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Albares releva al embajador político que Ábalos impuso en La Habana hace tres años

El ministro se decanta para este delicado puesto por el diplomático Javier Hergueta, actual embajador en Turquía

Albares releva al embajador político que Ábalos impuso en La Habana hace tres años

José Manuel Albares (c), flanqueado por José Luis Ábalos (i) y Ángel Martín Peccis (d). | Ilustración de Alejandra Svriz

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha decidido relevar al embajador en Cuba, Ángel Martín Peccis, tras poco más de tres años en el puesto y sustituirle por Javier Hergueta, actual embajador en Turquía, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE. El puesto de Hergueta en Ankara lo ocupará a partir de ahora Cristina Latorre, quien ha dirigido la embajada en Suecia desde septiembre de 2020.

Peccis era uno de los siete embajadores políticos que el Gobierno de Pedro Sánchez tenía hasta hace una semana. Los casos más polémicos habían sido los recientes nombramientos de los exministros Héctor Gómez y Miquel Iceta como nuevos representantes permanentes de España ante la ONU y Unesco, quienes se unían en este selecto grupo que forman las exministras Carmen Montón (Organización de Estados Americanos, con sede en Washington) e Isabel Celáa (Santa Sede), así como el exdirigente socialista Manuel Escudero, quien lleva cinco años en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En las próximas semanas está previsto que dé el relevo al expresidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, en este organismo con sede en París.

También estaban Borja Cabezón, quien ha pasado los últimos meses como embajador en misión especial para la Crisis Internacional de la covid-19 y la Salud Global pese a que la OMS decretó el final de la pandemia en mayo de 2023, y el citado Peccis al frente de la embajada en Cuba. Sin embargo, Cabezón acaba de ser colocado al frente de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), dependiente del Ministerio de Industria y Turismo; mientras que el segundo deberá empezar a hacer las maletas en breve ya que solo falta que las autoridades cubanas den la luz verde a su plácet para que el nombramiento vaya al Consejo de Ministros.

El nombramiento de Peccis en noviembre de 2020 fue el más sorprendente en política exterior durante la etapa de Arancha González Laya y tuvo un padrino: el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, quien fue el que pidió a la entonces jefa de la diplomacia que colocase a su amigo de jefe de misión en La Habana.

Peccis había pasado los últimos 15 años en Bogotá en un organismo internacional -la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura- que tiene una de sus sedes en la capital de Colombia, país en el que fraguó una estrecha amistad con el ex secretario de Organización del PSOE.

Ábalos trabajó durante 25 años como consultor en misiones de cooperación internacional, en especial desde Colombia y Perú, antes de regresar a Valencia y empezar a subir peldaños en la dirección socialista de la mano de Sánchez cuando este último se convirtió en secretario general. De aquellos años colaborando con ONG y agencias de cooperación, el exministro se labró una importante red de contactos de la que ha seguido echando mano para ayudar a amigos y familiares directos, como fue el caso de Peccis. 

En sus años destinado en Colombia, Peccis siguió muy de cerca las negociaciones de paz de las FARC. Participó «activamente» en las conversaciones del Gobierno de Juan Manuel Santos con la guerrilla y luego tuvo un «papel relevante» tras la firma de la paz, al proponer desde la OEI un programa educativo de reinserción de los excombatientes de este grupo terrorista. Por todo ello fue condecorado con las más altas distinciones del país sudamericano, destacó Exteriores en su momento.

En todo caso, su nombramiento causó polvareda en el Exteriores porque casi nadie tenía información de él. Cuba es un país prioritario para la política exterior de España y su embajada es una de las más delicadas y codiciadas para un diplomático español. Su paso por La Habana se ha centrado en actos culturales. Las históricas visitas de Sánchez y de los Reyes a finales de 2018 y 2019, respectivamente, se produjeron antes de su llegada y desde que Peccis recaló en la capital cubana, no se ha producido ninguna visita de un ministro español.

https://twitter.com/EmbEspCuba/status/1346541391946674187

Su actuación más polémica se produjo en julio de 2021, cuando se desarrollaron las últimas manifestaciones relevantes contra el régimen castrista. Peccis atribuyó las protestas en varias ciudades cubanas al descontento que existía en aquel momento por los problemas para encontrar medicamentos y alimentos, una escasez que achacó a la pandemia del coronavirus y al «bloqueo» de Estados Unidos que duraba «62 años», según relató Heraldo de Aragón. No tuvo ninguna palabra de simpatía o comprensión hacia los cubanos que salieron a las calles en aquellos días.

«Ha estado todo cerrado: restaurantes, tiendas, turismo. Al llevar nueve meses así, sumado al bloqueo desde Estados Unidos y las nuevas medidas que tomó Trump, todo lleva a una situación muy difícil, que creemos que pasará en cuanto la economía empiece a reactivarse», explicó en un coloquio organizado en Zaragoza, donde había viajado para vacunarse contra el coronavirus.

Al embajador le pilló de vacaciones el estallido social en Cuba iniciado el 11 de julio de aquel año. Peccis tuvo que enfrentarse a la crisis interna en la isla y a una serie de gestiones diplomáticas —como la puesta en libertad de la corresponsal de Abc en La Habana, Camila Acosta— a base de llamadas por teléfono y con el inconveniente de la diferencia horaria con la isla.

Con las aguas más calmadas en la isla debido a la represión del Gobierno de Miguel Díaz-Canel, Peccis participó el 25 de julio de ese año en Zaragoza en unas jornadas de CEOE Aragón sobre ‘Oportunidades de negocio en Cuba’ junto a su homólogo cubano en Madrid, Gustavo Machín, donde hizo las llamativas declaraciones. «Ha estado muy colaborador con el régimen», resume un diplomático español que le conoce.

Hergueta estuvo de consejero cultural en Cuba

Su sustituto será Hergueta, quien lleva tres años y medio en Turquía. Previamente fue director general de Casa Mediterráneo y embajador en el Congo y Yemen. Nació el 25 de enero de 1958 en Santander, es licenciado en Derecho e ingresó en 1986 en la carrera diplomática. Ha estado destinado en Malta, Hungría, Perú, Croacia, Panamá, en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea y Serbia, donde fue nombrado director del Instituto Cervantes en Belgrado en 2003.

Posteriormente fue subdirector general de Relaciones Económicas Bilaterales con Europa y Países de la OCDE, y en 2006 pasó a ocupar el puesto de consejero cultural en la embajada española en Cuba, por lo que ya ha estado destinado en la isla una vez. En La Habana estuvo tres años antes de convertirse en segundo jefe en la embajada en Serbia.

Javier Hergueta, próximo embajador español en Cuba. | Foto: MAEC

Varios compañeros de Hergueta coinciden en que es «un buen profesional» y agradecen que no tenga el perfil político de Peccis. A sus 66 años afrontará el que, posiblemente, sea su último destino diplomático en el extranjero y con la posibilidad de que le toque ver una Cuba sin los hermanos Castro por primera vez desde la Revolución de 1959, pues Raúl Castro cumplirá 93 años en junio y desde hace tiempo no aparece en público.

«Lo más sorprendente es que le hayan dado dos embajadas tan importantes seguidas», opina una de las fuentes consultadas. Al poco de la llegada de Hergueta a Ankara se celebró la VII cumbre hispano-turca con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, de anfitrión de Pedro Sánchez.

Precisamente, el mandatario turco movió a finales de octubre el tablero geopolítico de Oriente Próximo cuando Israel y Hamás habían entrado en su tercera semana de guerra. En un guiño al Gobierno español, Erdogan anunció en su discurso con motivo del centenario de la fundación de la República turca que Ankara planea cerrar en breve un acuerdo con los astilleros públicos de Navantia para construir un segundo buque anfibio portaeronaves como el LHD Anadolu entregado en abril del año pasado.

Pedro Sánchez y Recep Tayyip Erdogan en una cumbre de la OTAN.

El primero de los LHD entregados a Turquía se construyó en los astilleros turcos con el diseño de Navantia, que cedió la transferencia de tecnología, equipos y asistencia técnica para su construcción en el país otomano, así como los motores, la turbina y el sistema integrado de control de plataforma, entre otros sistemas. La idea de un segundo buque anfibio ha sobrevolado los despachos oficiales turcos en los últimos años, pero la caída de la lira turca y la devaluación de la moneda provocó que Ankara descartase inicialmente tal posibilidad. 

«Concluiremos otro acuerdo con los españoles y, con suerte, aumentaremos nuestros portaaviones a un segundo, trayendo una versión superior del Anadolu a nuestro país», proclamó Erdogan a finales de octubre dando a entender que las negociaciones estaban muy avanzadas. Este barco de guerra es una copia del Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada española, y del Adelaida y Canberra que Navantia ha entregado en los últimos años a Australia.

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