The Objective
Política

El embajador impuesto por Ábalos en Cuba dejó un agujero de 2,5 millones en Colombia

Martín Peccis legó una situación comprometedora a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI)

El embajador impuesto por Ábalos en Cuba dejó un agujero de 2,5 millones en Colombia

Ángel Peccis en la embajada de España en Cuba.

Ángel Martín Peccis. Exembajador de España en Cuba, cooperante internacional y exdirector de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en Colombia. Su trayectoria nos retrotrae a hace veinte años, cuando empezó su actividad en el país caribeño. Y la línea de puntos conduce a José Luis Ábalos, con quien trabó amistad en la negociación del proceso de paz con las FARC en 2016. Ábalos participó como observador internacional y Peccis como firmante, ya que la oficina de Colombia de la OEI fue signataria del tratado.

Ábalos y Peccis tuvieron vinculación con Colombia en paralelo, desde muchos años atrás, de su etapa de cooperantes españoles. El exministro empezó a viajar al país caribeño desde finales de los años 80, donde se involucró en la disolución de la guerrilla del M-19 y como director del programa de Cooperación y Solidaridad Norte-Sur de la Generalitat valenciana. Peccis empezó en los años 2000 a establecerse en Colombia, donde se casó dos veces y donde actualmente reside. En 2003, el exministro socialista adquirió el terreno colombiano en el municipio de Tuluá, que desveló la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil; en 2006, Peccis empezó a dirigir la oficina de la OEI en Bogotá.

Su relación no sólo se ha mantenido, sino que ha crecido veinte años después. Según fuentes internas de la OEI consultadas por THE OBJECTIVE, Ángel Peccis fue nombrado embajador político de España en Cuba en 2020, a instancias del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, después de un largo forcejeo con el ministerio de Exteriores, primero con Josep Borrell, hasta noviembre de 2019; después con la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, quien se resistía a nombrar a alguien sin experiencia diplomática ni política en una de las embajadas más sensibles y codiciadas de la carrera. Ábalos propuso a Peccis como embajador en Colombia, pero Borrell primero y Laya después se opusieron taxativamente. Según estas fuentes, la embajada de Colombia ya tenía información sobre presuntas corruptelas de Peccis en el organismo intergubernamental. En un segundo intento, Ábalos propuso a su amigo como embajador en Cuba.

Fuentes gubernamentales aseguran que también intervino el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien Peccis tiene una dilatada amistad personal. Nombrado embajador en Cuba en noviembre de 2020, fue destituido en febrero de 2024, el mismo mes en que estalló el caso Koldo, tras ser detenidos el asesor del ministro de Transportes, Koldo García, su mujer, Patricia Úriz, y el comisionista Víctor de Aldama. En la investigación, la UCO puso en la diana varios viajes de Ábalos y Koldo a Cuba y Colombia. En diciembre de 2021, ambos celebraron el fin de año en Cuba junto al embajador Ángel Peccis, y al año siguiente, en 2022, repitieron en Colombia.

Las irregularidades de la OEI en Colombia

La polémica de su nombramiento radica en las reiteradas irregularidades que se produjeron en la Oficina de Colombia de la Organización de Estados Iberoamericanos, que presidió Peccis de 2006 a 2020. Según la ingente documentación que obra en poder de este periódico, Peccis incurrió en excesos contables e incumplimientos de la Organización de forma reiterada en los 14 años que dirigió este organismo intergubernamental especializado en programas de cooperación en el país caribeño. Pero no fue hasta 2018 cuando saltaron las alarmas. A finales de ese año y principios del 2019, se iniciaron varios viajes de los responsables de la Administración y Finanzas a Bogotá, donde se detectaron numerosas prácticas abusivas por parte del director general de la oficina colombiana. A su llegada a Madrid, fue informado el secretario general de la OEI a nivel mundial, Mariano Jabonero, actualmente en el cargo. Fruto de ello se hicieron dos autorías, una interna y otra externa.

La primera corrió a cargo de la auditora de la Organización, María Elena Laprea Jerez, con fecha de 9 de julio de 2019, tras varios requerimientos de información a Ángel Peccis, a quien se le remitió el documento interno al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE en el que se plasmaron numerosos «incumplimientos de riesgo elevado». El primero de ellos, en el departamento de Recursos Humanos de la oficina: «De los 82 contratos de honorarios profesionales, de personas que trabajan en nuestras instalaciones y que se encontraban vigentes a la fecha de nuestra visita» sólo siete «realizan funciones permanentes», y otros ocho que «llevan más de 5 años con contratos concatenados».

Otra deficiencia detectada fue con relación a los gastos del director: «Se observan numerosos pagos personales del director» a modo de «anticipo» que «no son descontados en su totalidad en la siguiente nómina», con lo cual, con fecha 31 de mayo de 2018, había un saldo negativo de Peccis de 13.169,63 de dólares. Una práctica que supone un «incumplimiento de los sistemas de control establecidos desde la Secretaría General», en manos de Mariano Jabonero. Igualmente, el documento alerta de otras deficiencias relativas a determinados proyectos de cooperación adjudicados al Ministerio de Agricultura de Colombia, sin convocatoria pública, en contra de la legislación colombiana, y por un importe de tres millones de dólares. Motivo por el que se alerta y exige «realizar los procedimientos de compra correctamente» por tratarse de «fondos del Estado» y porque «se pueden poner en duda estas contrataciones».

A modo de conclusiones, la auditoría interna alerta de los «altos riesgos para la organización» y reporta fraudes en la recuperación del Impuesto del Valor Añadido (IVA), que está exento en los proyectos de cooperación. Pero también alertaba de posibles irregularidades en torno a proyectos «que no tienen sustento documental». Hace referencia el informe al citado proyecto del Ministerio de Agricultura, del que llama la atención porque «no hay acuerdo suscrito sobre esta operativa». Y apunta a que podría implicar una «apropiación de los fondos de los financiadores».

La auditoría de KPMG: -2,5 millones de dólares

La auditoría interna señaló graves deficiencias en julio de 2019, pero no cuantificó las pérdidas de la oficina de Colombia, como sí ocurrió con la auditoría externa, realizada por la consultora internacional KPMG a cierre de año. En ella, se detectó un agujero de 2,5 millones de dólares. Así consta en el documento interno que obra en poder de este diario, con el título Resultado de Ejecución OEI-Colombia Ejercicio 2019. Un informe en el que destaca la elevada partida de gastos (2.035.401 USD), frente a los ingresos (1,819.302 USD), de los cuales 707.506, 52 corresponden a los salarios de la plantilla y otros 705.975,52 dólares a honorarios por servicios técnicos y profesionales. Otra cifra que descuadró el presupuesto fueron los 937.906,30 de gastos e ingresos extraordinarios. Una cifra que alarmó a los responsables del departamento de Administración de la OEI porque precisamente la de Colombia es una de las cinco grandes y más rentables oficinas de la Organización, junto a Brasil, Argentina, Panamá y Paraguay.

Las fuentes de la OEI consultadas por THE OBJECTIVE desvelan que, una vez que la consultora KPMG entregó el informe de auditoría en la primavera de 2020, se celebró una reunión virtual entre Ángel Peccis, su director adjunto en ese momento, Carlos Zuloaga, y el director financiero Diego García, de una parte; y el secretario general, Mariano Jabonero, director de gabinete, Martín Lorenzo y la responsable de Finanzas, Natalia Armijos, desde Madrid. Pero «se pusieron paños calientes. Nadie le exigió responsabilidades pese a que estaba utilizando la oficina como un chiringuito en lugar de como un organismo de cooperación». Porque las irregularidades no se circunscribieron al año 2019: «Era año tras año. Peccis estaba allí desde 2006… Había perdidas todos los años». Este periódico se ha puesto en contacto con la OEI, que ha renunciado a hacer una valoración oficial al respecto de esta información y se ha limitado a destacar que «Ángel Peccis no tiene ya ninguna vinculación con la organización y que la relación contractual quedó extinta cuando abandonó su puesto para ser nombrado embajador en Cuba».

RECTIFICACIÓN DE JOSÉ LUIS ÁBALOS MECO

Publicidad