Albares premia con una embajada al director de las polémicas oposiciones a diplomático
El plácet para el nuevo embajador en Hungría se aprobó en junio en medio del cuarto examen que provocó el vuelco

José Manuel Albares en un pleno del Congreso de los Diputados. | EP
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha elegido al diplomático Luis Ángel Redondo como nuevo embajador en Hungría en sustitución del exministro Alfonso Dastis. Redondo ha sido este año el presidente del tribunal evaluador de las polémicas oposiciones a diplomático y la solicitud de plácet se entregó a las autoridades húngaras a finales de junio, en medio del último ejercicio del que salieron elegidas 15 mujeres y 13 hombres tras una «escabechina» que penalizó a estos últimos, según desvelan fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE. Un hecho que ha causado sorpresa en el ministerio, ya que el jefe de la diplomacia no esperó a que terminase la oposición para premiarle.
El Gobierno de Viktor Orban aún no ha dado luz verde al plácet, que seguramente se produzca a finales de verano, ya que la costumbre diplomática entre los socios de la UE es demorarse un par de meses en dicho trámite. Además, Dastis llega a la edad de jubilación como diplomático a principios de octubre, por lo que es posible que el nombramiento formal de Redondo por parte del Consejo de Ministros se produzca a finales de septiembre, sugieren las citadas fuentes. Junto a él están previstos también los nombramientos de Sergio Carranza como nuevo embajador en Egipto y de Teresa Lizarazu como nueva jefa de misión en Irlanda.
En Exteriores existe una ley no escrita por la que el presidente del tribunal de unas oposiciones a diplomático suele ser enviado a una embajada como recompensa a un trabajo que resulta un tanto ingrato dentro del ministerio. Redondo fue jefe de Gabinete del anterior subsecretario, Luis Cuesta, y cuando este último partió el año pasado a Suecia como embajador, se le asignó ese puesto dentro de la Escuela Diplomática tras un período turbulento de tres años con Álvaro Kirkpatrick al frente del tribunal calificador, en el que hubo sospechas sobre la presunta existencia de un «sesgo de género» a favor de las mujeres en las oposiciones con el fin de hacer cumplir la «diplomacia feminista» que defiende el ministro. Una situación que se ha repetido este año tras un vuelco en la última prueba.
La vacante de Hungría se incluyó en la última convocatoria interna de Exteriores para repartir una veintena de jefaturas de misión a lo largo de 2025, en lo que se llama el ’embabombo’ dentro del departamento de Albares. El listado de las embajadas a repartir fue el siguiente, por orden alfabético: Arabia Saudí, Camerún, Chile, Emiratos Árabes Unidos, Estonia, Gabón, Hungría, Indonesia, Irlanda, Kenia, Mauritania, Namibia, Nigeria, Nueva Zelanda, República Dominicana, Eslovaquia, Suiza, Tanzania y Zimbabue. Los diplomáticos interesados en uno de estos puestos tuvieron hasta el pasado 19 de noviembre para enviar su solicitud, en la que podían incluir hasta un máximo de cinco destinos por orden de preferencia.
El actual subsecretario del ministerio, Xavier Martí, hizo una primera selección de los candidatos tras consultar a los secretarios de Estado y luego elevó a Albares una lista a finales de año. En el escrito de la convocatoria, al que tuvo acceso THE OBJECTIVE, se subrayó que en el proceso de selección se tendrán en cuenta, entre otros criterios, «la experiencia en análisis político y económico, en gestión de asuntos consulares y de situaciones de emergencia, en gestión y control de programas de cooperación, en gestión cultural, así como en gestión presupuestaria y dirección de equipos».
También se analizarían los puestos que se hubieran ocupado con anterioridad, «en especial en la región en la que se encuentre el puesto que se solicita; los conocimientos de la lengua local; y las capacidades de negociación y de diálogo», así como puestos en el Servicio Europeo de Acción Exterior u organismos internacionales y, especialmente, «el trabajo realizado en los servicios centrales del Ministerio, en particular en puestos directivos».
En esto último es donde encaja el perfil de Redondo, que hasta ahora nunca había sido embajador. Lo más llamativo de su elección como próximo sucesor de Dastis es que Albares llevó su solicitud de plácet al Consejo de Ministros el 24 de junio, justo cuando empezaron las sesiones orales del cuarto ejercicio de las oposiciones a diplomático en el que se produjo el vuelco a favor de las candidatas, por lo que pudo verse influido por el ministro a la hora de examinar a los aspirantes.
El tercer ejercicio lo habían aprobado 77 aspirantes: 54 hombres y 23 mujeres, lo que supone que un 70% de ellos logró llegar a la orilla de la última prueba, mientras que el porcentaje de mujeres aprobadas fue del 30%. Sin embargo, el cuarto examen dejó un resultado final con más plazas para ellas -15 en total- frente al «cabreo generalizado» de ellos, que se quedaron en 13. Es decir, solo uno de cada cuatro aprobó el último trámite de la oposición en la que había 28 plazas en juego. ¿Influyó en Redondo que Albares le hiciese embajador en Hungría justo en ese momento? Varias fuentes consultadas por este medio coinciden en tildar de «cacicada» el desenlace de este año.
La trayectoria diplomática de Dastis
Redondo sustituirá en Budapest a Dastis, quien fuera el último jefe de la diplomacia con Mariano Rajoy. Después del éxito de la moción de censura en junio de 2018 que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa, el Gobierno socialista envió a este diplomático a Roma para dirigir la embajada bilateral con Italia.
Tras cuatro años allí, fue destinado a la Hungría de Orbán, pese a que había solicitado el puesto de embajador en Portugal. Algunos diplomáticos consultados por este diario expresaron en aquel momento que el destino que Albares le había ofrecido a Dastis en Hungría estaba «por debajo del umbral de dignidad» que debe tener un exministro de Exteriores, si bien otros opinaron que con un Gobierno de distinto signo político -como es el actual de Pedro Sánchez- a poco más podía aspirar este exministro del PP dentro de los huecos libres que había en Europa en aquel momento. Sobre todo, tras haber sido primero embajador en Países Bajos, luego representante permanente ante la UE y finalmente, embajador en Italia tras su periplo ministerial.