Albares duplica una placa contra la represión franquista para sacar pecho en el 'año Franco'
Críticas al ministro por repetir un texto sobre los diplomáticos represaliados que ya existe en una sede de Exteriores

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores. | Europa Press
Incredulidad entre los diplomáticos ante la última iniciativa de José Manuel Albares. El próximo lunes habrá una ceremonia a las 11 en la sede de Exteriores de la plaza del Marqués de Salamanca en Madrid en la que el ministro develará una placa «en homenaje a todos los diplomáticos y personal del Servicio Exterior que permanecieron leales a la democracia frente a la dictadura franquista», según la invitación que circula en el ministerio y a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE (ver abajo).

Lo sorprendente es que, desde la etapa de Miguel Ángel Moratinos, ya existe una placa así en la sede histórica del Palacio de Santa Cruz «en homenaje a los miembros del Servicio Exterior de España, fieles a la legalidad constitucional y al Estado de derecho» durante la Guerra Civil. Se colocó hace más de 15 años en la escalera de honor por la que se entra al edificio ubicado junto a la Plaza Mayor. El texto grabado en piedra se encuentra en lo más alto del lateral izquierdo, junto a los nombres de diplomáticos y cooperantes españoles que han fallecido en acto de servicio.
El hecho de que Exteriores vaya a tener dos placas sobre el mismo asunto ha encrespado los ánimos entre algunos diplomáticos, quienes sospechan que el ministro solo busca una foto y sacar pecho en el llamado ‘año Franco’, con el que Gobierno celebra los 50 años del fallecimiento del dictador.
«Es la última ocurrencia de Albares», opina un veterano embajador que estuvo en la inauguración de la placa de Moratinos el 2 de diciembre de 2009 con la que se homenajeó a los diplomáticos «que fueron sancionados, depurados o expulsados de sus cargos y funciones por la dictadura franquista» y que con ese acto «quedaron rehabilitados en su honor y dignidad», en palabras del propio exministro en el prólogo del libro Al servicio de la República. Diplomáticos y guerra civil del historiador Ángel Viñas.

La Oficina de Información Diplomática precisa a preguntas de este periódico que «no existe en todas las sedes de Exteriores» una placa como la que se va a colocar ahora en la sede central de Marqués de Salamanca, ya que va a ser «la primera y única» que abarca desde 1936 hasta 1975, «incluyendo todo el periodo de la dictadura franquista».
La nueva placa que Albares develará este lunes menciona a diplomáticos depurados por el franquismo como Julio Cerón y Vicente Girbau. «Es la primera y única que recoge los nombres propios de dichos diplomáticos, con lo que se homenajea a personas concretas y reales», esgrime un portavoz, quien añade que es «muy importante» que la memoria «de los pocos diplomáticos fieles a la democracia y contra la dictadura se reconozca en todas las sedes de Exteriores».
El jefe de la diplomacia ya se vio envuelto en una polémica hace tres años con una placa a las pocas semanas de llegar al cargo. Fue en enero de 2022 en la inauguración de la nueve sede de la plaza del Marqués de Salamanca. El texto que descubrió Felipe VI en presencia del ministro omitió el nombre del monarca… mientras que el de Albares aparecía hasta con dos apellidos.
La «modestia» de los Reyes
Cada vez que un organismo público o privado va a descubrir una placa en presencia de Felipe VI o la reina Letizia, suele preguntar a La Zarzuela qué tiene que poner en el apartado del nombre. Durante el reinado de Juan Carlos I se incluía el nombre del anterior jefe del Estado, pero ahora la respuesta se limita a cuatro palabras: Su Majestad el Rey/la Reina. Y así se transmitió a Exteriores, por lo que Albares no tuvo ningún papel en la presunta ocultación del nombre del monarca.
El hecho de que Felipe VI o Letizia no aparezcan en una placa conmemorativa sorprendió a más de uno en Exteriores, pero es algo que sucede desde hace años. Los Reyes consideran que es redundante poner sus nombres, que no son los protagonistas y que con mirar la fecha en la que se descubrió, se puede saber si fueron ellos o los eméritos.

Por ejemplo, en la inauguración en 2017 del Estadio Metropolitano, en el que juega el Atlético de Madrid -el equipo de sus amores para el Rey-, solo se incluyó la mención ‘Su Majestad el Rey’ sin que apareciese debajo el nombre del monarca ni el del presidente de los colchoneros, Enrique Cerezo. Lo mismo ocurrió cuando la Reina estuvo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense para el 50 aniversario del edificio en el que estudió.
Lo que sí que incumbía a Exteriores era el resto del texto que aparecía en la placa, así como el material que se eligió. Fuentes diplomáticas ya indicaron en aquel momento que ante la «modestia» con la que los Reyes se estaban mostrando en este tipo de actos desde hace años, lo lógico es que Albares hubiera seguido el ejemplo de Felipe VI.
La utilización del «don» antes del nombre y de los citados dos apellidos pareció excesivo para algunos altos cargos y funcionarios del ministerio. Es más, algunos opinaron que lo más sensato hubiera sido omitir también el nombre del ministro en la placa, ante la realidad de que el grueso de las obras de rehabilitación del edificio se desarrollaron bajo el mandato de sus últimos predecesores. Al fin y al cabo, el jefe de la diplomacia solo tuvo que firmar las últimas decisiones administrativas antes de cortar la cinta.