El empresario del 20% señala directamente a Santos Cerdán: «Era el testaferro de Ábalos»
El testigo de TO asegura que Koldo «tenía que ir todos los días a reportar» al actual ‘número dos’ del PSOE
El empresario que ha revelado a THE OBJECTIVE la existencia de una trama que exigía comisiones «de entre el 15% y el 20%» a cambio de amaños en la contratación de obra pública amplía el abanico de los integrantes del llamado «grupo acelerador» para la contratación con la Administración del Estado. Según el testimonio de este testigo directo de las operaciones, el actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, era una especie de «testaferro de José Luis Ábalos», a quien «Koldo reportaba cada día». Un aspecto que llamó la atención de este personaje que trabó una relación permanente con el entramado durante un espacio de aproximadamente dos años, cuando éste se encontraba en su máximo apogeo, a finales de 2020.
Manteniendo su identidad en el anonimato, pero tras comprobar este diario dicha identidad y acreditar documentalmente su relevancia en determinados negocios junto a José Luis Ábalos, Koldo García, Víctor de Aldama, Israel Pilar y Pepe Ruz, este empresario, testigo directo de modus operandi de la trama, relata las reuniones diarias de la presunta red corrupta y revela el papel de cada uno de los integrantes de la organización. Del actual número tres del PSOE dice que no participaba presencialmente en los encuentros, pero era Cerdán el hombre a quien Koldo «reportaba a diario» para obtener la autorización en determinados proyectos.
«En ese momento, se hablaba mucho de Santos Cerdán, pero yo no sabía quién era. Ahora lo he sabido por la prensa. Pero en ese momento no sabía quién era. Pero yo le podría decir que, casi cada día, el señor Koldo García reportaba o hablaba con el señor Santos Cerdán». Cuenta este empresario que era directamente la mano derecha del ministro y entonces secretario de Organización del PSOE quien rendía cuentas de sus conversaciones ante Cerdán, que en aquel momento era la mano derecha de Ábalos en la Organización del partido, en el puesto de secretario de Acción Electoral. «Tenía que ir todos los días a reportar al señor Santos Cerdán», explica este hombre para quien «era curioso» las constantes referencias de Koldo a Cerdán que evidenciaba que era el número tres del PSOE actual quien le daba la autorización para determinadas operaciones. Pero siempre que se abordaba un nuevo negocio, Koldo decía: «Voy a hablar con…»; «Esto lo tengo que hablar con Santos Cerdán, hablaba mucho de esta persona».
El ‘reporte diario’ de Koldo a Cerdán
Con «esto», se refiere el entrevistado a «los proyectos que había encima de la mesa», desde «contratos con la Administración de adjudicación de obra pública» a otro tipo de operaciones que continuaron tras la salida de Ábalos del Gobierno y de la secretaría de Organización del PSOE en julio de 2021, desvelados por THE OBJECTIVE hace varias semanas. «Había un tema de una licencia bancaria, había un tema de emisión de deuda en Guinea. Un día les vi reunidos con el embajador de Guinea…». Dos operaciones en las que se vio inmerso el ministro desde finales de 2020 hasta varios meses después de su salida del Gobierno, habiendo participado incluso en varios viajes a Guinea Ecuatorial para tratar directamente con el dictador Teodoro Obiang la compra de deuda soberana del país africano.
No en vano, y como informó este diario, la operación se realizó a través del mismo despacho que ofreció a la empresaria Carmen Pano 50.000 euros si cambiaba su testimonio de entrega de 50.000 euros en la sede del PSOE en la calle Ferraz. A medida que este empresario fue afianzando su relación con el grupo, especialmente con el líder y constructor Pepe Ruz, este informante tuvo claro el papel de Cerdán: «Lo que yo intuyo es que podía ser perfectamente un testaferro del señor Ábalos».
De ese reporte diario existen varios testigos porque muchas de las llamadas se producían a la vista de todos en las comidas que se celebraban casi diariamente en el restaurante La Tragantía, en el madrileño barrio de Chamartín. «No es una persona que tenga una voz suave y cuando cogía el móvil, toda La Tragantía se enteraba de que hablaba con él». No solo hay testigos de las conversaciones, sino también del intercambio de sobres entre los miembros del grupo y otras personas que no identifica: «A ver, con los guardias civiles si se reunían cada dos por tres. Siempre había porque tengamos en cuenta que el cuartel está delante. Dinero no vi en ningún caso, pero sí vi sobres que se intercambiaban entre ellos mismos. Sobres. Entre Koldo y gente que le daba algo a Koldo, Koldo se lo ponía en el bolsillo y ya está. Dinero entre ellos».
Pilar y «la inteligencia israelí»
Aparte del trasiego de sobres, conversaciones telefónicas y reportes, otra evidencia que apuntala esta afirmación era la cercanía de José Luis Ábalos y Pepe Ruz, entonces presidente de la constructora Levantina, Ingeniería y Construcción, a quien el testigo de este periódico define como un amigo de la infancia, pese a ser originario de Granada: «Eran muy amigos los dos. Los dos son de Valencia y eran muy amigos desde muy pequeños». De ahí que delegara en él la delicada encomienda de liderar este grupo mediador en la contratación pública. Algo que generó ciertas tensiones con el comisionista Víctor de Aldama, con quien pugnaba por ser el número dos de la organización. Según lo expuesto por diversas fuentes conocedoras del entramado, en un primer círculo de influencia, en torno a José Luis Ábalos, se encontraban Koldo García Izaguirre y Santos Cerdán, y en un segundo escalón, competían Ruz y Aldama.
A diferencia de Ruz, Aldama no era un habitual de las reuniones en el restaurante de cabecera del entramado. «No se hacía ver nunca directamente, pero se hablaba mucho de él, salía su nombre a menudo», primero por su condición de consejero de Globalia hasta después del rescate de Air Europa, y después, como conseguidor de contactos con el sector empresarial. Un papel que ejercía con la ayuda del presidente de Sortis, Israel Pilar, a quien este empresario vincula con la inteligencia israelí. Por esa función de «enlace» entre la Administración y los empresarios que demandaban sus servicios, Aldama cobraba una comisión aparte «dependiendo del proyecto que se acelerara».
Aldama era «muy cercano, pero muy cercano, al señor Israel Pilar». El punto fuerte de Sortis es que su presidente tenía «relación directa con el grupo de Inteligencia israelí. A raíz de esto, él cogía mucho poder, porque sabía perfectamente cómo se manejaba todos los sistemas de seguridad para este tipo, entonces, tenía mucha información privilegiada».
Las tensiones entre los integrantes de esta «pseudo empresa» también se produjeron por la confusión que se generó con un nuevo perfil ‘externo’ del entramado. Según este empresario, el hijo de Ábalos, Víctor Manuel Ábalos, también salía en las conversaciones como partícipe en determinados negocios. Y ello «provocó varios enfrentamientos entre José Luis Ábalos y Víctor de Aldama» porque, en ocasiones, Víctor de Aldama se hizo pasar por el primogénito del exministro para hacer determinados negocios.
«Tengo constancia de que había muchas discusiones en cuanto a que el señor Víctor de Aldama decía que se llamaba Víctor y la gente le confundía con Víctor Ábalos», asegura este testigo. ¿Se hacía pasar Aldama por el hijo mayor del exministro? «Lo hacía ver, no lo decía directamente, pero decía: ‘Pero es que soy Víctor’. Es una forma de darlo a entender… ¿no?». Como reveló THE OBJECTIVE hace meses, estas confusiones motivaron que el círculo más próximo a Ábalos, empezando por el mismo, y continuando por el propio Koldo, hicieran referencia a Aldama por su segundo nombre: Gonzalo.