox Valencia, lejos de defender la gestión de Badenas, han admitido que «todos los acuerdos de comunicación adoptados desde la Fundación Valencia Activa se han hecho sin coordinar ni poner en conocimiento del partido». Esto refuerza la tesis de que el vicealcalde actuó por su cuenta y sin supervisión, lo que ha llevado a la cúpula de Vox a tomar cartas en el asunto.
Por su parte, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, anunció la semana pasada que ha ordenado analizar la legalidad del contrato de Valencia Activa. Preguntada por un posible cese de Badenas, Catalá se limitó este lunes a declarar que, por el momento, se está recopilando toda la documentación para que la asesoría jurídica del Ayuntamiento evalúe la situación.
Mientras la crisis interna en Vox sigue escalando y crecen las presiones para que Badenas abandone su cargo, el caso sigue en el punto de mira de la Fiscalía Anticorrupción, que ya ha recibido una denuncia sobre el amaño del contrato a Imedes. Estas revelaciones se suman a las ya publicadas por este medio, que demostraron cómo Javier Cebrián, esposo de Bernabé, no solo tuvo acceso anticipado al pliego, sino que lo redactó y lo llevó en mano al Ayuntamiento antes de su publicación. Un presunto tráfico de influencias que sugiere la connivencia entre Vox y parte del PSOE en la capital valenciana.