Israel acusa a la UE de criticar su gestión en Gaza y aportar solo un 5% de ayudas
Las autoridades israelíes niegan frenar la entrada de alimentos y denuncian la falta de controles de la ONU

Un camión con ayudas entra en Gaza desde la frontera de Kerem Shalom, controlada por Israel. | Europa Press
Israel insiste en rechazar las acusaciones de estar perpetrando un «genocidio» en la franja de Gaza e intenta hacerlo calificando la aportación de la Unión Europea en cuanto a ayuda humanitaria como residual. Según fuentes autorizadas y conocedoras de estos flujos, solo un 5% de camiones que entran a diario en la franja para llevar ayudas tienen la insignia de la Unión Europea. Algo que en opinión de las autoridades de Jerusalén revelaría la incoherencia de los países europeos que critican a Israel y hasta le señalan como interesado en generar una crisis humanitaria en la región.
Fuentes conocedoras de estos flujos explican a THE OBJECTIVE que en el reparto de ayudas directas que llegan a través de camiones en la franja solo un 25% de éstos llevan la bandera de la ONU, y que tan solo un 5% la de la Unión Europea, aunque no pueden desglosar los envíos por países miembros. Israel usa esta cifra para desmontar la tesis del «genocidio» y la «hambruna» que países como España lanzan para denunciar su gestión.
Las autoridades israelíes niegan que se puedan contabilizar hasta 2.000 fallecidos durante los repartos de comida. Sostienen que esta cifra es exagerada y que está vinculada a la propaganda de Hamás. Admiten la existencia casos y situaciones conflictivos, pero sostienen que los incidentes son de menor entidad. Es más, las autoridades israelíes consultadas durante un viaje organizado por la European Israel Press Association (EIPA) acusan a la ONU de hacer la vista gorda sobre las infiltraciones de la organización terrorista Hamás en ese reparto de ayudas.
Camiones para Gaza
El problema principal atañe a la necesidad de evitar que Hamás se haga con el control de los convoyes tras su entrada en Gaza, después de obtener el visto bueno de Israel. Y, siempre de acuerdo con la tesis de Jerusalén, esa seguridad es difícil de garantizar puesto que la ONU no protege los camiones con tropas propias o con servicios privados de vigilancia. Algo que, dicen los israelíes, sí hacen otras organizaciones no gubernamentales para asegurarse de que cuando los camiones entran en la franja los milicianos no toman el control de ellos.
Como ejemplo, las autoridades de Israel muestra cómo los militantes esconden hasta tabaco en los camiones para financiarse a través del mercado negro. En cuanto al tipo de ayuda, según las cifras oficiales manejadas por las autoridades israelíes, alrededor del 80% del material que entra a diario en Gaza son ayudas alimentarias, seguido por agua y medicamentos. Pero la idea de que «en Europa se critica mucho y se ayuda poco» circula en los ambientes del Ejército, que afronta de aquí a unos días el triste aniversario de la masacre del 7 de octubre de 2023.
Israel sigue rechazando, por otro lado, la tesis de que en la franja de Gaza exista hambruna o una crisis humanitaria vinculada a la falta de comida. Reconocen que pueden darse problemas en el suministro de ayudas, pero niegan que el Gobierno de Benjamín Netanyahu esté persiguiendo activamente esa política. Y rechazan las acusaciones de «genocidio» que, por ejemplo, mencionó el lunes Pedro Sánchez. El pasado miércoles, atendiendo a datos oficiales, entraron dentro la franja un total de 280 camiones con ayudas humanitarias por Kerem Shalom y Zikim, ambos controlados por Israel, y otros 400 están a punto de entrar.
Medidas del Gobierno
Después de que Sánchez calificara a Israel de «genocida» y anunciara un paquete de medidas para el embargo de armas, el gobierno de Netanyahu decidió responder a España con duros ataques por parte de dos de sus ministros. El responsable de Exteriores habló de una asociación («partnership», en inglés) del Gobierno de Sánchez con Hamás, mientras que el de Seguridad reprochó al líder del Ejecutivo querer prohibir la entrada en España de «todas aquellas personas que participen de forma directa en el genocidio».
Israel vincula la política exterior de Sánchez a los escándalos de corrupción que afectan a su entorno. Y señala que la aportación humanitaria que lleva la bandera europea a través de los camiones que a diario entran en ese territorio es prácticamente residual, lo que demostraría la incoherencia del planteamiento de España y otros países de la UE. «Se puede resumir con los dedos de una mano, un 5%», explica una fuente que trabaja en primera línea en la gestión y control de estas ayudas en declaración a THE OBJECTIVE para cifrar la aportación humanitaria del flujo diario por parte de la UE.