Argelia presiona con las pateras a Baleares para que España agilice la concesión de visados
El Gobierno argelino veta también la llegada de españoles de origen marroquí al verlos como posibles espías

Una patera abandonada en la costa balear. | EFE
El crecimiento en un 120% de la ruta migratoria argelina hacia Baleares, con más de 4.500 personas en pateras en lo que va de año, se debe a una actitud más laxa de las autoridades del país magrebí en la lucha contra las mafias para presionar así a España a que agilice la concesión de visados a sus ciudadanos, según revelan fuentes diplomáticas consultadas por THE OBJECTIVE.
Baleares afronta una presión migratoria sin precedentes. Del 10 al 14 de agosto, por ejemplo, medio millar de personas llegaron de forma irregular desde Argelia por vía marítima a las islas a bordo de una veintena de embarcaciones. Unos datos que, a juicio de la presidenta balear, Marga Prohens, prueban que la ruta argelina está consolidada, frente a la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez. «Lo reconozca o no, es la realidad. Ya no sabemos cómo lo tenemos que decir, nos sentimos totalmente insultados por parte del Ejecutivo y del PSOE», criticó la mandataria hace una semana.
El problema de fondo se encuentra, a juicio de las citadas fuentes, en la lentitud con la que los consulados españoles en Argelia –los de Argel y Orán– expiden visados a los argelinos que quieren viajar a España por motivos laborales o de turismo. En la actualidad, el visado es obligatorio tanto para los españoles que deseen viajar a Argelia –a diferencia de la situación con Marruecos– como de forma recíproca. No existe la modalidad de visado en frontera, por lo que si una persona llega a Madrid o Argel sin este documento, es obligada a regresar a su país de origen en el siguiente vuelo disponible.
El Gobierno argelino se ha quejado en los últimos meses de que las autoridades españolas han estrangulado la concesión de visados para sus ciudadanos. En este sentido, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, constató en su última comparecencia en el Congreso el elevado número de quejas recibidas en cuanto a la obtención de citas para visados en los consulados de Argelia y Marruecos, que solo pueden obtenerse por vía telemática, lo que llevó a esta institución a formular recomendaciones al Ministerio de Asuntos Exteriores para que se adopten medidas que subsanen el problema.
Desde Madrid, por su parte, también existe malestar por el hecho de que Argel deniega de forma sistemática la entrada en el país magrebí de españoles de origen marroquí con el argumento de que pueden ser potenciales espías a sueldo del Reino alauí. Esta especie de veto recíproco de visados ha provocado que Argelia esté abriendo ahora el grifo de la inmigración ilegal hacia Baleares como toque de atención al Gobierno de Sánchez, hacen hincapié las citadas fuentes.
Esta situación contrasta con el final del bloqueo total del comercio con España que Argelia decretó en noviembre del año pasado. Ese paso supuso poner fin de manera oficial al castigo que comenzó en junio del año 2022 tras el giro de Sánchez en el Sáhara apoyando la postura de Marruecos y dejando a un lado la histórica neutralidad española en el conflicto. Después de dos años sin relaciones comerciales, el final del veto argelino a las empresas españolas supuso un nefasto balance para estas últimas.
En total, las empresas dejaron de exportar productos por un valor equivalente a 3.200 millones de euros, es decir la diferencia entre el último año de normalidad económica (en 2021) y los saldos comerciales de años posteriores y de los primeros ocho meses de 2024. Es así como en 2021 se exportaron productos a Argelia por 1.888 millones de euros, una cifra que se hundió en 2022 –con seis meses de bloqueo– hasta los 1.017 millones, y a los 332 millones en 2023, el dato más bajo de la serie histórica.
Argel no acepta devoluciones de irregulares
Argelia había sido hasta hace poco una pieza clave en la política española de gestión de los flujos migratorios provenientes de África. Entre ambos países ha existido durante años una cooperación que ha permitido mantener en cifras bajas la inmigración irregular procedente del país magrebí que llegaba a las costas españolas, pero esa colaboración terminó a raíz del giro de Sánchez con el Sáhara. Con la mencionada crisis diplomática entre ambos países, Argel dejó de aceptar las devoluciones de inmigrantes irregulares desde España y «con ello abrió una espita para un crecimiento descontrolado de la migración», según reconoció recientemente el Real Instituto Elcano. «El riesgo es no sólo un aumento sustancial de salidas de inmigración argelina sino una reconfiguración de las rutas de migración subsahariana que ahora entran en Marruecos pasando por el sur de Argelia», advirtió este think tank español.
España no ha sido hasta ahora un destino importante para la emigración argelina, ya que esta última ha estado siempre orientada hacia Francia como resultado de la previa relación colonial y el conocimiento del francés entre su población. Unos 70.000 inmigrantes nacidos en Argelia están empadronados en España –sobre todo en Alicante, Zaragoza y Barcelona–, una cifra muy menor en comparación con el millón de personas de la comunidad marroquí.