Dos militares de la UME han necesitado ayuda psicológica tras los incendios de verano
Un par de psicólogos del Ejército han atendido a ambos efectivos después del test pionero ofrecido por Defensa

Incendio en Castilla y León durante este verano. | EP
El inédito reconocimiento médico y psicológico que se ha ofrecido a los 1.400 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) sido movilizados este verano para luchar contra los incendios ya tiene los primeros resultados conocidos: dos efectivos han recibido ayuda psicológica por las secuelas de los fuegos que asolaron el noreste de España en agosto.
El jefe de la UME, el teniente general Francisco Javier Marcos Izquierdo, desvela este dato en una resolución del Portal de Transparencia firmada el pasado 15 de octubre y a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Dos psicólogos han atendido a ambos militares sin coste económico alguno. «En el ámbito de la UME este servicio no tiene ningún coste», subraya el alto mando.
El Ministerio de Defensa empezó a ofrecer este reconocimiento médico y psicológico en septiembre cuando amainaron los incendios. Era la primera vez que el departamento de Margarita Robles proponía la realización de este test, de carácter voluntario, y que se ha hecho en instalaciones hospitalarias, con el fin de garantizar el anonimato de los resultados y que no perjudique a los miembros de la unidad que se sometan a él dentro de sus batallones.
El reconocimiento ha sido pionero dentro de las Fuerzas Armadas, pues hasta ahora solo se atendía a los miembros de la UME que lo solicitaban después de una dura experiencia en una misión. Es lo que ocurrió con aquellos que lo pidieron tras sus trabajos en la Comunidad Valenciana debido a la dana de hace un año. Es decir, la atención médica o psicológica únicamente se concedía si el militar lo pedía a sus superiores y después de que se analizaran las causas que alegaba el solicitante. En una organización jerarquizada y castrense como es la UME, una petición de ayuda de estas características podía verse como un síntoma de debilidad.
Defensa supo que algunos militares de la UME temían revelar su estado físico o emocional dentro de su batallón para no ser mal vistos entre sus compañeros. Incluso, se extendió la creencia de que pedir ayuda condicionaba futuros ascensos dentro de la milicia. De ahí que el departamento de Robles decidiese darle la vuelta a la situación, ofreciendo este reconocimiento médico y psicológico a todos los militares movilizados sin distinción alguna y por personal sanitario externo a la UME, con el fin de evitar cualquier condicionamiento.
En el caso de los batallones de Valencia y Zaragoza, se habilitó el hospital militar en la capital aragonesa para realizar las pruebas médicas y el examen psicológico. En cuanto a los militares de la UME destinados en Torrejón (Madrid), se les facilitó las instalaciones del hospital Gómez Ulla. Y para los desplegados que salieron de las bases de León y Sevilla, se les ofreció un calendario de días para que un equipo móvil sanitario compuesto por internistas y neurólogos se desplazase a las citadas unidades y les sometieran al reconocimiento. En total, la Sanidad militar movilizó a unos 60 efectivos para este trabajo.
A principios de septiembre, cuando THE OBJECTIVE desveló este reconocimiento, se habían presentado 45 militares a las citadas pruebas, si bien la cifra estaba prevista que aumentase en 60 más en la siguiente semana ya que muchos de los efectivos de la UME que lucharon contra los fuegos, no habían vuelto aún de sus permisos de descanso tras las extenuantes jornadas de trabajo en agosto.
El reconocimiento consistió en una espirometría para evaluar la función pulmonar, una analítica completa y el mencionado examen psicológico. Defensa incidió en septiembre en el carácter voluntario de las pruebas y aseguró que los resultados «nunca les podrá[n] perjudicar» en su carrera militar dentro de la UME.
14 fuegos de forma simultánea
La campaña contra los incendios de este verano requirió de 49 intervenciones por la geografía española y dejó cuatro heridos de la UME en Yeres (León) el pasado 15 de agosto, tres de los cuales sufrieron quemaduras de diversa consideración en distintas partes del cuerpo, mientras que el cuarto tuvo una luxación en el hombro. Todos ellos ya recibieron el alta hospitalaria. Peor suerte corrió uno de los dos heridos en la colisión del 26 de agosto entre el vehículo de la UME en el que viajaban y un camión que transportaba ganado este martes en el kilómetro 183 de la A-52, a la altura de Trasmiras (Orense).

El camión militar cayó por un terraplén tras la colisión y las dos personas que viajaban en el vehículo resultaron heridas graves: una de ellas tuvo que ser evacuada mediante un helicóptero medicalizado hasta el hospital de Santiago, donde ha tenido que someterse a varias operaciones quirúrgicas por sus múltiples fracturas. El otro herido fue trasladado por el personal sanitario en una ambulancia y ya recibió el alta.
La UME llegó a enfrentarse a 14 fuegos de forma simultánea en lo peor de la oleada de incendios. El pasado 7 de octubre conmemoró el vigésimo aniversario de su creación y en el desfile militar del 12-O tuvo un especial protagonismo por la efeméride y el trabajo realizado en agosto. En estas dos décadas, ha intervenido en más de 700 operaciones en territorio nacional y una treintena en el exterior. Alrededor de 3.500 militares (de los cuales un 8% son mujeres) forman parte de la primera y única unidad de las Fuerzas Armadas especializada en intervenir en situaciones de emergencia y desastres. En la actualidad, cuenta con un cuartel general, cinco batallones de intervención en emergencias, un batallón de transmisiones y un regimiento de apoyo e intervención. Desde hace algunos años también dispone de una Escuela Militar de Emergencias.
