Tres informes alertan sobre las adjudicaciones a dedo a una de las empresas que fichó a Jésica
Competencia y el Tribunal de Cuentas ponen en el foco la opacidad y los costes en las adjudicaciones a Tragsatec

Jésica Rodríguez aseguró que no había acudido a trabajar en Ineco y Tragsatec. | Europa Press
El Tribunal de Cuentas, la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación (OIReScon) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) han puesto el foco en los contratos adjudicados por distintos ministerios y organismos públicos a Tragsa y a su filial Tragsatec.
En esta última empresa pública estuvo trabajando sin fichar Jésica Rodríguez, una de las amigas del exministro José Luis Ábalos. En tres informes analizados por THE OBJECTIVE y elaborados por el organismo fiscalizador, el vigilante de la contratación pública y el supervisor se advierte, entre otras cosas, de los riesgos para la competencia, la falta de transparencia y los elevados costes que suponen los encargos a medios propios.
Los encargos a medios propios se basan en acuerdos de colaboración entre entidades del sector público. A partir de estos, una entidad encarga la ejecución de una actividad a otra empresa, que es considerada su medio propio personificado. La entidad que recibe el encargo actúa como una extensión de la que se lo cede. Esta tiene un control similar sobre el encargo del que dispondría sobre sus medios propios. También tiene la responsabilidad de la ejecución.
Las colocaciones de Ábalos
Tragsatec y otras tres entidades centradas en los encargos públicos dieron trabajo a las amigas de Ábalos. Jésica Rodríguez consiguió empleo, tras supuestamente dejar en el camino a centenares de competidores, en las públicas Ineco y Tragsatec. En Ineco también estuvo Joseba García, hermano de Koldo García, exasesor de Ábalos. Mientras, LogiRail incluyó en su plantilla a Claudia Montes, otra amiga de Ábalos y miss Asturias 2017. Por último, entre los fichajes de empresas públicas que realizan encargos de otras entidades está el de Nicole. Esta mujer, amiga íntima de Koldo García, entró en Emfesa, una empresa vinculada a Adif, en la que también trabajaron Joseba García y un sobrino.
Las labores y la vigilancia de estas empresas, que han servido como refugio laboral de familiares y amigas de Ábalos y García, siempre han estado cuestionadas. Las compañías privadas se han quejado de forma reiterada de que estos servicios, que la ley marca como excepcionales, les dejan sin posibilidad de contratar en determinadas áreas. El pasado diciembre, la CNMC dio a conocer un informe, que previamente le había solicitado el Ministerio de Agricultura, sobre el proyecto de Real Decreto del régimen jurídico de Tragsa y su filial Tragsatec.
Jésica en Tragsatec
La CNMC reconoce que existen objetivos de interés público que pueden justificar la realización de encargos a medios propios. Entre estos señala razones de agilidad, flexibilidad y control. Sin embargo, resalta el impacto que este tipo de adjudicaciones tiene en la competencia. «Estos riesgos no solo derivan de una potencial pérdida de eficiencia respecto a los fondos públicos empleados, sino también de la reducción del tamaño del mercado de la contratación pública por la posible expulsión de oferentes», señala en su balance.
Otro aspecto que resalta son los costes. Insta a que las tarifas se ajusten a precios de mercado, «conforme a los costes de un operador eficientemente gestionado». «Se debe evitar que la compensación que reciba el medio propio pudiera suponerle una ventaja económica asimilable a una ayuda pública».
Mientras, el Tribunal de Cuentas, en un informe publicado en 2024 y centrado en los ejercicios 2021 y 2022 de Tragsa y Tragsatec, en la que trabajó Jésica Rodríguez, resalta la excesiva utilización de Tragsa como medio propio, tanto en número de encargos como en el importe económico. Incide en que sus encargos se han ido distanciando de su actividad inicial y especialización, ampliando de forma importante su atención a otras áreas. Tragsa se hizo con más de 3.000 contratos en los años auditados, valorados en 3.000 millones.
Competencia y transparencia
Tragsa, 100% pública, tiene reconocida por ley la condición de medio propio. Se constituyó en 1977 con la finalidad de contribuir al desarrollo agrario, forestal y de conservación de la naturaleza, pero actualmente realiza encargos para más de un centenar de entidades públicas de todas España.
El organismo fiscalizador pone la lupa en la contratación de nuevo personal, destacando que el aumento de actividad ha propiciado un incremento de la plantilla, básicamente de carácter temporal. Los eventuales supone casi seis de cada diez trabajadores. También señala que este aumento de encargos le ha obligado a contratar a terceros, detectándose deficiencias en el control y seguimiento de estas cesiones.
Uno de cada tres expedientes analizados y más del 70% del importe de los encargos fue ejecutado con personal temporal, según explica el Tribunal de Cuentas. El informe también incide en que «con frecuencia falta la memoria, el presupuesto aprobado y/o el pliego de prescripciones». Además, añade que los encargos de Tragsatec ejecutados por Tragsa «carecen de memoria justificativa».
Por su parte, OIReScon, señala, sin referirse en concreto a Tragsa o Tragsatec, la falta de publicidad en los encargos a medios propios. El supervisor de la contratación alerta del riesgo de acudir a medios propios para eludir los procedimientos contractuales. Además, avisa de que para algunos entes es un recurso rápido frente a los lentos procesos de contratación. Incluso apunta el peligro que supone que estos encargos puedan recaer en empresas que no reúnen los requisitos.