La Armada borra los datos más sensibles de la licitación para ampliar la base de Rota

La Armada ha vuelto a subir a la Plataforma de Contratación del Sector Público la licitación del anteproyecto para la ampliación de los muelles de la base naval de Rota (Cádiz) y la estación naval de La Algameca (Murcia), pero sin los datos más sensibles que aparecían en la primera versión. En concreto, el gráfico del pliego en el que aparecían las siluetas de tres portaeronaves como el LHD Juan Carlos I, un buque cuyo coste ascendió a 400 millones de euros hace 15 años.

La primera licitación significaba, a juicio de fuentes militares consultadas por THE OBJECTIVE, que la Armada prevé para los próximos años la construcción de dos barcos gemelos de su buque insignia, una información confidencial que el Ministerio de Defensa aún no había anunciado de manera oficial y que conllevaría una inversión pública de unos 800 millones de euros en pleno debate por llegar al 2% del PIB en seguridad y defensa antes de 2029.

El departamento de Margarita Robles aprobó en diciembre el plan Armada 2050 sobre las necesidades estratégicas navales para los próximos 25 años, pero declaró secreto todo su contenido. Poco después, el vicealmirante Nicolás Lapique, al frente del área de Ingeniería y Construcciones Navales de la Armada, expuso una diapositiva en una conferencia del salón Exponaval en Chile en la que aparecían dos nuevos portaaeronaves tipo LHD y un cronograma de construcción que empezaba en 2028 y se prolongaba hasta 2037, según desveló Infodefensa a finales del pasado año.

Fue el primer indicio de que Defensa quería dar un salto exponencial a la Marina española en cuanto a capacidad expedicionaria. La segunda señal llegó a finales de marzo con un llamativo detalle que apareció en la licitación del anteproyecto para la reforma y ampliación de Rota. El gráfico suponía prácticamente duplicar la capacidad actual de la base con la creación de un nuevo muelle. Y lo hacía de forma tan exhaustiva que incluso mostraba buques que no existen todavía. De inmediato atrajo la atención de internautas especializados en temas de seguridad y defensa, que empezaron a especular sobre si las siluetas de tres LHD en los nuevos muelles de la base naval gaditana eran una pista dejada deliberadamente por la Armada sobre sus verdaderas intenciones.

A las pocas horas de que los foros militares empezasen a elucubrar sobre las intenciones españolas, Defensa retiró el pliego de condiciones en el que aparecían el polémico gráfico y la tabla de buques. Y al día siguiente tomó una decisión aún más drástica, al anular la licitación por completo. Las fuentes militares consultadas por este periódico señalaron que el departamento que dirige Robles quería escindir la licitación, con las obras de Rota, por un lado y las de La Algameca por el otro, con el fin de cumplir con las exigencias de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este último organismo ha exigido en repetidas ocasiones a Defensa que fraccione los megacontratos para favorecer la concurrencia de empresas o UTE. «Se ha tratado de una reconsideración de última hora. Una vez lanzado el pliego, se consideró que era mejor tratar Cartagena y Rota por separado», indicó un portavoz de la Armada a preguntas de este diario.

Sin embargo, la nueva licitación mantiene ambas ampliaciones en el mismo documento y, sobre todo, elimina los datos más sensibles. Por ejemplo, en la página 18 se borra un párrafo entero que decía lo siguiente: «Cierto es que el atraque habitual de dos F-110 en línea se requerirían 375 metros de longitud, pero estos dos buques tienen sus atraques específicos (ocho para siete buques en los muelles 2 y 4) y 300 metros permite un atraque de un buque del porte de la F-110 y un BAM/una ECP. La tipología estructural escogida para los nuevos muelles permitiría que, en caso de que se precise a futuro, se construyan punto de amarres exentos (tipo duque de alba) en los extremos de los muelles, que permita el atraque temporal de las dos F-110».

Además, se borra otro párrafo que indicaba el deseo de la Armada de «adecuar la zona a poniente del actual acceso al Muelle 3 para la implementación de la zona de atraques de las LCM con una zona anexa de más de casi tres hectáreas para sus instalaciones de servicios auxiliares, concentrando todas sus necesidades cerca de los nuevos muelles a poniente del muelle número cinco». Dos indicios que apuntaban a los nuevos LHD. Es más, en la página 30 de la nueva licitación no aparece un párrafo en el que se especificaba que «en la nueva configuración de atraques se propone la pre-asignación de atraques para mantenimientos de entidad de clases de buque: Atraque 1 muelle 5 para LHD. Atraque 1 muelle 8 para LPD». Otro dato sensible que apuntaba al portaeronaves Juan Carlos I.

En último lugar, se amplía el plazo para que las empresas entreguen su estudio de prefactibilidad -de dos a tres meses- y el posterior anteproyecto -de tres a cinco meses-. El documento de 105 páginas -el anterior tenía 104- termina con un dato relevante: el oficial que lo firma es distinto del primero, lo que sugiere que el encargado de la Sección de Proyectos y Obras que elaboró la primera licitación ha sido apartado.

Los tres LHD que aparecían en Rota

Si bien en el primer informe no se hacía ninguna mención a nuevos LHD, en el gráfico sí que se incluyeron tres buques como el Juan Carlos I en los muelles 5 y 6 que se quieren construir. En la fotografía aparecían tres siluetas de barcos con una eslora de 231 metros, justo la medida que tiene el buque insignia español y que la Armada reflejó en una tabla anexada al final del documento sobre los buques que podrían fondear en Rota y La Algameca. Además, en el gráfico también se observaban tres buques nodriza en un muelle contiguo que servirían de apoyo a los LHD. Toda esta información ha sido borrada en el nuevo gráfico.

La Armada mantiene que el coste del estudio de «prefactibilidad» está valorado en 900.000 euros (IVA incluido) y que el objetivo es conocer la viabilidad de las ampliaciones de ambos muelles en Cádiz y Cartagena, cuyas condiciones de atraque en el caso de Rota cubren 2.130 metros y requieren un calado mínimo de 12 metros de profundidad para cubrir los estándares exigidos por la Armada estadounidense y la OTAN.

En definitiva, un proyecto de «gran envergadura» que llega a contemplar en esa parte de Cádiz el desvío de la desembocadura del río Salado en 750 metros hacia el sureste, «creando una superficie de tierra ganada al mar de más de 29 hectáreas», y que obliga a elaborar estudios sobre «levantamiento topográfico, batimetría, estudio geológico-geofísico, clima marítimo, agitación interior y operativa de la dársena, sostenibilidad medioambiental y cautelas arqueológicas», ya que podrían encontrarse restos arqueológicos «en el lecho marino o en las áreas emergidas cercanas» que exigirían su «salvaguarda, catalogación y, en su caso, extracción».