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Política

El PSOE duda del dinero con el que Ábalos pagaba los gastos que luego pasaba a Ferraz

Fuentes socialistas creen que el exsecretario de Organización pudo pagar con dinero de «dudosa procedencia»

El PSOE duda del dinero con el que Ábalos pagaba los gastos que luego pasaba a Ferraz

La anterior dirección del PSOE. | EFE

El cerco sobre las actividades de José Luis Ábalos se va estrechando. Una de las exclusivas de mayor relevancia de la serie sobre los motivos de la caída de Ábalos publicada por THE OBJECTIVE hace tres años y medio fue la relativa a los gastos que el entonces secretario de Organización del PSOE presentó en Ferraz 70 en los cuatro años en que ocupó el tercer puesto en la jerarquía del partido. Facturación elevada y desordenada que llegó a alcanzar los 9.000 euros mensuales y que presentó múltiples irregularidades de manera sostenida en el tiempo. Tickets duplicados, comidas «del mismo día en dos lugares distintos, Valencia y Madrid» y facturas que no se correspondían con su actividad orgánica sino personal, de fiestas, comidas y cenas de elevadísimos importes.

La confesión que entonces hicieron varios miembros de máxima solvencia de la cúpula de Ferraz a este periódico fue replicada recientemente por el diario El País en una información prácticamente idéntica a la desvelada por este periódico en noviembre de 2021. Tres años y medio después, las fuentes de la dirección federal del PSOE no han cambiado un ápice su relato, pero es ahora cuando la investigación judicial del caso Koldo ha aflorado nuevos hechos que permiten atar cabos. En este momento cobran sentido algunas revelaciones pasadas, el porqué de la enorme inquietud que generaron las facturas presentadas por Ábalos en el partido y las alarmas que saltaron cuando descubrieron que el número tres del PSOE había pasado a Ferraz los gastos de un polémico viaje a Canarias en noviembre de 2020.

Ahora conocemos que lo que hizo saltar las alarmas en relación con los billetes de 500 euros con los que Koldo pagaba de forma habitual en sus viajes oficiales, repartidos en tres sobres -para el partido, para el ministerio y para Jose (sus gastos personales)-, era su «dudosa procedencia». Ya entonces -y con más razón ahora- miembros de la dirección federal del PSOE explicaron a este periódico que el partido no da sobres con anticipos de gastos para viajes, y mucho menos en billetes de 500 euros. La investigación judicial sobre Ábalos ha permitido aflorar la sospecha que siempre existió en el partido. Las fuentes de la dirección federal consultadas por THE OBJECTIVE sospechan que «todo apunta al blanqueo de dinero». Solo así se explican los elevadísimos gastos de un secretario de Organización que siempre se quejaba de no tener dinero, pero que «vivía a todo tren», que solicitaba los hoteles más caros, y presentaba las hojas de gastos más abultadas de la Ejecutiva federal. Un contraste evidente con la «austeridad general» de la Ejecutiva, donde la mayoría de miembros no pasan «ni un café».

La frenética actividad de La Tragantía

No en vano, la última factura presentada por Ábalos al PSOE antes de su destitución fulminante registró un importe total de 4.500 euros, la mitad de ellos en el restaurante La Tragantía de Madrid, epicentro neurálgico de la trama, como relató uno de los empresarios de la misma a este periódico. Un testigo directo de las negociaciones que el ministro de Transportes y su asesor mantenían en el reservado de este local, junto al resto de miembros del «grupo acelerador» que cobraba un 20% de comisión, supuestamente para el PSOE, a cambio de amañar contratos para la adjudicación de obra pública. Según fuentes presenciales, «Ábalos y Koldo invitaban a todo el mundo, empresarios y guardias civiles, con los que quedaban en La Tragantía» varias veces por semana. Era tan frenética esta actividad que durante un tiempo prolongado Koldo García Izaguirre giraba facturas mensuales de 3.000 euros a Ferraz a nombre del secretario de Organización del PSOE.

Las fuentes socialistas consultadas explican que al principio, el asesor de Ábalos realizaba los pagos de las comidas, cenas y copas en que se cerraban estas contrataciones en efectivo, en billetes de alto valor. Pero a medida que las facturas empezaron a alcanzar cifras de tres ceros, se empezó a cargar a la cuenta a Ferraz de manera habitual. Hasta el punto de que la última se abonó exactamente el mismo mes que Ábalos cesó como secretario de Organización del PSOE. El relato de estos asistentes habituales a La Tragantía consultados por este periódico concuerda con las anotaciones de Ferraz en la última factura abonada a Ábalos. Apenas quince días después de ser destituido como ministro y dimitir (forzado) como secretario de Organización, Ferraz liquidó las cuentas pendientes de Ábalos: 4.500 euros, la mitad en el citado restaurante.

La última factura de Ábalos en Ferraz

Esa fue la última factura que Ferraz abonó a Ábalos de su etapa en la Organización del partido. Hasta la fecha, el Tribunal Supremo no ha requerido al PSOE información sobre los gastos de Ábalos, como sí hizo el viernes respecto de los 508.000 euros de dietas y gastos exentos de impuestos, solicitando saber en qué cuenta había recibido el dinero. Sin embargo, Transportes contestó aludiendo a un error del juez, explicando que el montante total corresponde a toda la delegación ministerial durante los dos ejercicios solicitados, 2018 y 2019, y obviando el hecho fundamental de que era Koldo García quien gestionaba todos los viajes de Ábalos, se comunicaba con la agencia de viajes y las secretarias del ministerio y realizaba los pagos de los viajes en los que Jésica Rodríguez García acompañó al ministro de Transportes en su delegación oficial.

Más allá de la información que custodia el departamento de Óscar Puente, que no ha realizado aún una auditoría pública sobre las irregularidades de Ábalos en el ministerio (viajes oficiales, acompañantes, gastos y facturas, y contrataciones de personal irregular), las fuentes socialistas consultadas creen que el grueso de las irregularidades no está en el ministerio sino en el partido. El número de facturas, el montante total de las mismas y el número de años en los que se prolongaron los excesos del secretario de Organización del PSOE siguen siendo, a día de hoy, motivo de inquietud. Y todavía un misterio… salvo para unos pocos en Ferraz.

Mariano Moreno, el custodio de la caja… y de los secretos

Paradójicamente, el que conoce todos los secretos financieros de Ábalos en el PSOE es un gran desconocido para la ciudadanía. Mariano Moreno, el exgerente del PSOE que fue destituido tras el 40º Congreso del PSOE de Valencia en el que Santos Cerdán sucedió a José Luis Ábalos, precisamente a petición del actual número tres del PSOE. Las fuentes de la cúpula de Ferraz consultadas en su día por este periódico, señalaron a Moreno como el que alertó de los gastos que le llegaban a la Administración del PSOE a quien entonces era el secretario de Acción Electoral y mano derecha de Ábalos en la cuarta planta, Santos Cerdán, y éste le remitió al secretario general del PSOE.

Este periódico desconoce si Mariano Moreno habló con Pedro Sánchez, pero sí tiene constancia de las reuniones que mantuvo con José Luis Ábalos. Las fuentes socialistas y gubernamentales consultadas revelan que fue a verle al ministerio, a salvo de las miradas indiscretas de Ferraz. Nada cambió, a excepción de la proyección política del gerente, que empezó a ganar relevancia en el partido. Moreno protagonizó actos de campaña con los primeros espadas del PSOE y empezó a acudir de forma habitual a las reuniones internas de la Ejecutiva los lunes, lo cual le permitía obtener una gran cantidad de información. Un hecho insólito y de gran relevancia es que el custodio de la caja del PSOE, y de los secretos de Ábalos, fue nombrado presidente de la empresa pública ENUSA, uno de los entes públicos de mayor remuneración económica, por encima de la empresa pública Correos y Telégrafos a la que Pedro Sánchez envió a quien fuera su amigo y jefe de gabinete Juanma Serrano.

Su salida, tras el 40º Congreso Federal del PSOE en Valencia, fue cubierta por Ana María Fuentes, cercana a Santos Cerdán. Nada más aterrizar en Ferraz, fue ella quien aprobó un cambio en el sistema de facturación habitual. Un sistema de doble comprobación que exigía incorporar el recibo de la tarjeta bancaria aparte del tique del establecimiento, lo que en la práctica prohibía los pagos en efectivo, especialmente de comidas y hoteles. Igualmente, se estableció un tope máximo en los importes de alojamiento. La nueva gerente se blindaba ante nuevos excesos mientras el PSOE encapsulaba la información sobre el predecesor de Santos Cerdán en el PSOE.

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