The Objective
El tablero inclinado

Gabriel Rufián y la paradoja de la tolerancia

La paradoja de Popper aplicaría a los separatistas, que tantas veces han agredido a los que no piensan como ellos

Ha dicho Gabriel Rufián en TVE que «los tolerantes tenemos que ser intolerantes con los intolerantes para que la tolerancia siga existiendo», en referencia a los miembros de Vox. El dirigente de ERC parafraseaba a su modo a Karl Popper, tantas veces citado, muchas malinterpretado, y pocas veces leído por la izquierda, que lo utiliza como argumento de autoridad para imponer la censura y para ejercer la violencia política.

Es importante explicar bien la paradoja de Popper, pues su perversión ha llevado en EEUU no sólo a crear el caldo de cultivo para el asesinato de Charlie Kirk, sino a su posterior justificación. Lo que plantea el filósofo liberal en La sociedad abierta y sus enemigos dista mucho de poner una mordaza a determinadas ideas peligrosas, sino que propone expulsar del espacio político a aquellos que utilicen la violencia para tratar de imponer las suyas. Esto es, que si a alguien aplicaría la paradoja de Popper en puridad sería a los separatistas vascos y catalanes, que tantas veces han violentado a los que no piensan como ellos.

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