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Indignación entre los diplomáticos al ver que Sánchez «regala» embajadas a exministros

Críticas dentro de Exteriores a la oferta trasladada a Irene Montero para ser embajadora en Chile

Indignación entre los diplomáticos al ver que Sánchez «regala» embajadas a exministros

Irene Montero, Ione Belarra y Pedro Sánchez cuando estaban en el Gobierno. | Foto: EP

La noticia desvelada este lunes por la líder de Podemos, Ione Belarra, de que le ofrecieron «una embajada» para Irene Montero para que esta última «dejara de dar problemas» ha provocado indignación y sorpresa entre diplomáticos consultados por THE OBJECTIVE ante la sensación de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «regala» embajadas a sus exministros por los servicios prestados.

Desde el Ejecutivo se propuso a la exministra de Igualdad ser embajadora en Chile, donde gobierna Gabriel Boric desde marzo de 2022. Precisamente, Montero asistió a su toma de posesión en un polémico viaje, en el que aprovechó el «vuelo oficial» con el rey Felipe VI para incluir a tres personas de su círculo de confianza y quedarse a pasar el fin de semana en Santiago, pagando su estancia con dinero público.

Mientras el Rey regresó pocas horas después del inicio del mandato de Boric, la entonces ministra y su séquito se quedaron más días, con pernoctaciones en un hotel de lujo y billetes de vuelta comprados ad hoc en un vuelo comercial, para un gasto final de la estancia de 8.180 euros, según pudo saber THE OBJECTIVE. Acompañaron a la ministra su entonces directora de comunicación y las asesoras Teresa Arévalo, conocida por el caso niñera, e Isa Serra, portavoz de Podemos y que era miembro del gabinete de la número dos del partido.

Belarra planteó el ofrecimiento a Montero como «una salida política, algo bonito» para que «dejara de dar problemas». Unas palabras que, a juicio de un embajador en ejercicio, suponen un «insulto» para este colectivo y una «falta de profesionalidad absoluta» por parte de las personas que participaron en la oferta a la líder morada.

Varios compañeros del Ministerio de Asuntos Exteriores subrayan el mal lugar en el que queda ahora el actual embajador en la capital chilena, Rafael Garranzo, quien llegó a Santiago en diciembre de 2021 y a quien le quedan poco más de dos años para jubilarse. Primero, ante las autoridades chilenas, ya que el Gobierno de Sánchez pensó seriamente en cesarle. Y en segundo lugar porque de haber aceptado Montero la oferta, él hubiera tenido que regresar a Madrid a mitad de su teórico mandato y con el problema de tener cerradas las puertas de otras embajadas ante el poco tiempo que le queda como servidor público -tiene casi 68 años-.

Los ánimos están muy caldeados en Exteriores ante la «megapolitización» del Gobierno en el ministerio con la llegada de tres «comisarios políticos» del PSOE y el bajo perfil de alguno de ellos. «Es el fin de un prestigio que tenía la carrera diplomática», se lamentó recientemente un veterano diplomático a este diario tras alertar del «desánimo y abatimiento» que circula en las distintas sedes oficiales ante el hecho de que sea la segunda vez en el período democrático en que tres de los cuatro secretarios de Estado -todos ellos menos el número dos, el diplomático Diego Martínez Belío– tienen carné socialista. La primera vez fue con Miguel Ángel Moratinos en 2008 cuando entraron en la cúpula Diego López GarridoTrinidad Jiménez y Soraya Rodríguez.

Las críticas recayeron en Susan Sumelzo (Iberoamérica), Francisco Sampredo (UE) y Eva Granados (Cooperación Internacional) por su poca experiencia internacional, una situación extensible para el nuevo embajador ante la ONU, el exministro Héctor Gómez, quien tendrá que lidiar con una representación permanente «muy técnica y complicada» como es Nueva York. Su desembarco en la Gran Manzana es histórico pues la embajada ante Naciones Unidas siempre había estado ocupada por diplomáticos de carrera, fuesen del signo político que fuesen, desde el ingreso de España en 1955.

El número de embajadores ‘políticos’ próximos al PSOE desde que Sánchez llegó a a La Moncloa hace cuatro años y medio no tiene parangón durante el período democrático, pese a los llamamientos de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) para que no se abuse de esta práctica.

Al reciente nombramiento de los exministros Héctor Gómez y Miquel Iceta como nuevos representantes permanentes de España ante la ONU en Nueva York y ante la UNESCO, se unen las exministras Carmen Montón (Organización de Estados Americanos, con sede en Washington) e Isabel Celáa (Santa Sede), así como Ángel Peccis (Cuba), Borja Cabezón (embajador en misión especial para la Crisis Internacional de la COVID-19 y la Salud Global) y el exdirigente socialista Manuel Escudero, quien lleva cinco años en la OCDE, organismo con sede en París, y que entregará el relevo en las próximas semanas al expresidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig

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