El viaje exprés de Pedro Sánchez al Foro de Davos en 2024 costó 185.000 euros
El presidente acudió a Suiza en enero del pasado año con una delegación de 15 personas de su círculo más cercano

Pedro Sánchez en su intervención en el Foro de Davos. | Europa Press
El viaje de la delegación de la Presidencia del Gobierno de España a Davos del año 2024 costó 186.705,13 euros. Pedro Sánchez asistió al Foro Económico Mundial, que tiene lugar anualmente en la ciudad suiza, acompañado de un grupo de 15 asesores y personas de confianza —sin contar al personal de seguridad—, además de varios de sus ministros y representantes de las principales empresas del Ibex 35.
THE OBJECTIVE ha tenido acceso, a través de una solicitud al portal de Transparencia, al desglose facilitado por Moncloa sobre los gastos de la delegación durante su estancia en Suiza. Del total, 132.084,02 euros se destinaron a «locomoción», mientras que los 54.621,11 euros restantes corresponden a gastos en «alojamiento y manutención». No se han ofrecido más detalles sobre algunos conceptos, bien por considerarse que tienen «falta de relevancia» o por cuestiones que puedan comprometer la seguridad del presidente.
La delegación de Sánchez en esa edición del Foro de Davos estuvo compuesta por 15 personas de su círculo más cercano, mientras que la representación del Gobierno en Davos incluyó a cuatro de sus ministros: el titular de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo; la entonces ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico Teresa Ribera; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; y el exministro para la Transformación Digital y de la Función Pública José Luis Escrivá.
Entre la representación española en el Foro Económico Mundial aparecen también los nombres de los líderes de los gigantes del Ibex. El presidente mantuvo un breve y discreto encuentro con un puñado muy reducido de los grandes empresarios españoles en medio de su apretada agenda en Davos.
El Ibex estalló contra su intervencionismo
Sin embargo, aquella reunión con los grandes del Ibex generó preocupación en cuanto al futuro económico de la legislatura. Directivos de estas empresas consultados en aquel momento por este diario coincidieron en señalar que el presidente de Gobierno había marcado una hoja de ruta hacia un modelo más intervencionista, con máxima participación del Estado, que ponía en peligro la competitividad y productividad de las empresas y, por tanto, abocaba a España a seguir perdiendo riqueza e inversiones.
En el Foro Económico Mundial, el líder del PSOE dibujó ante el mundo un nuevo modelo económico con más peso del Estado en las empresas, con más subvenciones y con una fuerte regulación para adaptar las estrategias de las grandes compañías a las decisiones del Gobierno.
Y como colofón se pidió a las grandes corporaciones que «colaboraran» con este nuevo ecosistema económico y que se plegaran a las demandas de Sánchez, que —entre otras cosas— pasan por «colaborar con la sociedad». Es decir, aceptar todo lo que acuerden en la Mesa del Diálogo Social el Gobierno y los sindicatos y trabajar a favor de un «Estado de Bienestar que apoya a las clases medias y trabajadoras». «Un discurso del siglo pasado», comentó un directivo consultado.
Sánchez reivindicó el papel de España como referente progresista
En el contexto político, el jefe del Ejecutivo aprovechó su intervención en el Foro de Davos 2024 para reivindicar el papel de España como referente en políticas progresistas y abogar por un nuevo paradigma global que combine crecimiento económico, justicia social y sostenibilidad medioambiental. Durante su discurso, Sánchez subrayó los principales desafíos que enfrenta la comunidad internacional y expuso el modelo español como ejemplo de que la socialdemocracia puede ser eficaz en tiempos de incertidumbre.
Uno de los ejes centrales de su intervención fue la defensa del orden internacional basado en reglas. En un contexto marcado por la guerra en Ucrania y la escalada de violencia en Gaza, el presidente español insistió en la necesidad de fortalecer el multilateralismo. «Apoyamos sin fisuras a Ucrania frente a la agresión rusa», afirmó, al tiempo que reclamó un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza y la apertura de un proceso que conduzca a una solución de dos Estados. Sánchez subrayó la obligación de respetar el derecho internacional humanitario y de proteger a la población civil en los conflictos armados.
Importancia de la inteligencia artificial
En un mundo cada vez más condicionado por la tecnología, Sánchez también puso el foco en la gobernanza global de la inteligencia artificial (IA). Si bien reconoció las oportunidades que ofrece esta tecnología para impulsar la productividad y la innovación, alertó sobre los riesgos que puede entrañar si no se regula adecuadamente. El jefe del Ejecutivo defendió la necesidad de garantizar que la IA respete los derechos fundamentales, evite la discriminación y se utilice de manera ética y responsable. Recordó que España está liderando iniciativas en esta materia, como el desarrollo de un sistema de supervisión de algoritmos, y destacó las inversiones que se están realizando para impulsar la fabricación de semiconductores y la digitalización de los servicios públicos.
El tercer gran desafío señalado por Sánchez en Davos fue la necesidad de garantizar la prosperidad de las clases medias y trabajadoras, que a su juicio se sienten cada vez más amenazadas por la desigualdad y la precariedad. «Cuando la prosperidad se concentra en unos pocos, el contrato social se rompe y el populismo y la extrema derecha encuentran terreno fértil», advirtió. En este sentido, reivindicó las políticas aplicadas por su Gobierno en los últimos años, que —según defendió— han permitido reducir la desigualdad y las emisiones contaminantes, al tiempo que se ha mantenido un crecimiento económico robusto y se ha generado empleo. «Hemos demostrado que es posible combinar crecimiento económico, sostenibilidad ambiental y justicia social», aseguró.
Además de su discurso, en ese 2024, Sánchez mantuvo en Davos reuniones con líderes de grandes compañías tecnológicas y energéticas. Entre otros, se entrevistó con el presidente de asuntos globales de Google, Kent Walker, y el consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, con quienes abordó posibles inversiones en España en el ámbito de la transición energética y la digitalización. El presidente aprovechó estos encuentros para reforzar el mensaje de que España es un país atractivo para la inversión extranjera, especialmente en sectores estratégicos como las energías renovables y la economía digital.
En una primera versión de esta noticia se hacía referencia a que los gastos se realizaron en el Foro de Davos celebrado entre el 21 y el 22 de enero de este año, pero los datos corresponden al viaje de la edición de 2024.