Albares agrupa los polémicos ceses de embajadores para firmarlos todos juntos
El ministro tiene lista una docena de nombramientos y busca que los relevos más controvertidos pasen inadvertidos

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. | Foto: EP
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se dispone a ejecutar los ceses de los embajadores defenestrados en enero -los destinados en Bélgica, Croacia y Corea del Sur- y cuyas salidas provocaron enorme revuelo mediático, así como la crítica de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), la mayoritaria dentro del ministerio. Para ello, el jefe de la diplomacia ha decidido agrupar a sus sustitutos en un paquete, junto con otros relevos que no son polémicos, para llevarlos de una tacada al Consejo de Ministros y su posterior firma en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Una decisión que podría darse el próximo martes, en plenas vacaciones de Semana Santa, con el fin de que las sustituciones de Juan González Barba, Alberto Antón y Guillermo Kirkpatrick pasen lo más desapercibidas posible. «Más vale ponerse rojo una vez que amarillo en tres ocasiones», resume un diplomático sobre la ‘jugada’ que prepara Albares.
Hay que recordar que González Barba fue cesado después de publicar a principios de año un artículo en defensa del papel internacional del rey Felipe VI, y que el relevo del jefe de misión en Bélgica, el citado Alberto Antón, se produjo tras quedarse dormido durante su discurso del pasado 13 de enero con el que Albares inauguró el cónclave anual de embajadores. El jefe de la diplomacia abrió aquel día el citado cónclave con una intervención en la que hizo varios anuncios y marcó las líneas generales de la política exterior de su departamento para este 2025.
Un monólogo de una hora que a algunos de los 130 embajadores presentes les costó seguir con los ojos abiertos. Las imágenes distribuidas por Exteriores durante el discurso de Albares mostraron a Antón dando cabezadas en varios momentos del mismo. El posterior vídeo subido a las redes por THE OBJECTIVE corrió como la pólvora entre los diplomáticos… así como el enlace de una noticia de hace una década sobre la ejecución del entonces ministro de Defensa de Corea del Norte, Hyon Yong Chol, por dormirse en un desfile frente al dictador, Kim Jong Un. Toda una premonición.
En cuanto a Kirkpatrick, el motivo de su salida de Seúl antes de tiempo fue que se reuniese en Madrid con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sin pedir autorización a sus superiores. El sustituto de Kirkpatrick en Seúl será Julio Herráiz, actual número dos en la embajada en China y que previamente fue embajador en misión especial para el Sahel, tal y como desveló este diario.
Exteriores inició los trámites para cambiar a estos embajadores en enero. Primero hay que solicitar el plácet del sustituto a las autoridades del país concernido y esperar a que llegue la luz verde para llevar la decisión al Consejo de Ministros. Un trámite que suele demorarse de uno a dos meses si son países europeos y amigos. Bélgica, Croacia y Corea del Sur ya dieron hace varias semanas el visto bueno a estos plácet -José María Rodríguez Coso sustituirá a Antón y José Ramón Hernández a González Barba-, pero Albares ha retenido los nombramientos hasta tener una docena de otros destinos menos polémicos.
Por ejemplo, Teresa Lizaranzu será destinada a Irlanda, Paloma Serra a Tanzania, José Manuel Pascual a Sudáfrica, Félix Costales a Nigeria, Bernardo de Sicart dirigirá la legación en Indonesia, Laura Oroz en Chile y Luis Alfonso Sánchez-Vellisco en Nueva Zelanda, mientras que Nieves Blanco pasará de Lituania a Luxemburgo, Lorea Arribalzaga irá a República Dominicana y Jaime Moreno Bau sustituirá a Cristina Díaz en Kenia. Este último se le conoce entre algunos de sus compañeros como el «hermanísimo» por ser pariente menor de la embajadora en Washington, Ángeles Moreno Bau.
A principios de 2022 fue polémica la llegada de Jaime Moreno Bau a la Casa Sefarad-Israel por las sospechas de nepotismo ya que la propuesta elevada al ministro partió de su hermana, que en aquel momento era la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores. Tras la llegada de Albares al ministerio, la red de casas se repartió entre las distintas Secretarías de Estado por un criterio geográfico. Los asuntos de Israel quedaron bajo el paraguas de su ‘número dos’, por lo que la Casa Sefarad dependía orgánicamente de ella.
El cometido de Jaime Moreno Bau al frente de esta institución de diplomacia pública creada en el año 2006 le equiparó a un director general del ministerio y, lo más importante, le catapultó para ocupar una embajada en su próximo destino. Dicho y hecho. Tres años después, consigue su primer puesto de embajador cuando aún no ha cumplido los 20 años de su ingreso en la carrera diplomática.