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Política

La semana negra de Sánchez en Bruselas: cuatro varapalos en solo cuatro días

Los golpes reflejan la preocupación de la CE con el Gobierno por la corrupción y por sus decisiones políticas

La semana negra de Sánchez en Bruselas: cuatro varapalos en solo cuatro días

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Europa Press

Bruselas se ha hartado del Gobierno de Pedro Sánchez, en el que tiene mínima confianza. Es algo que se ha traducido en los últimos cuatro días en un palo tras otro y cuyas consecuencias pueden ser nefastas para España. Los golpes asestados por la Comisión Europea y los socios comunitarios reflejan el descontento existente con el Ejecutivo español y la inestabilidad que genera en un momento en que las amenazas mundiales están en máximos, con los aranceles de Donald Trump sobrevolando.

Fuentes tanto financieras como políticas explican a THE OBJECTIVE que «existe una gran preocupación en la UE con el Gobierno nacional». Y que esta preocupación se está incrementando con el paso del tiempo, hasta el punto de que «la desconfianza es total». Recuerdan que no hay nada más que ver cómo desde este lunes, en solo cuatro días, ha recibido cuatro mazazos, alguno de ellos con impacto económico, convirtiéndose la semana «en una auténtica pesadilla».

En un informe sobre la salud de democrática, Bruselas dejaba constancias de las alertas sobre los casos de corrupción que están acechando al PSOE, al Gobierno y al círculo más íntimo de Sánchez. «La financiación de los partidos políticos persiste como área de alto riesgo y no se han dado pasos para reformar la legislación electoral en línea con las recomendaciones del Tribunal de Cuentas», describía el documento.

Estas advertencias se producían horas antes de que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se viera obligado a retirar su candidatura para presidir el Eurogrupo ante la falta de apoyos de los países miembros. Un paso atrás que pone de manifiesto la falta de influencia de nuestro país en el entorno comunitario y la debilidad del Ejecutivo.

Además de estos dos varapalos, Bruselas ha hecho otros dos movimientos relevantes, con calado económico. El primero de ellos es dejar congelados más de 1.000 millones de euros de fondos Next Generation ante la falta de reformas aplicadas. Y el segundo es la amenaza seria de que abrirá este mismo julio un expediente sancionador por los obstáculos puestos a BBVA en la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada sobre el Sabadell. Una amenaza publicada en Expansión este jueves y sobre la que el ministro Cuerpo tuvo que salir al paso, señalando que no tenía conocimiento de ningún procedimiento de este estilo.

La Comisión Europea ya había venido alertando a Moncloa con abrir un expediente si aprobaba medidas que pusieran contra las cuerdas la opa, ya que el objetivo de Bruselas es incentivar las fusiones en la región europea para crear campeones bancarios internacionales y hacer frente así a las necesidades existentes con las que combatir la guerra comercial abierta por Estados Unidos. Ahora parece que se ha decantado por llevar a cabo esta opción, que podría culminar en un proceso ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). Pese a las alertas, Moncloa prohibió la integración de BBVA y Sabadell en menos tres años, prorrogables a cinco, para desbaratar la operación.

Algunas de las fuentes consultadas destacan que Bruselas estaba esperando un plan contra la corrupción desde 2023 por parte del Gobierno español. Un proyecto que fue anunciado este miércoles por parte de Sánchez ante el acorralamiento que sufre por los escándalos que está salpicando a sus principales colaboradores. Pero para las autoridades comunitarias este programa llega ya tarde, y para otros expertos las medidas se quedan cortas porque no impiden nuevas irregularidades en la contratación pública.

La situación por la que atraviesa Sánchez fue este miércoles analizada por el prestigioso diario Financial Times, que se hacía eco de su debilidad tanto a nivel interno como externo. Entre otras cosas, el artículo del periódico británico mencionaba polémicas recientes del líder del PSOE con aliados internacionales, como el encontronazo en la OTAN por el aumento de la dotación para defensa y con Bruselas por la amnistía a Carles Puigdemont o por el intento de declaración del catalán como lengua oficial en Europa.

Los problemas para Sánchez están escalando también fuera de nuestras fronteras. Pese a todo, el presidente todavía ha podido resistir a las embestidas al contar con el apoyo de sus socios de Gobierno. Ninguna de las amenazas de Podemos, Junts, PNV o ERC ha desembocado en hechos concretos y todo se ha quedado en mensajes de cara a la galería, aunque la espada de Damocles sigue sobre su cabeza y a expensas de los nuevos informes judiciales.

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