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Política

España es, junto a Irlanda, el único país europeo que aumenta el gasto en ayuda al desarrollo

Pedro Sánchez nada a contracorriente: aboga por incrementar la partida en AOD y reducir la de gasto militar

España es, junto a Irlanda, el único país europeo que aumenta el gasto en ayuda al desarrollo

Pedro Sánchez durante la clausura de la conferencia. | Europa Press

Podría decirse que España va a contracorriente del resto de Europa. Mientras el viejo continente aumenta el gasto militar y recorta la ayuda al desarrollo, el presidente del Gobierno se ha propuesto lo contrario, anunciando este pasado mes de julio que en 2030 nuestro país destinará un 0,7% del PIB a las políticas de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).

Entre 2023 y 2025, muchos países de la Unión Europea han anunciado recortes significativos o un giro drástico en sus políticas de AOD para dar prioridad a los intereses nacionales: austeridad fiscal, seguridad, control migratorio o incremento del gasto en defensa. En este contexto, Pedro Sánchez ha decidido hacer bandera de lo contrario, y en la Conferencia de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada en Sevilla a comienzos de julio, anunció que España aumentará su cooperación y aspira a liderar una alianza multilateral que garantice más voz a los países del sur global. Un mensaje lanzado aún sin Presupuestos Generales del Estado que respalden esa ambición. 

Mientras Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Finlandia, Reino Unido y Estados Unidos recortan gran parte de sus compromisos, España se proyecta como excepción positiva, pero lo hace en detrimento del grueso de naciones de la UE que aplican un repliegue responsable a la luz de sus dificultades fiscales. En 2023, la AOD española apenas alcanzó un 0,24% del PIB, lejos del 0,5% previsto por el Gobierno. Aun así, Sánchez insiste en que el rumbo será llegar al 0,7 % en 2030, reforzando la marca de un país que, como sucede en el caso de la energía nuclear, nada a contracorriente del resto de países de la UE. Sólo Irlanda aumentó en 2024 un 8’4% su AOD.

Los países recortan

Entre los países que han decidido recortar en lo sucesivo su ayuda al desarrollo están algunas de las principales potenciales europeas. Quizá el caso más paradigmático sea el de Alemania, segundo mayor donante mundial de AOD, que ha anunciado un recorte de 1.900 millones de euros para 2025. En julio de 2024, el gobierno de coalición semáforo –todavía con el socialdemócrata Scholz– aprobó un presupuesto que reducía en alrededor de 1.900 millones de euros los fondos de cooperación al desarrollo. Esto incluye un recorte de 937 millones de euros en el Ministerio de Cooperación Económica (BMZ) y de 836 millones en el Ministerio de Exteriores (AA). Estas reducciones se enmarcan en la decisión de cumplir con el límite constitucional de deuda (Schuldenbremse) y contener el gasto público tras la crisis energética. 

Siguiendo este camino, Reino Unido, que acometerá un recorte histórico del 40% (casi la mitad) y Francia, del 35%. Por otro lado, Bélgica y Finlandia rebajarán esta partida hasta en un 25%. En cómputo global, la UE recortará un 7,1% del total de la AOD.

Luego están muchos otros que, ante las vicisitudes económicas, han decidido paralizar su ayuda al desarrollo. Es el caso de Austria (aunque se ha abierto a un posible ajuste a medio plazo), Bulgaria, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia y Hungría. El denominador común que tienen todas estas naciones es que su partida de AOD es muy baja en referencia al PIB total. Las únicas excepciones (países que mantienen un nivel alto de AOD, pero que no lo suben) son Portugal, Dinamarca y Luxemburgo.

España, a contracorriente

Y a contracorriente, Irlanda y España. En este último caso, Pedro Sánchez busca diferenciarse enfrentándose a Estados Unidos y personificando esa tensión con Donald Trump, tal y como se evidenció en la última cumbre de la OTAN, en la que se enfrentó al dirigente norteamericano y al resto de países con el pretexto del gasto militar. Aunque de momento su pretensión de elevar la su AOD al 0,7% del PIB es meramente narrativa (a falta de ejecución), lo cierto es que la ha aumentado desde su llegada a Moncloa. Desde junio de 2018, la AOD ha aumentado del 0,2% al 0,4%.

Entre los países receptores de esta ayuda, hay algunos con los que España mantiene una relación de especial intensidad debido a lazos históricos y culturales, como sucede con Iberoamérica en general, y también con ciertos lugares en África, como Guinea Ecuatorial y el Sáhara Occidental, y Asia, como Filipinas. Sin embargo, también llaman la atención un buen número de países con los que existe una relación compleja en el plano de la política exterior, bien por tratarse de regímenes autoritarios o de escasa calidad democrática, como Venezuela, o por la creciente tensión geopolítica que presentan para España, como Marruecos, país al que Sánchez ha duplicado la ayuda al desarrollo en los últimos años, hasta alcanzar los 50 millones en 2023.

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