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Política

El Gobierno propaga un mensaje manipulado de una «bomba lapa» de la UCO contra Sánchez

Los medios afines a Moncloa omiten partes clave de una conversación para hacer creer que se barajó un magnicidio

El Gobierno propaga un mensaje manipulado de una «bomba lapa» de la UCO contra Sánchez

Información publicada y mensajes originales en poder de THE OBJECTIVE.

El Gobierno de España está propagando en las últimas horas una conversación de WhatsApp, difundida por sus medios afines, para hacer creer que un capitán de la guardia civil que ahora trabaja para la Comunidad de Madrid barajó en 2021 la posibilidad de atentar contra Pedro Sánchez con una “bomba lapa” en su vehículo o contratando un “sicario venezolano”. Sin embargo, la conversación real incluye mensajes ahora omitidos que demuestran que, en realidad, era el propio guardia civil quien estaba bromeando sobre la posibilidad de que alguien atentase contra él por investigar a «los que trincan».

Hace tres meses, en marzo de 2025, THE OBJECTIVE sacó a la luz un documento que demostraba que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil tuvo conocimiento de las andanzas del caso Koldo tres años antes de que estallara la investigación con la detención de Koldo García Izaguirre, Víctor de Aldama y otras 19 personas, en marzo de 2024. En el whatsapp publicado por este periódico, el capitán Juan Vicente Bonilla, que aparece de incógnito con el pseudónimo de ‘Roberto’, mantiene una conversación con su confidente José Luis Caramés, empresario vinculado a la empresa de hidrocarburos Gaslow. En ese mes de abril de 2021, Caramés alertaba a Bonilla de «los que trincan», en referencia a Koldo García y el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, tres meses antes de su destitución por parte de Pedro Sánchez en julio de 2021.

Habían pasado apenas unos días desde que la empresa pública Correos, dirigida por el primer jefe de gabinete de Sánchez, Juan Manuel Serrano, concediera un contrato de 1,8 millones de euros a una persona vinculada a la trama, el presidente de la tecnológica Sortis, Israel Pilar, considerado «llave» del entramado, el conseguidor o facilitador de contactos del llamado «grupo acelerador», según desveló a este periódico un empresario testigo directo del entramado. Ese 5 de abril de 2021, el informante de la Benemérita solicitó un encuentro presencial para darle información sobre la existencia de un grupo presuntamente corrupto, cuyos movimientos seguía con sigilo desde hacía meses. «Sobre Koldo. ¿Te suena? Está en la prensa todos los días. Navarro. Mano derecha de los que trincan», preguntó el informador. La respuesta del guardia civil fue escéptica: «Joder, hay tantos que trincan. ¿Trincan dónde?», a lo que siguió: «Pero ninguno tan alto. Ahora en Panamá», donde estaba radicada la filial panameña de Sortis. «Escucha. Esto es delicadísimo…. Si no, no te lo diría», le advirtió Caramés a Bonilla. Sus revelaciones se plasmaron en informes que durmieron durante tres años hasta el estallido del caso Koldo.

Las conversaciones entre Bonilla y Caramés se venían produciendo desde 2016 hasta la detención del empresario en julio de 2021, imputado en el caso Gaslow, cuando se cortó la comunicación entre ambos. Esta semana, El Plural publicó varios extractos de esa interlocución. Uno de ellos está fechado el 8 de junio de 2021 con la transcripción de los mensajes entre el agente de la UCO y su confidente. El medio digital dice haber tenido acceso a los 6.318 mensajes que, según su lectura, incluyen «conversaciones violentas» y un «vehemente apoyo de la violencia» por parte del capitán del Instituto Armado, en ese momento adscrito al departamento de fuentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El soporte documental de esa afirmación es la referencia de Bonilla a una «bomba lapa» y a un «sicario venezolano» que, según este periódico, se menciona como «opción» a «los dos años de sanchismo que quedan». Unas afirmaciones sobre las que fundamentan la existencia de una llamada ‘UCO patriótica’ que «estaría trabajando para hacer caer al Ejecutivo en consonancia con la derecha judicial y mediática».

La manipulación de la «bomba lapa»

THE OBJECTIVE también ha tenido acceso a la totalidad de los mensajes que intercambian el capitán Bonilla y su confidente Caramés entre 2016 y 2021, tanto los recogidos en el informe judicial de la causa como los que se provienen directamente de sus terminales telefónicos. En el mensaje original que se intercambian el 8 de junio de 2021 se evidencia la eliminación, por parte del digital, de una parte fundamental de la conversación. Concretamente, se suprimen tres mensajes que permite contextualizar la referencia a la «bomba lapa». Tras la apelación a «aprovechar los 2 años de sanchismo que quedan», se eliminan tres líneas de Caramés que hacen referencia implícita a su tarea investigadora en la UCO: «De esta te dan la laureada de San Fernando. Y eso que está en desuso», dice en referencia a una prestigiosa condecoración de la Benemérita que se concede por méritos en el servicio. Esta parte no aparece en la información de El Plural, de la que luego se hicieron eco todos los medios afines a Moncloa.

A esta afirmación, el capitán Bonilla responde: «O una bomba lapa. En los bajos». Caramés contesta: «Podría ser». Y Bonilla añade con posteridad un segundo mensaje: «Ya te lo digo yo. Algún sicario venezolano». La supresión de estos tres mensajes evidencia la manipulación por parte del medio de comunicación que dice tener los 6.318 mensajes que se intercambia el alto cargo del Gobierno de Ayuso en cinco años de relación con su «fuente viva», que es cómo se refieren a los informantes. Y esos tres mensajes son claves para entender que es el propio Bonilla el que bromea con que él sería objeto de un ataque contra su integridad por su investigación como miembro de la policía judicial. En ningún caso hace referencia, ni siquiera en tono jocoso, a un ataque contra el coche del presidente del Gobierno o un intento de magnicidio, como se ha referido en los medios de comunicación cercanos a Moncloa.

TVE como altavoz de la manipulación

La información de la ‘bomba lapa fake‘ fue amplificada de manera sincronizada a lo largo del viernes en todos los programas de tertulia política de Televisión Española, desde La Hora de la 1 a Mañaneros o Malas Lenguas. La presentadora Silvia Intxaurrondo lanzó incluso una última hora para hacerse eco de «la exclusiva que está publicando El Plural. Nuevos mensajes del excapitán de la UCO Juan Vicente Bonilla que habla literalmente de una bomba lapa en los bajos». En otro momento de su programa, la comunicadora señala que «literalmente se dice hay que darles alto y plomo y una bomba lapa al gobierno de coalición de izquierdas».

También ha habido reacciones de múltiples miembros del Ejecutivo amplificando esa información. El ministro de Transformación digital, Óscar López, enlazó informaciones referidas a un intento de «magnicidio» y manifestó en las redes sociales que el gobierno de Ayuso «fantasea con atentar contra el presidente del Gobierno». La ministra de Sanidad, Mónica García, aseguró que «hay gente de las instituciones españolas que está diciendo que hay que ponerle una bomba al presidente». Y también el portavoz parlamentario socialista, Patxi López, se aferró a esa información asegurando que «no es ningún montaje decir que la propia Ayuso ha contratado a un ex miembro de la UCO cuyo gran mérito era decir que nos iba a matar a los socialistas, o que igual habría que ponerle una bomba lapa al coche del presidente. Deleznable y miserable. Ahora está a sueldo de Ayuso que parece que le gusta contratar a las cloacas de este país».

Teijelo, abogado ‘de parte’

La información de El Plural concluía con una concatenación de hechos supuestamente probados como «errores supuestamente involuntarios, filtraciones a los medios de derechas, investigaciones prospectivas, evidentes y constatadas labores de contravigilancia, o informes elaborados ad hoc que alimentan esta sospecha, que incluso varios agentes de la Guardia Civil han denunciado». El único guardia civil que ha denunciado estos hechos es el capitán de la UCO Juan Sánchez Yepes, imputado por recibir pagos de un empresario condenado por fraude en el sector de los hidrocarburos. Se da la casualidad de que su abogado es Jacobo Teijelo, el tercer miembro de las supuestas ‘cloacas’ socialistas, a quien se le escucha en la conversación que mantuvo su colega Leire Díez y el empresario imputado Javier Pérez Dolset con el presidente del Grupo Hafesa, Alejandro Hamlyn.

Durante los 54 minutos que dura el audio íntegro de la conversación difundido por THE OBJECTIVE, no sólo se hacen ofrecimientos de acuerdos «muy favorables» con la Fiscalía, sino que se piden «pruebas documentadas» contra diferentes mandos de la UCO. Es Pérez Dolset quien verbaliza incluso el nombre de Bonilla: «Hay varios sujetos que interesan: Balas, Bonilla, Grinda…». Y hace extensiva la petición de pruebas incriminatorias sobre el jefe del departamento económico de la UCO, Antonio Balas, y el fiscal anticorrupción, José Grinda. «Sacar toda esta información a la luz anularía su procedimiento», señala Pérez Dolset. En el minuto 23 de esa grabación, el letrado Teijelo concreta el objetivo final: la posible nulidad de actuaciones porque haya habido vicios, errores, o se hayan incumplido garantías…». Errores que se intentan buscar o forzar para cumplir con su propósito.

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