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Política

La extraña salida del 'dos' de Marlaska: su relación con Koldo, la UCO y las balas israelíes

De perfil discreto, Rafael Pérez deja su cargo tras siete años formando parte del equipo más próximo del ministro

La extraña salida del ‘dos’ de Marlaska: su relación con Koldo, la UCO y las balas israelíes

El secretario de Estado de Seguridad, en la comisión de investigación del Senado. | EP

Rafael Pérez pondrá fin a su etapa como secretario de Estado de Seguridad la próxima semana, después de siete años formando parte del equipo más próximo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Antes de convertirse en número dos del departamento, este juez fue también jefe de Gabinete. Pérez alega motivos personales y familiares para dejar el cargo, según la versión oficial. Lo cierto, sin embargo, es que pese su perfil discreto, la última etapa de Pérez en el departamento se ha visto envuelta en distintos escándalos. Entre ellos, destacan sus vínculos con Koldo García, el hombre de confianza del ministro Ábalos, por la compra de mascarillas para el Ministerio, el polémico contrato de balas israelíes que llevaba su firma y la oleada de críticas por el intento de control político de la Unidad Central Operativo (UCO) de la Guardia Civil. 

El anuncio de su salida se ha producido en un clima de máxima tensión de Interior con la UCO, tras las informaciones que apuntan a que el PSOE habría tejido una operación para desacreditar las investigaciones de esta unidad de élite que afectan al Gobierno y «acabar» con uno de sus principales mandos, el teniente coronel Antonio Balas, responsable del Departamento de Delincuencia Económica, según revelan los audios publicados por THE OBJECTIVE. «Si Balas está muerto, mejor», se recoge en las escuchas. Como consecuencia de ello, todas las asociaciones profesionales de la Guardia Civil emitieron un comunicado horas antes de la dimisión de Pérez reconociendo la labor de los agentes y censurando las injerencias políticas.  

«Los resultados de sus actuales investigaciones, en las que han salido a la luz ciertos implicados, son los que han puesto a la UCO en el ojo del huracán, con ataques furibundos que pretenden desprestigiar su trabajo y su reputación, así como su escrupuloso respeto al Estado de derecho», firmaban las siete organizaciones con representación en el Consejo de la Guardia Civil. Una crítica a la que sumaron incluso los sindicatos policiales mayoritarios. Aunque el máximo responsable del departamento es Grande-Marlaska, como secretario de Estado de Seguridad, Pérez es el encargado directo de la coordinación operativa tanto de Policía como de Guardia Civil, por encima de los directores de los cuerpos. 

Su papel en la compra a Israel

Entre sus cometidos como número dos de Interior también estaba supervisar y autorizar la compra de material para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Tanto es así que el polémico contrato de 16 millones de euros para adquirir balas a Israel llevaba la firma del secretario de Seguridad. Interior decidió mantener activa la licitación pese a la orden de Moncloa de no comprar armamento a ninguna empresa israelí por el conflicto con Gaza. Una decisión que el Ministerio ejecutó y ocultó a Presidencia antes de que iniciase la Semana Santa. Posteriormente, Sánchez, que calificó de «tremendo error» el asunto, ordenó cancelar la adquisición de balas para la Guardia Civil. 

Marlaska asumió en primera persona ese error, pero quien supervisaba el contrato era el área que gestionaba Pérez. En cualquier caso, la decisión de anular esa licitación amenaza con convertirse en un problema para la Guardia Civil. La Dirección General ya asume que no reanudará su línea de suministro de munición de arma corta hasta, como pronto, el primer trimestre de 2027, por la cancelación del contrato de suministro. En un escrito al que tuvo acceso este periódico, el instituto armado admite que en enero se dio orden de garantizar una «reserva mínima» de munición, y que ya se aplican restricciones al uso de estos cartuchos en las prácticas de tiro para «reducir los consumos».

El contacto de Koldo en Interior

Otro episodio complicado para Pérez fue su declaración como testigo en la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ en el Senado por sus vínculos con el entonces asesor del ministro de Ábalos, Koldo García, por el contrato que su departamento firmó con la empresa Soluciones de Gestión SL, epicentro de la investigación judicial por corrupción que sigue la Audiencia Nacional. Hasta entonces, el juez no se había visto tan expuesto ante los focos. Prueba de ello fueron algunas de sus contradicciones o titubeos a la hora de aclarar ciertas cuestiones, como por qué se materializó el contrato de mascarillas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con la empresa investigada. 

El número dos admitió que «conocía y tuvo contactos» con Koldo García antes de que Interior formalizase el contrato de 3,5 millones, pero no aclaró si fue él quien proporcionó en el Ministerio buscaba abastecer a policías y guardias civiles de material sanitario en plena pandemia. «No lo recuerdo. Se produjo en una época en la que mantuvimos muchos contactos. No le puedo decir un sí o un no», señaló antes los senadores. Pérez explicó que conoció al asesor de Ábalos durante su etapa como jefe de gabinete del titular del Interior, pero «no trató después con él directamente la cuestión de la compra de las mascarillas».

Sorpresa entre los mandos

«Aunque yo participaba de la situación de emergencia, nunca señalé a una empresa específica», apuntó. Después, sin embargo, a preguntas del senador del PP, Fernando Martínez-Maíllo, el dos de Interior afirmó que García sí estuvo en alguna ocasión en la Secretaría de Estado de Seguridad. «Puede ser que me reuniera con Koldo en mi despacho», dijo Rafael Pérez. Un instante después, sin embargo, matizó que el asesor de Ábalos «había estado en la Secretaría de Estado, pero no recordaba si había estado en su despacho». 

La salida del secretario de Estado de Seguridad ha provocado sorpresa entre los mandos policiales, refieren las fuentes consultadas por este periódico. Según apuntan desde Interior, Pérez había mostrado su deseo de dejar sus responsabilidades en otras ocasiones por el desgaste que conlleva el puesto, pero el ministro siempre se había negado. Una versión de la que las distintas fuentes dudan, habida cuenta de que el escenario actual no es precisamente el idóneo para que es el segundo mayor responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deje su puesto. 



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