El Ejército de Tierra recibe los primeros 11 vehículos 8x8 tras la reprimenda de Robles
Defensa enviará los blindados a una brigada de la Legión en Almería para probarlos en supuestos operativos

Primeros prototipos de los vehículos blindados 8x8 Dragón. | EP
Luz verde a los primeros vehículos blindados 8×8 Dragón. El Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra recibirá este miércoles los primeros 11 carros de manos del consorcio proveedor en el que participan Indra, Escribano, Sapa y Santa Barbará, pese a los problemas de transmisión que hubo la pasada semana en unas pruebas realizadas en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), según fuentes militares consultadas por THE OBJECTIVE.
El último fiasco en el INTA, desvelado por Abc, llevó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, a trasladar a Indra -la empresa que lidera el consorcio desde hace unos meses- su preocupación por los «sucesivos retrasos» del programa y el continuo incumplimiento de los plazos pactados con su ministerio, por lo que advirtió que el Gobierno se reservaba la opción de iniciar «las acciones oportunas». La reprimenda ha surtido efecto, pues Tierra se dispone a firmar la recepción del primer suministro. Además, el consorcio Tess Defense entregará de aquí a final de año 70 de los 94 blindados que se comprometió, según las citadas fuentes, pues el jefe del Estado Mayor de Tierra (JEME), el general Amador Enseñat, ya ha trasladado a sus colaboradores más próximos que el 8×8 tendrá que desfilar por las calles de Madrid dentro de un año.
El Ejército enviará de inmediato los vehículos 8×8 a la brigada ‘Rey Alfonso XIII’ de la Legión en Almería, designada como brigada experimental como parte del proyecto Fuerza 2035 del Ejército de Tierra. Allí serán probados en supuestos operativos, la última fase antes del despliegue entre otras unidades de Tierra. Tess se ha comprometido a trasladar ingenieros a la zona de pruebas para responder a eventuales problemas que puedan surgir con la transmisión, el talón de Aquiles de este blindado que tantos dolores de cabeza ha dado al Ministerio de Defensa.
El suministro de estos vehículos Dragón supone el segundo mayor encargo de la historia de Defensa con un desembolso superior a los 2.400 millones de euros. Tess Defence se comprometió en agosto de 2020, a través de un contrato a dedo, a construir y entregar, en una primera fase, 348 blindados. El plazo de ejecución abarcaba hasta octubre de 2030. En abril de 2023, el Gobierno aprobó otros 420 millones para este programa. Sin embargo, el año pasado acabó sin la entrega de uno solo de estos vehículos.
Los incumplimientos reiterados de Tess Defence junto con los fallos técnicos de gran calado llevaron a finales de 2024 a la dimisión del jefe del Programa 8×8, el coronel Vicente Infante. Indra había tomado un par de meses antes una posición de control de Tess Defence por casi 107 millones de euros para dirigir el programa. El objetivo principal con la entrada de la empresa semipública en el programa fue agilizar la entrega de las unidades comprometidas con Defensa mediante la posición de control de la tecnológica, con el fin de mejorar la coordinación del proyecto, que acumulaba múltiples retrasos.
Una de las consecuencias de dicho incumplimiento de los plazos de entrega de los blindados 8×8 ‘Dragón’ es que obligó a España a seguir contando con los obsoletos vehículos BMR en apoyo del contingente militar desplegado en Líbano. Con 45 años de antigüedad y a la espera de ser sustituidos por los nuevos blindados que se construyen en la factoría asturiana de Santa Bárbara, la demora dejó expuestos a los más de 600 militares en el ‘polvorín’ de Oriente Próximo. En la actualidad, se siguen suscribiendo millonarios contratos de mantenimiento para que los viejos BMR aguanten unos años más a la espera del relevo.
Entre tanto, la Audiencia Nacional ya ha fallado dos veces a favor del Ministerio de Defensa ante las sanciones que se han interpuesto por los retrasos de los 8×8 Dragón. Estas multas están cerca de los 35 millones de euros, aunque aún no ha trascendido la cifra oficial. El proceso de adjudicación del pliego, el mayor tras el de cinco fragatas F- 110 de Navantia, no empezó bien: en 2019 la adjudicación quedó desierta. En un procedimiento negociado sin publicidad fue designada Santa Bárbara, propiedad de la estadounidense General Dynamics. La empresa debía afrontar un proyecto clave para modernizar el Ejército español.
Santa Bárbara era el contratista principal y única opción con capacidad para atender el contrato. Indra y la vasca Sapa aparecían como subcontratistas. Esta última, en el delicado cometido de la transmisión del motor. La seguridad nacional hizo elegir este procedimiento cerrado. Sin embargo, Defensa dio un portazo a la oferta de esta unión de empresas. Las razones esgrimidas por el departamento que dirige Margarita Robles fueron que la propuesta no era admisible por razones técnicas, operativas y económicas.
Defensa destacó en diciembre de 2019 que no se cumplían las condiciones del pliego técnico ni los plazos previstos de ejecución ni el número de prototipos. Además, reseñó que no se ofrecían garantías financieras para que los imprevistos no repercutiesen en un incremento del coste del programa. No había nada positivo. Sin embargo, solo seis meses después todo empezó a rodar: el departamento de Robles decidió confiar en el consorcio que daría lugar a Tess Defence y resolver el contrato en agosto de 2020. Al grupo de empresas se unió Escribano.
Tras la adjudicación y formalización del megacontrato, Defensa mostró un profundo malestar en el desarrollo del programa estrella del Ejército de Tierra y el desarrollo de las entregas. Los blindados 8×8 Dragón, que tendrán un coste unitario de siete millones, pretenden ser claves en la modernización del Ejército de cara a 2035.