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Política

Igualdad niega que la madre pueda ejercer violencia vicaria: castigará sólo a los padres

El Gobierno prepara otra ley con sesgo de género que discrimina al varón y que no tiene parangón en Europa

Igualdad niega que la madre pueda ejercer violencia vicaria: castigará sólo a los padres

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el Palacio de La Moncloa, a 30 de septiembre de 2025, en Madrid (España). | Europa Press

El Gobierno ha aprobado este martes el anteproyecto de Ley Orgánica de medidas en materia de violencia vicaria, un concepto inventado por la psicóloga argentina Sonia Vaccaro muy criticado por los expertos en criminología y asumido acríticamente por el Ministerio de Igualdad durante el mandato de Irene Montero. La intención es modificar el Código Penal para castigar con penas de entre seis meses y tres años de prisión a aquellos hombres que agredan a los hijos de la madre con el objetivo último de violentar a esta. Pero no a la inversa.

En el texto se define la violencia vicaria como «aquella que, con el objetivo de causar dolor o sufrimiento a las mujeres, puede ejercerse sobre: los hijos e hijas o descendientes, personas menores de edad sujetas a su tutela o guarda y custodia, los ascendientes o hermanos y hermanas de ésta, así como su pareja, aunque no exista convivencia». En palabras de Ana Redondo, el fenómeno consiste en «causar dolor o sufrimiento a la mujer a través de personas instrumentales o interpuestas».

El Gobierno asume así un concepto criticado por los expertos por ser unidireccional (del padre a la madre), acientífico (reduce todos los casos a una única causa) y porque quita el foco de la verdadera víctima, el niño, para ponerlo sobre la mujer. En este sentido, la experta en violencia de género Elena del Pilar Ramallo propone legislar en «violencia por extensión», en referencia a «la violencia que sufre el hijo con el fin de destruir al otro progenitor, en un porcentaje muy elevado, en la figura de la madre», pero no siempre. La doctora en Derecho denuncia que sus estudios sobre esta materia, que le valieron una nominación al Premio Princesa de Asturias, han sido desoídos por Igualdad, que «prima la ideología sobre la seguridad de los niños».

Ramallo compartió con PSOE y PP su propuesta legal para «aportar instrumentos y propuestas normativas de carácter inicial y urgente contra este tipo de violencia», pero no interesó. Teme por eso que Redondo y su gabinete «lo sacan ahora para tapar el tema de las pulseras», en referencia a los fallos detectados en los dispositivos de localización de agresores e investigados por violencia machista. También critica el «sesgo de género» que, a su juicio, mueve esta iniciativa.

El Gobierno blasona de que se trata de una medida «pionera a nivel europeo», pero lo es porque otros países que han legislado en esta materia lo han hecho contra la alienación parental. En Dinamarca, por ejemplo, el Gobierno ha firmado un acuerdo con los demás partidos del Folketing para promover los intereses y el bienestar de los niños, incluso previniendo y reprimiendo rápidamente el acoso y la alienación de los padres. Así lo recuerda Jesús Muñoz, portavoz de la Asociación Nacional de Ayuda a Víctimas de Violencia Doméstica (Anavid): «La evidencia prueba que tanto madres como padres pueden ser alienadores; es una forma de abusos que no discrimina por sexo».

«Esta ley conlleva de nuevo la aplicación del derecho penal de autor, no sólo por la discriminación contra el hombre, sino también por la desprotección absoluta de las víctimas, los niños, ya que, al parecer según este Ministerio de sectarias y feministas de pensamiento único, el único que puede ejercer violencia vicaria, es el hombre heterosexual, contra una mujer heterosexual, a través de los hijos».

Más filicidios

El perfecto retrato de cómo la violencia contra la infancia es bidireccional está en los filicidios, ya que las madres cometen más este tipo de delito. El año pasado, 35 niños fueron víctimas mortales de violencia doméstica, pero el Gobierno sólo contabilizó nueve. 24 niños no fueron asesinados para la Delegación contra la Violencia de Géneroque sólo contempla los filicidios cuando es el padre quien asesina a un hijo

Este año, Anavid ha contabilizado 76 víctimas mortales por violencia doméstica, de las cuales el Gobierno sólo ha registrado 31: 28 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas y tres de niños a manos de sus padres. Este recuento es consecuencia de la perspectiva de género, en la que se pretende abundar con esta nueva ley contra la violencia vicaria.

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